Esta reflexión breve es un tópico, pero de tópicos aprende el ser humano, y sin embargo sigue —o seguimos— tropezando. Me refiero a las refriegas políticas de uno y otro bando de los dos grandes partidos en el poder, PSOE y PP, los cuales ven en el contrincante la paja en su ojo, pero no ven la viga en el suyo. Acusan al otro de tal o cual cuestión, pero ambos tienen casos de corrupción o los han tenido. Está claro que a los españoles lo que más les preocupa es poder llegar a final de mes, la transparencia y vivir con dignidad, y que las instituciones funcionen con legalidad, equidad e independencia. Y sobre todo, que por favor nadie se perpetúe más de ocho años en cargos ejecutivos importantes y políticos. En cuanto a la gente contratada casi a dedo en la administración paralela del Estado y comunidades autónomas, así como en la administración corporativa —sea del signo que sea—, en sus empresas públicas, organismos autónomos y demás, no hay nada nuevo bajo el sol. Sí sería necesario y prudente publicar el nombre y apellidos de cada persona que tiene un cargo de libre designación o a dedo; me refiero a cuáles son los cargos en el poder. Recuerdo que hace años se editaba un prontuario que ha desaparecido. En segundo lugar, junto a esa publicación, si son afiliados o no a algún partido político (sin decir siglas, claro). Con todo ello, los ciudadanos de a pie, con tanta informática y estadística, veríamos más claro y con más transparencia. Incluso ayudaría a la judicatura para vislumbrar con más claridad quién es quién en cada cargo político, en una visión de conjunto, no parcelada ni dividida.
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