El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se han mostrado este martes como firmes aliados contra el terrorismo de DAESH, han exhibido sintonía ante los retos del escenario internacional, en particular Corea del Norte y Venezuela, y han apostado por seguir intensificando la relación entre los dos países, algo que España busca especialmente en el terreno económico.

Fuentes gubernamentales aseguran que Rajoy regresa a Madrid contento por el resultado de esta visita 'relámpago' a la Casa Blanca, en la que no solo ha recibido un trato "excelente" por parte de su anfitrión sino que ambas partes han asegurado que la cita de trabajo ha sido "muy productiva".

Pese a que en Moncloa insistían en que no se buscaba de Donald Trump ningún mensaje de apoyo ante el desafío secesionista de Cataluña, Rajoy se marcha también con palabras claras de su anfitrión: "España es un gran país que debería seguir unido" y "sería una tontería" querer marcharse de un país que considera "hermoso" e "histórico".

En una breve rueda de prensa en el 'jardín de rosas' de la Casa Blanca, Trump ha tenido buen cuidado de no salirse ni una coma de esa declaración y ha evitado responder expresamente a la pregunta de si los Gobiernos central y catalán deberían buscar una solución dialogada al problema actual.

Rajoy también ha acudido a Washington con los 'deberes hechos': Trump le ha agradecido públicamente que España expulsase al embajador norcoreano -España es uno de los pocos países europeos donde Pyonyang tiene o tenía embajador, que estaba acreditado además ante la Organización Mundial del Turismo-- y Rajoy ha anunciado en rueda de prensa que España aportará "un nuevo paquete financiero" para la reconstrucción de Irak.

En este ámbito, Trump ha agradecido la contribución española a la coalición contra DAESH, en la que 450 militares y guardias civiles han realizado tareas de formación de 32.000 efectivos de las fuerzas armadas y de seguridad iraquíes.

Los dos han mostrado también una amplia sintonía en lo relativo a Venezuela y Corea del Norte. Sobre el país latinoamericano, Rajoy ha insistido en que no caben "paños calientes" y Trump ha pedido públicamente a la UE que adopte sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro, algo que el Gobierno español lleva tiempo intentando sin éxito. Con Corea del Norte Rajoy ha apostado por la contundencia y las medidas políticas que ayuden a poner fin a la escalada nuclear, mientras Trump avisaba de que la militar no es su opción preferida, pero que está listo para ella.

MENSAJE DE TRUMP POR LOS ATENTADOS DE BARCELONA
El anfitrión ha reiterado la solidaridad con España por el "vil ataque terrorista" en Barcelona y Cambrils. "Os aseguro que Estados Unidos está con vosotros en afrontar este mal que afecta a toda la humanidad", ha remachado. Rajoy ha destacado la buena colaboración antiterrorista entre ambos países y ha apostado por reforzarla en materia de ciberseguridad, reclutamiento y financiación del terrorismo.

Por su parte, el presidente español ha correspondido a las palabras de Trump trasladando su solidaridad por los estragos de los últimos huracanes en estados del sur como Tejas y Florida, así como en la isla de Puerto Rico.

Trump también ha agradecido a España el uso conjunto de las bases de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla), y su invitado ha deseado que esa "intensidad" de colaboración en defensa se traslade a otros ámbitos, sobre todo al económico. Eso sí, en este capítulo no han anunciado ninguna medida concreta.

UN COMERCIO "JUSTO Y RECÍPROCO"
El presidente de Estados Unidos ha asegurado que ambos quieren un "comercio que beneficio a los dos países, lo que quiere decir que sea justo y recíproco". "Es una palabra que no se ha usado mucho en Estados Unidos, recíproco", ha añadido.

España es el décimo inversor en Estados Unidos y las empresas españolas sostienen 96.000 empleos en Estados Unidos. El presidente Trump ha elogiado a los empresarios españoles que "han confiado en América y en el trabajador americano". "Nuestra Bolsa está ahora en niveles máximos así que probablemente ahora les gusta mucho Estados Unidos", ha añadido.

También se ha referido a los lazos culturales e históricos entre los dos países --"nuestras escuelas enseñan a los niños americanos la historia española de exploración, nuestros museos tienen tesoros españoles". En palabras de Trump, España es "un país muy admirado" en Estados Unidos y Rajoy una persona "altamente respetada", según le ha dicho nada más recibirle en el despacho oval. "La profunda relación de nuestros pueblos es una fuerte base para una cooperación duradera".

En Moncloa están también muy satisfechos por el trato dispensado a la delegación española: alojamiento en la residencia oficial de invitados de Blair House, a pocos pasos de la Casa Blanca, reunión privada en el despacho oval y almuerzo de las dos delegaciones.