Me parece muy conveniente y también interesante hacer el siguiente comentario, en especial en estos días que estamos viviendo ciertas transformaciones. El jurado de los Premios Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades decidió conceder este año este galardón al pensador alemán de origen coreano, Byung-Chul Han. Un filósofo que se declara católico y que no esconde que en su trayectoria formativa la teología ha jugado un papel fundamental en la configuración de su pensamiento. Dicen los clásicos que las ideas tienen sus consecuencias. Si por algo se caracteriza el galardonado con el Príncipe de Asturias es por su conocimiento a fondo de las teorías que hoy están incidiendo en la marcha de nuestro mundo. Pero su conocimiento no se limita a una mera arqueología filosófica, sino que tiene una especial sensibilidad hacia las heridas de las sociedades occidentales. Propone una crítica a fondo de algunos fenómenos contemporáneos, como puede ser el capitalismo neoliberal, las relaciones entre cultura y globalización o las nuevas formas de ejercicio del poder sobre las personas.
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