Tras la solvencia defensiva de las primeras jornadas, el conjunto unionista ve cómo encaja muchos goles en las últimas semanas, algunos especialmente dolorosos por la desidia que aparentaban los de Óscar Cano
Todo era felicidad en la afición salmantina en las primeras jornadas. El equipo era un bloque sólido y ordenado, una escuadra que pese a su ínfimo presupuesto y sin jugar un fútbol demasiado ornamentado, conseguía sacar los partidos adelante gracias a su trabajo y a una defensa casi imbatible. También, en medios locales y nacionales aparecían entrevistas a Biel Ribas, portero charro, ya que fue bastantes semanas el "Zamora" de la Liga Adelante.
La realidad actual es que el equipo encaja muchos goles. Lo facil sería echar la culpa a la defensa, entendiendo ésta como la línea de 4 hombres más próxima a la portería, pero ni mucho menos todo es culpa de la línea defensiva.
En primer lugar, la retirada de Miguel García supone un claro varapalo para el trabajo defensivo en su conjunto pese a jugar en la medular, puesto que era un hombre que dominaba a las mil maravillas lo que comunmente se denomina "el otro fútbol", una falta táctica, una cobertura a un lateral que ha subido, aspectos del juego que nadie de la plantilla domina como el lo hacía.
Directamente relacionado con la baja del manchego está el nulo trabajo defensivo de su sustituto en muchos partidos, que no es otro que Mario Rosas, centrocampista de perfil radicalmente opuesto. Curiosamente tampoco ha dado muestras de un fútbol más creativo como se le suponía, pero no es lo que quiero analizar hoy.
Otro posible factor es la plaga de lesiones en la defensa, por la que han hecho mucho daño las bajas sucesivas de Goikoetxea y Moratón, verdaderos jefes de la defensa y dominadores del juego aéreo. Arbilla no es central y Zamora ha tenido un rendimiento más que decepcionante tras cumplir como lateral y pivote defensivo.
Por último, la lamentable defensa de las jugadas a balón parado, que está haciendo que en cada partido el equipo sufra varias ocasiones clarísimas, como el gol que se encajó en Soria el pasado domingo.
Veremos si Óscar Cano y sus ayudantes consiguen revertir la situación para conseguir que los goles que marca el equipo, que no son muchos menos que a principio de temporada, sirvan para cosechar la misma cantidad de puntos.