| ||||||||||||||||||||||
Es mi mensaje a mis amig@s argentin@s que me han enviado fuerzas para soportarlo. Respondo con la canción en memoria de Evita. Pienso que argentin@s y español@s hemos salido de situaciones peores y que la investidura de Rajoy no descubre algo nuevo, hace tiempo que la social democracia, se ha quitado la máscara y se adentra descaradamente en el neoliberalismo, ahora lo hacen con descaro y chulería. Hay, sin embargo, votantes de la misma que aún creían, honestamente de lo de “Social democracia, social traidor” era una invención de los anti sistema.
No hay razón para llorar, pero sí la hay para regocijo. Veo muy positivamente los votos de los diputados del PSOE que se rebelaron contra la “Gestora” y mantuvieron su “NO”. No comprendo muy bien la movida de Sánchez, pero algo se está moviendo. Más optimismo me da la iniciativa del alcalde de Jun, que apela a las bases, y lo que se palpa en la ciudanía.
Llorar consume las energías que necesitamos para unirnos en la lucha por un nuevo orden sensible a los Derechos Ciudadanos.
Realmente, la función de la filosofía se desarrolla, como un saber crítico de segundo grado, que analiza los contenidos de las diversas ciencias. Es un saber que se interesa por toda la realidad y el presente. Ya en vida de su creador Gustavo Bueno, su materialismo demostró una potencia explicativa extraordinaria, superior a la de otras corrientes o sistemas filosóficos.
Hay cosas cómicas que hay que tomar muy en serio. Son gansadas que retratan nuestro mundo. Representan el ombliguismo que nos rodea. El término es magistral: define aquello que cree está en el centro del cuerpo (del universo), sin reparar que su función se volvió inútil hace ya tiempo.
Hace unos días recibí de la editorial Anagrama el libro de Roberto Saviano titulado Los valientes están solos. Libro apasionante que he comenzado a devorar por la forma directa de contar una historia de coraje e integridad que terminó con los restos del juez Falcone volando por los aires a consecuencia del atentado perpetrado por la Cosa Nostra, al mando de ese tipo con cara de paleto bobo, Salvatore Totò Riina.
|