El inédito apagón del pasado día 28, ¿recuerdan? puso en evidencia que el Gobierno no estuvo a la altura, que no fue capaz de informar ni a tiempo, ni de un modo solvente, de lo que estaba sucediendo. En su primera comparecencia, que llegó tarde, Pedro Sánchez infundió sospechas muy alarmantes al asegurar que había hablado con los responsables de la OTAN. En ese momento el Gobierno debía ya saber que el apagón se debía a un fallo en el sistema que casa la demanda de electricidad con el sistema de generación. Hará falta tiempo para establecer las causas precisas de por qué se produjo un cero energético, de por qué el mecanismo que conecta la demanda y la generación de electricidad a través de las diferentes fuentes no tuvo la flexibilidad suficiente como para corregir un desequilibrio que fue fatal. Pienso que ese tiempo ya ha pasado ni ha habido explicaciones. Habrá tiempo para establecer si hubo negligencia, al menos en la vigilancia, del funcionamiento de la red eléctrica. Pero el Gobierno el día del apagón, una vez más, no estuvo a la altura de una situación inédita ni lo sigue estando.
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