¿Es Sánchez el dedo y la Luna el 5 por ciento para la Otán o es al revés?

Decía Confucio que cuando el sabio señala a la Luna, el necio mira al dedo. Quizás este sea uno de los problemas de la modernidad. Parece que en Sevilla hay conmoción porque a la Macarena le han alterado las pestañas. Quizás más triste hubiera sido descubrir que no se cumplen (sobre todo por lo de las guerras) las enseñanzas del Evangelio.

También hay que reconocer que la culpa la tiene la materialidad, que no se muestra fidedignamente; buen ejemplo son aquel padre e hijo que iban a pie a Cuenca. Ante lo interminable del viaje, el niño preguntó: papá, ¿qué está más lejos, Cuenca o la Luna? A lo que el padre respondió ásperamente: mira que eres tonto, hijo, ¿acaso ves a Cuenca? No sabía que a su temprana edad su hijo era precoz en eso de la ironía.

En los siglos XV, XVI, XVII, España tenía objetivos claros (lo que no equivale a correctos). Que se publicaran los planos del submarino de Isaac Peral en la Gaceta de Madrid debió significar que algo importante había cambiado para peor.

Con lo del 5 por ciento para gastos militares parece que voluntariamente no nos queremos aclarar.

Ahora mismo no sabemos si Sánchez es el dedo y el 5 por ciento en gasto para Defensa la Luna, o al revés. Pero no importa, pasará como con el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. Las condiciones del sí serán olvidadas hasta su inexistencia.

Feijóo tiene razón

Pero Feijóo tiene toda la razón cuando reprocha a Sánchez que un asunto tan importante no pase por el parlamento. Algo, añade, que hipotecará el futuro de las próximas generaciones; que anticipa, añade, un aumento del gasto militar en detrimento del Estado del bienestar.

Es decir, que es correcto deducir (su etimología no proviene de dedo) que si el asunto se planteara en el parlamento el PP votaría en contra, para así garantizar el Estado de bienestar. Lo reafirma cuando dice que se trata de "una patada para adelante" porque "lo que Sánchez acaba de decir es que va a comprometer el gasto militar para los próximos diez años”. A una razonable crítica procedimental se añade una razonable crítica de fondo, el propio 5 por ciento.

En lo que Feijóo no tiene razón

Por el contrario, no compartimos lo de que es uno de los mayores ridículos internacionales de la política exterior y de la política de defensa que jamás ha cometido España. Que Sánchez remolonea para no gastar un 5 por ciento del presupuesto debe ser verdad, dado el enfado de Trump, que ha dicho que “hay un problema con España”. Con Holanda --país de Rutte--, no lo hay; es rico, es un paraíso fiscal.

Quizás más ridículo sea que tanto partidario de Biden (aquella lucha ya se ha olvidado) ahora se pliegue dócilmente a los dictados de Trump.

Tampoco puede la prensa extranjera hablar de corrupciones Y si lo hace es que ha olvidado muchas cosas, como los asuntos de Lagarde, de v. d. Leyen, de Kallas, del propio Rutte (en su día la BBC decía: "Le arruinaron la vida a gente inocente": el escándalo que hizo dimitir en bloque al gobierno de Países Bajos –liderado por el ínclito--). En esta extraña escala de valores, Gaza, Cisjordania, Liberia, Siria o Irán son asuntos menores.

Afortunadamente tenemos a Rutte

Además, tenemos a Rutte (secretario general de la OTAN) para echarnos una mano (a pesar de que él y su Holanda nos tienen una verdadera inquina sobre la que cada año renuevan sus esencias patrias). Creemos que se hablará más de su memorable mensaje a Trump. Este, en agradecimiento, lo ha hecho público:

El comienzo nos recuerda a la pobre Marilyn Monroe, que no se merecía estar entre aquella jauría (con perdón a los animales). Dice así:

Mr. Presidente. Dear Donald.

“Felicidades y gracias por tu decisiva acción en Irán, fue verdaderamente extraordinaria y algo que nadie se habría atrevido a hacer”.

“Nos da seguridad a todos”.

“Donald, nos has conducido a un momento muy, muy importante para Europa y para América, y el mundo. Has conseguido algo que ningún otro presidente habría conseguido en décadas”.

“Europa va a pagar A LO GRANDE, como deberían, y eso será tu victoria”. (Habla de Europa como si fuera la Luna).

“Buen viaje y nos vemos en la cena con sus majestades”.

Este telegrama será tan memorable como la reciente frase de Merz y que en Alemania está causando alboroto: Israel está haciendo el trabajo sucio por nosotros. (Es evidente que Europa es un continente acosado).

¿Dónde busca Europa a sus líderes? ¿No hay un cierto tufillo a decadencia irremediable?