Amén es una controvertida y polémica película del director Costa Gavras que nos da cuenta del verdadero papel del jefe máximo de la Iglesia Católica Apostólica Romana, Pío XII, durante la Segunda Guerra Mundial, que a pesar del holocausto perpetrado por los nazis, guardó un sospechoso silencio ante los horrores de la guerra y los crímenes de lesa humanidad registrados en diversos campos de concentración, al contrario el sumo pontífice se mantuvo pasivo sin condenar dichas atrocidades en medio del conflicto bélico, tal vez le haya sido más cómodo mantenerse al margen de las disputas ideológicas y de las crisis políticas en aras de la neutralidad establecidas por el pacto de San Juan de Letrán signado en 1929 entre el Vaticano encabezado por Pío XI, el Rey Victor Manuel III y el gobierno fascista de Benito Mussolini.
Las encrucijadas entre lo divino y lo humano, y/o entre lo sagrado y lo profano seguramente han influido en las gestiones de los diversos pontificados y en algunos casos tendrán que decidirse por los caminos del bien o por el mal.
Este film nos cuenta la historia de un químico alemán de la SS, llamado Kurtz Gerstein, mismo que estaba encargado de fabricar el Gas Ziklon B para los campos de concentración y en un principio creyó que ese gas estaba destinado a limpiar las barracas, cuando se da cuenta que ese gas es usado para el exterminio de los judíos, al oficial alemán lo avasalla una crisis de conciencia que se traduce en un sentimiento de culpa y/o arrepentimiento y/o una cruda moral, por lo que decide actuar discretamente manteniendo un perfil bajo para luego denunciar esos crímenes apoyados a los dirigentes de la Iglesia Protestante pero no tiene éxito y fracasa, sin embargo intentan que la iglesia Católica en Roma a través del Padre Fontana, un joven sacerdote diplomático de la nunciatura en Berlín que había realizado conversaciones con miembros de las cancillerías aliadas, y ante las constantes solicitudes lo que recibe son solo respuestas negativas y hasta burlas por la incredulidad del nuncio, del Secretario de Estado Vaticano y del Propio Papa Pío XII, un Papa matizado por el anticomunismo.
Para el desenlace, y ante la falta de respuesta del Vaticano, el Padre Fontana decide sacrificarse como una víctima voluntaria del holocausto Nazi, aunque su amigo Kurtz lo encuentra y hace lo posible por evitar que lo apresen, y ya en la víspera del término de la guerra, al oficial alemán lo dejan en libertad para que se reintegre a su familia, regresa a la misma pero como KG tiene documentos comprometedores que prueban los crímenes nazis por lo que decide denunciar creyendo que los aliados en su condición de vencedores le iban a brindar el apoyo, al contrario lo saturan de cargos para mantenerlo en prisión, por lo que finalmente decide suicidarse.
Más allá del sesgo Ideológico, doctrinario de la trama, así como los perfiles demagógicos atribuídos a sus protagonistas, Costa Gavras en Amén nos muestra la falta de compromiso social y humanitario de Pío XII ante la tragedia que perecieron millones de judíos en los campos de concentración, si ese “Sospechoso silencio” ante los horrores de la guerra fueron deliberados y/o simplemente hizo caso omiso y/o soslayó la cruenta realidad de la II guerra mundial, que en contraste y en pleno siglo XXI, el Papa León XIV seguramente asumiría posiciones abiertamente antibelicistas y pacifistas vs las guerras en Ucrania y en Gaza e Israel: tal como lo hubiese hecho su predecesor Francisco I.
Fuente: la película “Amén” reproducida y exhibida por TV Cable
FICHA TÉCNICA: Dirección: Costa-Gavras, Guion: Jean-Claude Grumberg, Costa-Gavras, Intérpretes: Ulrich Tukur, Mathieu Kassovitz, Ulrich Mühe, Ion Caramitru, Argumento: basado en la obra de Rolf Hochhuth Fotografía: Patrick Blossier Montaje: Yannick Kergoat Música: Armand Arnar País: Francia Estreno en España: 10 Enero 2003 Distribuidora: Wanda
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