En España, sobre el tsunami arancelario de Trump, Pedro Sánchez compareció instalado en lemas propagandísticos que esconden indefinición y que expresan una impropia superficialidad. La intención de proteger a los sectores más afectados con un paquete de ayudas de 14 mil millones, como en los sectores automovilístico, farmacéutico o agrario, debe concretarse más. Sería deseable que con este Plan no ocurra como con los presentados anteriormente para acontecimientos imprevistos. Sánchez no debería utilizar esta guerra comercial simplemente para apuntalar su supervivencia política, sino darse cuenta de que no puede gobernar con la política de muros. Vivimos tiempos para los acuerdos de Estado, no para atrincherase en la Moncloa.
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