Tengo que confesar que, mientras fue diputado autonómico o alcalde Sevilla, el Sr. Espadas me pareció un mal político y mucho más aún, cuando me enteré de los enjuagues que hizo para colocar a su mujer en Faffe. Nada diferente a los Chaves, Griñán y compañía a quienes quieren dignificar los socialistas andaluces.
A propósito de este “insigne prócer”, no hace mucho tiempo, escribí un artículo titulado “El espadachín busca notario” porque el hoy senador, con sus ojos de lince, veía irregularidades en el PP andaluz. Aquello pasó sin pena ni gloria y él, también. Fue alejado de Sevilla porque, al parecer, no había dado la talla. Pero sigue arrodillado a las órdenes del capitán.
Ahora, mira por dónde, salen a la luz unas maniobras en las primarias de hace 4 años, contra Susana Díaz, orquestadas por el capitán. Las órdenes, traídas por una obediente fontanera del PSOE, decían: “antes que Susana Diaz: Periquito el de los palotes”. Según dicen, amañaron las primarias y ganó, cómo no, Juan Espadas, alias” Periquito el de los palotes”. ¿Y ahora qué?: ¡Page es un malvado!
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