El 23 de junio de 1936, un documento oficial norteamericano revela la inquietud que embarga a los delegados de Estados Unidos para lograr un acuerdo territorial relacionado con el Chaco, a un año de haberse logrado el cese de hostilidades entre Paraguay y Bolivia. El delegado estadounidense Spruille Braden escribe en esa fecha al Secretario de Estado desde Buenos Aires, expresando su preocupación porque el Canciller paraguayo Juan Stefanich “ya se ha negado a ceder el control de la carretera de Villamontes a Santa Cruz".
"Cabe recordar que la Conferencia de Paz, al inicio de sus deliberaciones, sugirió la creación de una fuerza policial militar neutral dentro de la zona comprendida por las líneas de separación. Esta propuesta fue rechazada categóricamente por el Paraguay".
"Hasta donde sabemos, el nuevo régimen paraguayo rechazará con la misma firmeza dicha medida. Se iniciarán conversaciones sobre este tema con la Delegación paraguaya próximamente, antes de que la Conferencia les entregue el pago de repatriación de 2.400.000 pesos”. (1)
Braden adjuntaba copia de una carta recibida del Mayor John A. Weeks, que consideraba “de interés porque demuestra la conveniencia de un pronto ajuste del control de la ruta Villa Montes–Boyuibe”.
En las últimas semanas de la guerra del Chaco, el ejército paraguayo había intentado apoderarse de la localidad boliviana de Villamontes, y el asedio había encendido las alarmas en el seno de las diplomacias estadounidense y argentina, como se puede leer en los documentos oficiales.
En esta etapa de la guerra, a un alto costo en vidas y recursos, el ejército paraguayo había logrado apoderarse del camino internacional que partiendo de Villamontes se dirigía a Santa Cruz de la Sierra.
Las operaciones para cortar esta ruta, obedecían a un intento de aislar del resto de Bolivia a la localidad de Villamontes, en el Chaco boliviano, donde en noviembre de 1934 se había producido el derrocamiento del presidente Daniel Salamanca.
El 7 de abril de 1935, la diplomacia estadounidense había alertado a Washington sobre la conveniencia de apresurar las tratativas para lograr la paz, formando un grupo en vista de la reunión de la Liga del primero de mayo, “para evitar las complicaciones que podrían surgir si Paraguay se apoderara de Villamontes y de los pozos petrolíferos del país vecino”. (2)
Una semana antes, desde Asunción, el ministro de Estados Unidos en la capital paraguaya había informado al Departamento de Estado que “En una conversación con el Dr. Stefanich, Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro interino de Guerra y Marina esta mañana, este declaró que, durante su reciente visita, el Teniente Coronel Oscar Moscoso, en representación del Gobierno boliviano en el intercambio de prisioneros, solicitó una entrevista con el Presidente Franco. El Dr. Stefanich declaró que preguntó el propósito de la entrevista y que se le informó que era muy confidencial. Continuó explicando que el Coronel Moscoso sugirió que el nuevo Gobierno de Bolivia deseaba ganar prestigio ante la población de ese país y sugirió que la carretera internacional que conduce al norte de Villa Montes a Santa Cruz, ahora bajo control paraguayo, se pusiera bajo control boliviano, otorgando así al nuevo gobierno el prestigio deseado. El Dr. Stefanich declaró que el Gobierno de Paraguay se encontraba en una situación similar a la del nuevo Gobierno de Bolivia y no deseaba perder prestigio, por lo que no podía considerar la sugerencia. Sin embargo, indicó que se dieron órdenes y el Coronel Moscoso lo hizo saber, en el sentido de que se utilizarían los mejores y más discretos oficiales y tropas en el control de dicho camino, a fin de facilitar el uso boliviano del mismo y evitar toda molestia o causa de queja”. (3)
“El Dr. Stefanich también declaró que el Coronel Caballero Álvarez, al mando de las fuerzas paraguayas en el Chaco, se encuentra aquí y trajo una invitación del General Peñaranda para que el Presidente Franco se reuniera con el Presidente Toro de Bolivia en Villa Montes para tratar todos los asuntos pendientes entre ambos países. Indicó que, a su regreso al Chaco, el Coronel Caballero Álvarez entregaría una respuesta al General Peñaranda, que esta había sido redactada y que indicaría que Paraguay recibió la sugerencia con la mayor cordialidad, pero que se debía preparar adecuadamente el terreno para dicha entrevista, que el tema de la misma debía estar claramente definido y que esta solo se celebraría con el conocimiento y la aprobación de la Conferencia de Paz” decía también el informe de Howard.
Coincidían por esas fechas en los gobiernos de Bolivia y Paraguay, dos connotados protagonistas de la contienda del Chaco y exponentes de un embrionario nacionalismo revolucionario en sus respectivos países, David Toro y Rafael Franco.
Ambos cerrarían muy pronto sus respectivos ciclos en el poder político, barridos por las mismas fuerzas y los intereses extranjeros a la región, que los habían llevado a enfrentarse en las ardientes arenas del Chaco. LAW ---------------------
ESTE ARTÍCULO SE BASA EN LOS SIGUIENTES DOCUMENTOS DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO NORTEAMERICANO: 1. https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1936v05/d52 2.https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1935v04/d27 3.https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1936v05/d51
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