| ||||||||||||||||||||||
Señores miembros de la Jerarquía Eclesiástica, superada la “Pandemia”, hace ilusión ver cómo los deportes van recuperando la asistencia masiva de todo tipo de personas interesadas. Hace ilusión poder volver a la convivencia humana en todo tipo de actividades.
Nadie puede prever lo que va a pasar en un segundo. Es un día festivo y se circula tranquilamente por la carretera. Por una distracción del conductor el coche choca contra un árbol, el conductor parapléjico. La esposa y el hijo muertos en el acto. El accidente es una imaginación pero bien podría coincidir con uno de los muchos accidentes que se producen diario. El parapléjico se puede preguntar: ¿Por qué a mí?
Hemos aprendido conforme va pasando el tiempo, que, frecuentemente al recorrer, rememorar nuestra propia vida y analizar a la luz de la verdad el pasado, presente y lo presuntamente que vendrá en el futuro, eso nos permite contemplar la esencia y naturaleza de la vocación en este mundo. Por supuesto, todos tenemos un Génesis, Éxodo, desarrollo y final. Ello es condición de condiciones ineludible. Todo esto es una difícil evolución, pero repleta de mucha sabiduría.
Aquel joven, nacido en Burgos en 1911, llamado Rafael Arnaiz Barón, señalado por ese Dios al que estuvo abrazado durante toda su vida, fue guiado hacia el císter. Enfermo, tuvo que abandonar el monasterio varias veces. El Señor, sin embargo, le guiaba por la senda que Él había elegido.
La sociedad en general es consciente que las violaciones en grupo empezaron a verse en hombres adultos para descender hasta los menores de edad. Es un diagnóstico correcto que no se sabe cómo corregirlo porque esencialmente es un problema espiritual que no se sabe cómo afrontarlo.
El sacerdote Benhard Piendl predicó en la catedral alemana de Ratisbona. Al finalizar el sermón, reveló a los feligreses que parte de la homilía la había redactado la inteligencia artificial (IA). Con posteridad, en una entrevista a la televisión pública bávara, explicó: “La IA aclaró estas frases del Evangelio, que no son sencillas, con relativa claridad. La IA no puede sustituir el mensaje que contiene el Evangelio, la relación personal con Dios y la fe”.
La inteligencia artificial ha crecido tanto y en tan poco tiempo que ha conseguido que firmas prestigiosas le hayan dedicado un artículo. Se dan motivos de preocupación. Por más que se pida que se regule su actividad éticamente, ¿qué tipo de ética será la encargada de ponerle límite?
Desde los más remotos orígenes conocidos de este universo, que acoge a todo ser vivo o inerte, la mente humana se ha hecho las mismas preguntas: ¿Qué soy?, ¿quiénes son?, ¿dónde está el origen?, ¿dioses o casualidades?, ¿por qué un final?... La vida, para un ser racional, está invadida de interrogantes; éstas motivaran el progreso, la humildad y el respeto a todo ser con vida.
“Damos gracias a las grietas para que entre la luz”, lo ha dicho Leonard Cohen, cantante y poeta, refiriéndose a su estancia en el monasterio Mount Bodly Zen Center, en donde se sometió a una durísima disciplina que le ayudo a salir de la esclavitud de los excesos de alcohol y sexo.
Es real la identificación entre la filosofía y la religión. Si bien es indiscutible que las cuestiones que tratan ambos saberes son enfocadas de maneras diferentes, existen puntos en común, en relación con las conductas y las actitudes ante la vida y la realidad. La filosofía se fundamenta en la argumentación racional, la lógica y el análisis crítico, en cambio en la religión lo prioritario es la fe o la confianza en la divinidad.
No puedo hablar por experiencia pero sí mencionar la de la actriz Carme Elías: “Lo más terrible es que veo los pasos que va haciendo la enfermedad. El Alzheimer es como un ratón que cada día se come un trocito de tu cerebro. De momento solo para comer, pero pronto querrá comer, almorzar y desayunar hasta que haya acabado mi cerebro”.
Un consuelo es una esperanza, como la de Sísifo, como también de Penélope, entre otras (os) que, incesantemente lucharon y lucharon hasta lograr sus objetivos. De tal suerte, la esperanza, es lo último que se debe perder, porque sino, nuestra mente podría colapsar, desembocar en una obsesión.
Estas palabras de Jesús sirven para diagnosticar la salud o la enfermedad de la sociedad actual: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10: 27). Son el antídoto contra el virus del individualismo fomentado por el capitalismo.
Con todo respeto al desarrollo de la IA, desde la ignorancia, sospecho que ciertos aspectos de la misma van probándose a través de los posibles mecanismos electorales y su influencia directa o indirecta en las voluntades de los gobernantes y en la de sus votantes.
El Dr. Tony Wyss-Coray dirige el rejuvenecimiento con transfusiones de sangre en Stanford. El objetivo principal de su investigación inyectando sangre joven, no es alargar la vida, sino conseguir que el Alzheimer, a pesar que no se cure sirva para una significativa mejoría para las personas que lo padezcan.
¿Quién en un futuro a corto, mediano o largo plazo, tendrá la última palabra o aproximaciones acerca del Universo? No es porque lo arguye-sugiere la Ciencia anterior o moderna o no, “que estamos destinados a desvanecernos en un sueño” ni triste, ni bueno, es porque, no es nada preciso, es una sugerencia, nada probado.
No creo en Dios. Al menos no en el Dios oficial que nos venden las distintas Iglesias monoteístas, el que ha prevalecido en la iconografía religiosa, y por ende en el imaginario popular. Hablo del tipo orondo de poblada barba blanca y cara de pocos amigos que un día, por ignotas razones, decide crear el mundo.
La belleza del primer Científico de todos los tiempos, en el libro de Génesis, Dios expresó: “Haya luz, y la separó de la oscuridad y la llamó día, y a la oscuridad la llamó noche”. En ese sentido podría decir que el primer Big Bang fue creado por Él produciéndose un solemne resplandor.
Sentí encontrarme en la antesala de ese lugar de fe, que llamamos cielo. Éramos cinco personas, la media de edad 77 años. El Hermano Rafael, San Rafael Arnaiz Barón, nos acompañó durante la misa con todos los Hermanos Trapenses... Una espiritualidad sencilla, silenciosa y llena de Dios, nos envolvió. La acogida fue lo más parecida a una familia.
No se puede asumir una situación de tal magnitud, dejando entrever que, las creaciones se hacen solas. Los científicos tienen sus méritos, en otros cánones, pero no es concebible estarle restando, arrebatando la obra maestra a la Creación de Dios. Estos nacieron después de la Creación. Y el “Big Bing” nunca puede ser creación, es un invento acomodado para restarle méritos a la Creación de Dios.
|