Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Libros
Etiquetas | Vídeo | Poesía | Poemas | Versos | Poeta

‘¡Diosa!’ y otros poemas del libro “Ardua” de Rolando Revagliatti

Poesía
Rolando Revagliatti
martes, 14 de enero de 2025, 09:56 h (CET)

10   ARDUA tapa 4ª Edición papel (artesanal)


¡Diosa!


Dios me trajo al mundo

inmejorablemente

ataviada


Produje

estupor


Y estupro.


*


Lo acepto: supongamos


Lo acepto: supongamos

que yo soy mortal

y que moriría, por lo tanto

mi belleza


¿Y entonces?

¿Cómo articularle

algún remoto sentido

a esta inconcebible

atrocidad?


*


Si usted aquí


Si aquí

sin usted

yo estaría

perdida


(guárdese su sonrisa)


usted aquí

sin mí

no estaría

encontrado.


*


Yo no estaba cuando fui


No me quedé conmigo

al irme con él

Yo no estaba como

para irme con él


No me quedé conmigo

para irme con él

No me llevé con él

al irme con él


No estuve conmigo

cuando estuve con él

Ni estuve con él

cuando estuve con él


para no quedarme

demasiado

conmigo.


*


Morir como


Morí como una mujer

-que es como morir

como un hombre-


Morí también como un perro

-que es como mueren también

otros animales-:

morí, entonces, como tantísimos animales

que mueren como un perro.


*


Hija:


Tenés ya vía regia

de escape o de ingreso:

cumpliste

saltimbanqueaste con los requisitos

superado el descomunal escollo que yo te he sido

un pasaporte te habilita:


alcancé mi fecha inusitada de vencimiento:

al punto que podrías, exhausta

pobrecita, única, recalibrada

vos también muriendo:

festejar.


*


Descendencia


Tengamos un bebé, Francisco

para tener la satisfacción, Francisco

de tener un bebé, Francisco


Tengamos la satisfacción, Francisco

de tener un bebé, Francisco

para que tengamos la satisfacción


Tengámoslo para tener, Francisco

la satisfacción de tenerlo, Francisco

al bebé.


*


Adiós a los discos de pasta


Se acabaron los 78

le avisé

A Corsini te lo vas a escuchar a Santa Lucía


Por suerte no sos un vulgar espontaneísta

Ni un voluntarista a ultranza

agregué, sin embargo

A ésos, los detesto


Aprendí que no estoy en esta vida para merodear

aduje

En la otra seré plenamente una estúpida

En ésta, ya no más


Poco después, partió

Traslúcido

Innoble, también

Rayado.


*


En simultánea


Estoy siendo barrenada

en simultánea

por dos concienzudos


Abundantes torpezas

Poco nos conocemos

Es un ensayo


Uno de mis partenaires

actor en serio

con formación

y bastante parecido al Peter Weller

de “Festín Desnudo”

es un rudo

impostado


El otro no

Y a veces

se distrae


Entre pan y pan

estoy yo

el jamón del sándwich

espectadora presencial de muchos


y dúctil protagonista de varios

apareamientos así diseñados

para las cámaras


La misma que, sin alarde

por fin percibe, no exenta de palabras

que en la doble penetración

en toda doble penetración

en esta misma doble penetración

ahora y conmigo

se interpenetran los machos

se buscan y espadean

a través de mí.


*


Multi


No, mirá, no

No, mirá

No, no


Yo sólo deseaba que nos desnudáramos

Pero te desenfrenaste, no sé qué te pasó

Deseaba, y sigo deseando

pero no, mirá, no


No... no...

¡Me mareo, me voy, mordeme acá

Don Juan Quijote, Tenorio de la Mancha!

Yo sola, no; vos, conmigo

¡Mordé, mordé!


Ay, no quiero, me da bronca

Vos seguís y ya está, se produce

Ay, no; fue el último. 





Noticias relacionadas

En esta novela nos trasladamos a la Barcelona de los años 70 donde Óscar Drau, protagonista de la historia, conoce a Marina Blau, hija de un pintor enfermo, cuya curiosidad les hace investigar el porqué una extraña mujer vestida de negro acude al cementerio a realizar un extraño ritual, depositando una rosa negra en una tumba sin nombre.

Los pobladores acostumbraban dormir muy temprano. Las luces del pueblo se encendían a las seis de la tarde y eran apagadas a las nueve de la noche, puede afirmarse que era ironía del tiempo. El vecindario del barrio hablaba del burdel y en especial de la mente enfermiza de una mujer, su pasión la llevó a la cárcel, su encanto de mujer le garantizaba los halagos de sus admiradores, pero el día del hecho criminal, en un abrir y cerrar de ojos se esfumó su encanto y la venta de su cuerpo.

Muchas gracias, Señor, por enseñarme, a postrarme ante a Ti con devoción, y por abrir Tu noble Corazón donde poder, dichoso, refugiarme.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto