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La maldad, en esencia es la ausencia del bien. Antes de la creación del mundo visible Dios creó a los ángeles. En un momento por nosotros desconocido, algunos de los ángeles acaudillados por Lucifer, que deseaba sentarse en el trono de Dios, se sublevaron contra la autoridad de Creador (Isaías 14: 11-13).
El autor de “De tóxicos” comienza así su escrito: “¿Qué hacemos con los que dan buenos resultados, pero son malas personas? Cumplen sus objetivos a veces con creces pero a veces derraman su sinceridad de manera interesada. Siembran agravios comparativos. Se rodean de víctimas propicias a su verborrea que rezuma superioridad moral. ¿Qué hacemos con los tóxicos que dan resultados?”.
Hoy quiero invitarlos a reflexionar sobre la última encíclica de Francisco, titulada “Dilexit nos” (“Nos amó”), que desde su título hace referencia a la forma abreviada de la frase completa que suele citarse en el Nuevo Testamento, específicamente en la Carta a los Gálatas 2:20: “Dilexit me et tradidit semetipsum pro me”, que se traduce como “Me amó y se entregó a sí mismo por mí”, dejando en claro que centrará su atención en el amor de Dios hacia la humanidad.
“La representación de la escena del calvario en el arte contiene no solo una imagen del Crucificado, sino que nos evoca las palabras que Jesús dijo a su madre antes de morir: “Mujer aquí tienes a tu hijo” y después dirigiéndose a Juan le dijo: “Aquí tienes a tu madre” (Juan 19: 26, 27).
Todo en Gaudí es providencial, tanto en su vida como en su obra, esta afirmación expresa el alma del arquitecto catalán Antonio Gaudí, cuya creación más emblemática es la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, que es visitada anualmente por unos cinco millones de personas, convirtiéndose en el lugar más concurrido de esa capital española.
Estamos en vísperas de celebrar la festividad de San Rafael Arnaiz Barón, “Hermano Rafael” (26 de abril). En el momento de su canonización, el Papa dijo de él que era “el místico del siglo XX”; ejemplo para la juventud, por su alegría, por su normalidad, por su amor a los valores que su fe le regaló.
El Papa Francisco se fue rodeado de las tres personas de las que siempre fue mensajero: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Hoy, todos, miramos al cielo y la duda, que siempre acompaña al hombre, suaviza las críticas y realza las cosas buenas.
Aunque en teoría de dios nada se puede decir porque es inefable, de dios se ha dicho todo. ¿A qué dios nos referimos en concreto? A todos en general y a ninguno en particular, ya que todos son creaciones del ser humano basadas en la fe, que no admite prueba alguna de su existencia material.
“Más allá de cómo se reaccione o se deje de hacerlo, en todas las circunstancias, los expertos están de acuerdo en la necesidad de conseguir una buena dosis de paciencia para no sucumbir en los arranques de ira o de rabia que pueden provocar estas situaciones. Hasta aquí nada que objetar, salvo que no es tan fácil adquirir esta paciencia. ¿Cómo se consigue ser paciente?” (Jordi Jarque).
Se acerca la Semana Santa y la cruz cristiana se hace protagonista absoluta de las calles. Llevamos más de 2.000 años con la cruz a cuestas. La cruz de lo irracional, del fundamentalismo y de las mentiras teológicas. El poder omnímodo, esotérico y exotérico, del cristianismo en sus diferentes versiones o sectas o herejías sigue dominando la enseñanza y los negocios turbios, al tiempo que difunde su moral mentalmente castrante como la única ética verdadera o auténtica.
En muchas tradiciones espirituales y filosóficas, el ego no es algo negativo en sí mismo, pero puede convertirse en una trampa cuando se apodera de nuestra forma de interpretar el mundo. El ego, entendido como una construcción mental que se identifica con lo que poseemos, lo que hacemos y cómo queremos ser vistos, nos lleva a imponer un orden artificial a lo que nos rodea.
El sin sentido en el ser humano lo ilustra una anécdota en la vida de Thomas Henry Huxley, discípulo destacado de Darwin. Huxley tenía prisa en coger el tren que le llevaría a la ciudad en la que tenía que dar una conferencia divulgadora de la filosofía evolucionista. En la recepción del hotel en que pernoctó dio al recepcionista el encargo que avisara a un taxista, tenía prisa, era urgente.
El control de la enfermedad y los miedos del futuro son una falta de sabiduría, pues nos dice Jesús que estamos en manos de Dios, que el mañana está en manos de Dios, que procuremos vivir solo el presente. La historia de Cande, Luisma y su hija Rochi es un testimonio de esta confianza.
Quienes se autodenominan “influencers”, sean periodistas, filósofos o simples ciudadanos, hace mucho tiempo que nos advierten que la democracia está en peligro de extinción. Si la democracia no es social, ¿para qué sirve? Democracia significa gobierno del pueblo y se ha estructurado de manera que en fechas determinadas los ciudadanos depositan el voto en las urnas.
Los cristianos hemos entrado de lleno en uno de los tiempos más intensos e íntimos entre los que se divide el año litúrgico: la Cuaresma, que desde el miércoles de ceniza y durante un periodo de cuarenta días que transcurren hasta el Jueves Santo, es todo una rememoración de los cuarenta días y cuarenta noches que Jesús se fue al desierto a ayunar y orar y en los que sufrió las tentaciones de Satanás, como las que a lo largo de nuestra vida sufrimos los seres humanos.
Las grandes evoluciones del mundo siempre han sido provocadas y preparadas por intereses económicos... en caso de conflictos las armas hicieron el resto. La sociedad, los pueblos, las personas, los individuos siempre han sido meras piezas utilizadas para el puzle de la economía.
A marchas forzadas nos estamos convirtiendo en una sociedad drogadicta como consecuencia de las soluciones médicas y farmacológicas a problemas sociales. Ante la más mínima dificultad que se nos presenta, a consecuencia de vivir en este mundo, automáticamente nos autodiagnosticamos: 'Estoy estresado'.
La vida es breve, pero bella e intensa. No por casualidad el Creador de la humanidad inició su creación iluminándola mediante la luz, para que el firmamento se apreciara ser cielo, donde el día se separara de la noche, la tierra del agua, y estas fueran revestidas de estrellas relucientes.
El transhumanismo, un movimiento filosófico y científico que busca superar las limitaciones humanas mediante la tecnología, plantea cuestiones profundas sobre el destino del ser humano. Este ideal se centra en el uso de avances como la inteligencia artificial, la modificación genética y la nanotecnología para combatir enfermedades, prolongar la vida y, en última instancia, alcanzar una especie de inmortalidad.
Blaise Pascal, físico y filósofo francés del siglo XVII, escribe: “Todos los problemas de la humanidad provienen de la incapacidad del hombre de sentarse tranquilamente solo en una habitación”. ¿Qué hará una persona encerrada sola en una habitación? Se sumergirá en sus pensamientos erróneos porque no sabe pensar correctamente y se dejará llevar por las ilusiones de su propia bondad y de la perversidad del resto de los mortales.
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