Hoy escribo, a mi pesar, este romance proclama, para recordar a todos cómo actúan los que mandan. Son Sánchez y sus lacayos, todos con sello macarra, muy capaces de vender al mejor postor su alma. Porque a Sánchez, el chulesco, nada le interesa España, solo lucha por su ego que le domina y arrastra. Como sus vanas promesas, con pertinacia aireadas antes de las elecciones para después, olvidarlas. Y luego, tras los comicios, demostrando su calaña, toma el camino contrario ciscándose en su palabra. Porque ha formado gobiernos, tan repletos de morralla, que desde que él gobierna España es una piltrafa. Donde los propios ministros, de su amo se contagian, viviendo de la mentira que es su marca registrada. Ha proporcionado indultos, que antes con rigor negaba, y ha subido los impuestos de forma disparatada. Y regalado amnistías, de una forma descarada, usando a Conde Pumpido un pim pam pum de hojalata. Las promesas de decencia, las ha reducido a nada; y al caminar solidario le ha mostrado las espaldas. Solo busca su provecho, haciendo estudiadas trampas, y aunque no haya presupuestos sus alforjas van colmadas. Con esta filosofía, propia de gentes del hampa, va devastando terrenos en los que siempre hubo calma. ¿Habéis visto sus desplantes y escuchado sus bravatas? son más propias de un bandido que de un hombre de palabra. Que se monta un veraneo, como las gentes del hampa, rodeado de guardianes que los ciudadanos pagan. Menos mal que la Justicia, que aún funciona en España, le va siguiendo los pasos y pondrá las cosas claras. Pues que vaya atando cabos, y deje las risotadas, porque de la risa al llanto hay una escasa distancia.
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