
Foto de Adriaan Greyling en Pexels
Cada 12 de agosto celebramos el Día Internacional del Elefante, creado en 2012 por la cineasta canadiense Patricia Sims y la Elephant Reintroduction Foundation de Tailandia, para visibilizar la difícil situación de los elefantes y promover acciones concretas en su defensa. Hoy exploramos cinco datos curiosos de estas colosales criaturas, que suscitan admiración y respeto.
1. Elefantes: casi sin descanso, pero despiertos
A pesar de su tamaño y majestuosidad, el descanso de los elefantes es sorprendentemente escaso: duermen apenas 3 a 4 horas por día, y en ocasiones lo hacen de pie. Esta peculiaridad está ligada a su condición de presa y a la necesidad constante de alimentarse, incluso de noche. Un ciclo de alimentación que incluye hojas, hierba, corteza y raíces —pueden consumir hasta 300 kg diarios— y requieren unos 40 litros de agua al día. La densidad y duración de sus jornadas reflejan la exigencia de su entorno natural.
2. Viajeros incansables, ingenieros del ecosistema
En entornos secos, los elefantes recorren distancias que parecen pequeñas hazañas para su tamaño: en Namibia, llegan a desplazarse hasta 180 km en una sola jornada; en Botswana, migran más de 300 km tras agotarse los pozos de agua. Estos trayectos no son caprichosos: mediante sus marchas distribuyen semillas, crean charcas y permiten la regeneración del entorno, por lo que son considerados especies clave para el equilibrio ecológico.
3. Una memoria... casi humana
Los elefantes no solo poseen una memoria prodigiosa, sino también una inteligencia emocional equiparable a la humana. Reconstruyen rutas migratorias décadas después, reconocen a sus congéneres tras muchos años y experimentan emociones profundas como el duelo. El Día Internacional del Elefante también se ha convertido en un símbolo de su capacidad de empatía y de su compleja vida social.
4. Matriarcas que lideran manadas y acciones de conservación
La figura de la matriarca —la hembra líder de la manada— es fundamental: guía a su grupo con sabiduría y memoria. Este año, el tema del Día del Elefante 2025 resalta el papel de estas matriarcas como símbolos de resistencia y cohesión social, así como el liderazgo femenino en la conservación: mujeres guardabosques, investigadoras y líderes comunitarias que trabajan para su protección reciben también visibilidad en esta efeméride.
5. Su valor cultural... más allá del turismo
Además de su rol ecológico, el elefante tiene una fuerte presencia cultural que atraviesa religiones y tradiciones. En India, forma parte viva del imaginario cultural: el elefante indio es venerado como símbolo de sabiduría, fuerza y fortuna, y aparece como encarnación del dios Ganesha; es considerado “herencia nacional” y símbolo de varios estados. En Tailandia, su imagen blanca se extendió incluso hasta la bandera oficial, y aún adorna emblemas reales y procesos rituales.
El pulso actual: una lucha urgente
Aunque celebramos su magnificencia, la realidad es dura: desde 2012, más del 60 % de los elefantes han sido destruidos por el tráfico de marfil, la pérdida de hábitat y otros conflictos humanos. Hoy, el Día Internacional del Elefante se convierte en una llamada global: proteger las manadas, apoyar reservas, denunciar la caza furtiva, y fomentar turismo ético y sostenible para que no desaparezcan de la naturaleza.
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