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Doblete de McLaren, que confirman su progreso. Choque entre Vettel y Webber cuando lideraban la carrera. Alonso, octavo.
Victoria de Hamilton en la enésima debacle de Red Bull
Redacción |
domingo, 30 de mayo de 2010, 21:16
Carrera alocada en Estambul, donde Lewis Hamilton recuperó la senda del triunfo en un Gran Premio apasionante. El incidente entre los dos Red Bull supone un nuevo desastre para la escudería austriaca, que termina con un podio con claro sabor a derrota. A pesar de la igualdad entre máquinas, Alonso consiguió remontar cuatro posiciones.
Roberto Carrera / SIGLO XXI
Hemos experimentado problemas en el servidor. Disculpen las molestias.
 Vettel tuvo que comparecer ante los medios tras su incidente con Webber (© Ker Robertson/Getty Images/Red Bull Racing) |
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No por previsible ha dejado de sorprender. La lucha entre compañeros de equipo esta temporada ha terminado explotando, con duelos al límite entre pilotos de la misma escudería que prometen un campeonato vibrante.
Memorable el ataque de un desenfrenado Sebastian Vettel que, desde la segunda plaza en carrera, propició el choque entre los pupilos de Christian Horner ante la incredulidad del box de Red Bull. Cuando la fiabilidad parecía un escollo superado, la rivalidad surge con fuerza atisbando un futuro para nada tranquilizador.
Tampoco Jenson Button dejó de meter rueda a un Hamilton soberbio, que supo aguantar con gran clase la presión de su compañero. Primera victoria del inglés, que ya es tercero en un Mundial que en cada carrera aumenta la nómina de aspirantes al título.
Parte sucia, parte limpia
Desde el inicio, la carrera se organizó en bandos claramente diferenciados. Y es que, sin llegar al extremo de Mónaco, el circuito turco no es solidario con los cambios de posición en pista. La igualdad vista en entrenamientos concedía una importancia fundamental a los primeros giros del Gran Premio, y con el semáforo apagado comenzaron los primeros movimientos.
Aquellos que partieron siguiendo la línea de trazada natural en carrera supieron aprovechar rápido su ventaja. Vettel supera sin problemas a Hamilton y Schumacher hace lo propio frente a Button. Tras pagar el peaje de la zona sucia, los dos McLaren recuperaron posición en apenas una vuelta, copando con los Red Bull las primeras posiciones.
Los boxes recuperan protagonismo
Michael Schumacher hacía de maquinista de lujo en el trenecito de la zona media. Lejos de la doble pareja de líderes, hasta siete coches mantenían distancias mínimas en una procesión visualmente impactante aunque deficiente en espectáculo. Tranquilidad relativa hasta la vuelta 11, donde los boxes recuperaron viejas sensaciones ofreciendo una preciosa batalla en la clasificación.
Uno de los grandes beneficiados fue Fernando Alonso, que consiguió superar a Sutil y a un siempre peligroso Kobayashi, plantándose en la décima posición y alcanzando la zona de puntos. Aunque la tensión se disparó con la parada de Webber y Hamilton, primero y segundo, que compartieron cambio de neumáticos en un sprint frenético en boxes.
Error en el equipo McLaren que estropeaba momentáneamente el brillante trabajo de Lewis, relegado a la tercera plaza en una parada mediocre. Tampoco Jenson pudo mejorar en su entrada, manteniendo su cuarta posición a pesar de haber resistido en pista un par de giros más que sus rivales. El doblete Red Bull parecía inevitable. Desgraciadamente para Christian Horner, sólo lo parecía.
Si el agua no funciona, pon un Vettel
Fue en el giro 41 cuando Sebastian provocó el desastre para la escudería austriaca. Exceso de ímpetu del alemán, que no encontró la más mínima concesión en un Webber decidido a no modificar su trazada. Es discutible la carga de culpa de cada uno. Lo único evidente es que la amistad, en carrera, es poco más que una ingenua utopía.
Si Ecclestone lo hubiera diseñado, no le hubiera salido mejor. Choque entre líderes, amenaza de lluvia, y el monoplaza de Hamilton con déficit de gasolina. El 'Circo' traspasaba la frontera y entraba de lleno en la carrera. El agua caída terminó siendo insuficiente, pero Button, inspirado por lo visto en carrera, no se lo puso fácil a su compañero de equipo.
Adelantamiento maravilloso devuelto en seguida por Lewis. ¿Se imaginan una F1 con el mismo coche? Pues interrumpan el sueño porque, en pequeñas dosis, parece que lo disfrutaremos en más de una ocasión esta campaña. Gran rendimiento de Jenson, que sigue demostrando que no ha llegado a las 'flechas de plata' como invitado de piedra. Por detrás Alonso se hacía con la octava plaza en el último giro, toque con Petrov incluido.
Tras las emociones turcas, los pilotos podrán refrescar la mente en su vuelo transatlántico hacia Canadá. En dos semanas, el circuito Gilles Villeneuve retorna con justicia al calendario, con lo que la F1 recupera uno de sus miembros estéticamente más bellos y legendarios.
