La revolución marxista de Mayo del 68 en la Universidad de la Sorbona en París, "Prohibido prohibir", "La religión es el opio del pueblo" y etc. etc. produjo una revolución, sobre todo en la juventud, arrolladora. Surgieron como hongos los grupos musicales, se daban conciertos a los que acudían multitud de jóvenes de ambos sexos, droga, alcohol, sexo y un desenfreno imparable, vacunaron a la juventud para que abandonasen la religión. Democracia, el invento más perfecto de Satanás, suprimen a Dios y ellos son los dioses que marcan las leyes más aberrantes e inmorales que han contemplado los siglos y de obligado cumplimiento. Los que prohibían prohibir, ahora no discrepes de sus normas, eres un fascista, un ultra. Y en cuanto a los demócratas que pedían tolerancia ahora son los más intolerantes.
En cuanto a la Iglesia Católica, estalló una terrible división: los que conservaban la Tradición y los "modernistas" que había que hacer una iglesia nueva. El resultado fue devastador, muchos católicos se marcharon y los modernistas barrieron con todo signo religioso, y la Divina Eucaristía quedó convertida en algo simbólico, no real.
Estas breves líneas reflejan la situación mundial. Todo está descompuesto, guerras, enfrentamientos, divisiones, muertes y violencia y un libertinaje que todo lo corrompe, hasta lo sagrado. La Iglesia Católica, según dijo Cristo, nunca será destruida. Pero es claro y manifiesto que esta era está llegando a su fin. ¡VEN SEÑOR JESUS, NO TARDES MÁS!
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