Hace unas semanas, en un bar, dos personas situadas en mesas diferentes, discutían alegremente, elevando la voz. Yo, que estaba cerca, me levanté y me fui. Ayer, en los asientos del vestíbulo de la estación de Renfe, una persona estaba viendo un video en su móvil, sin auriculares. Yo, que estaba cerca, hice lo mismo que en el bar, me fui...
Posiblemente en muchas lugares las normas no prohíben expresamente estos comportamientos. Pero, en general, de la normativa cívica, se puede deducir, que esto se ha de evitar.
¡Las normas! Gracias a las normas, el ruido en la vía pública, no nos impide dormir, el humo de los cigarrillos no es un problema, y empiezan a no ser un problema, en algunas ciudades, las bicicletas y los patinetes por las aceras.
Hay quien dice que cuando escasea la empatía y el civismo, es porque escasea la salud mental. Pero algunos expertos opinan que el civismo depende de otros factores...
Opinan que depende bastante de los valores del individuo. Y de su sentimiento de pertenencia. Si una persona no valora la limpieza, o no se siente parte de un barrio, posiblemente no recogerá los excrementos de su perro.
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