Victoria de Hamilton en la enésima debacle de Red Bull | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
| Doblete de McLaren, que confirman su progreso. Choque entre Vettel y Webber cuando lideraban la carrera. Alonso, octavo. | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Carrera alocada en Estambul, donde Lewis Hamilton recuperó la senda del triunfo en un Gran Premio apasionante. El incidente entre los dos Red Bull supone un nuevo desastre para la escudería austriaca, que termina con un podio con claro sabor a derrota. A pesar de la igualdad entre máquinas, Alonso consiguió remontar cuatro posiciones. Roberto Carrera / SIGLO XXI Hemos experimentado problemas en el servidor. Disculpen las molestias.
No por previsible ha dejado de sorprender. La lucha entre compañeros de equipo esta temporada ha terminado explotando, con duelos al límite entre pilotos de la misma escudería que prometen un campeonato vibrante. Memorable el ataque de un desenfrenado Sebastian Vettel que, desde la segunda plaza en carrera, propició el choque entre los pupilos de Christian Horner ante la incredulidad del box de Red Bull. Cuando la fiabilidad parecía un escollo superado, la rivalidad surge con fuerza atisbando un futuro para nada tranquilizador. Tampoco Jenson Button dejó de meter rueda a un Hamilton soberbio, que supo aguantar con gran clase la presión de su compañero. Primera victoria del inglés, que ya es tercero en un Mundial que en cada carrera aumenta la nómina de aspirantes al título. Parte sucia, parte limpia Desde el inicio, la carrera se organizó en bandos claramente diferenciados. Y es que, sin llegar al extremo de Mónaco, el circuito turco no es solidario con los cambios de posición en pista. La igualdad vista en entrenamientos concedía una importancia fundamental a los primeros giros del Gran Premio, y con el semáforo apagado comenzaron los primeros movimientos. Aquellos que partieron siguiendo la línea de trazada natural en carrera supieron aprovechar rápido su ventaja. Vettel supera sin problemas a Hamilton y Schumacher hace lo propio frente a Button. Tras pagar el peaje de la zona sucia, los dos McLaren recuperaron posición en apenas una vuelta, copando con los Red Bull las primeras posiciones. Los boxes recuperan protagonismo Michael Schumacher hacía de maquinista de lujo en el trenecito de la zona media. Lejos de la doble pareja de líderes, hasta siete coches mantenían distancias mínimas en una procesión visualmente impactante aunque deficiente en espectáculo. Tranquilidad relativa hasta la vuelta 11, donde los boxes recuperaron viejas sensaciones ofreciendo una preciosa batalla en la clasificación. Uno de los grandes beneficiados fue Fernando Alonso, que consiguió superar a Sutil y a un siempre peligroso Kobayashi, plantándose en la décima posición y alcanzando la zona de puntos. Aunque la tensión se disparó con la parada de Webber y Hamilton, primero y segundo, que compartieron cambio de neumáticos en un sprint frenético en boxes. Error en el equipo McLaren que estropeaba momentáneamente el brillante trabajo de Lewis, relegado a la tercera plaza en una parada mediocre. Tampoco Jenson pudo mejorar en su entrada, manteniendo su cuarta posición a pesar de haber resistido en pista un par de giros más que sus rivales. El doblete Red Bull parecía inevitable. Desgraciadamente para Christian Horner, sólo lo parecía. Si el agua no funciona, pon un Vettel Fue en el giro 41 cuando Sebastian provocó el desastre para la escudería austriaca. Exceso de ímpetu del alemán, que no encontró la más mínima concesión en un Webber decidido a no modificar su trazada. Es discutible la carga de culpa de cada uno. Lo único evidente es que la amistad, en carrera, es poco más que una ingenua utopía. Si Ecclestone lo hubiera diseñado, no le hubiera salido mejor. Choque entre líderes, amenaza de lluvia, y el monoplaza de Hamilton con déficit de gasolina. El 'Circo' traspasaba la frontera y entraba de lleno en la carrera. El agua caída terminó siendo insuficiente, pero Button, inspirado por lo visto en carrera, no se lo puso fácil a su compañero de equipo. Adelantamiento maravilloso devuelto en seguida por Lewis. ¿Se imaginan una F1 con el mismo coche? Pues interrumpan el sueño porque, en pequeñas dosis, parece que lo disfrutaremos en más de una ocasión esta campaña. Gran rendimiento de Jenson, que sigue demostrando que no ha llegado a las 'flechas de plata' como invitado de piedra. Por detrás Alonso se hacía con la octava plaza en el último giro, toque con Petrov incluido. Tras las emociones turcas, los pilotos podrán refrescar la mente en su vuelo transatlántico hacia Canadá. En dos semanas, el circuito Gilles Villeneuve retorna con justicia al calendario, con lo que la F1 recupera uno de sus miembros estéticamente más bellos y legendarios. |
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