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Un poema de Aurora Varela

Esta noche duermo sola

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No quería a su marido
ya que le había mentido,
por eso ha decidido
ya ni siquiera decírselo.

Ha cogido su pistola,
no pasó ni media hora,
ha entrado en el ascensor,
ya está llegando la hora.

La recibe en despacho,
un hombre muy alto y guapo,
ella le ofrece sus besos,
él la ama demasiado,
pero de él se ha cansado,
además le vieron borracho
y él decía que era falso.

No tenía que haber mentido
a su primorosa esposa,
pues con eso la ha obligado
a desear estar sola.

Como iba a dormir
con un hombre tan borracho,
que importa que fuera jefe
y tuviera un gran despacho.

Después de comerla a besos,
su marido se volteó,
ella sacó la pistola,
y sin dudarlo disparó.

Para ella, los que la engañan,
no tendrán perdón de Dios,
y esta noche duerme sola,
fruto de su incomprensión.

Así se dibuja el amor,
que no haya más preguntas,
mejor cortar por la sano
que vivir con nuevas dudas.

Dijo adiós a su angelito,
no fuera tan mal marido,
pero le había mentido
y ella no se lo ha creído.

-No te preocupes mi hombre,
no dejará cicatriz.

Esta noche duermo sola

Un poema de Aurora Varela
Aurora Peregrina Varela Rodriguez
jueves, 8 de septiembre de 2016, 08:37 h (CET)
No quería a su marido
ya que le había mentido,
por eso ha decidido
ya ni siquiera decírselo.

Ha cogido su pistola,
no pasó ni media hora,
ha entrado en el ascensor,
ya está llegando la hora.

La recibe en despacho,
un hombre muy alto y guapo,
ella le ofrece sus besos,
él la ama demasiado,
pero de él se ha cansado,
además le vieron borracho
y él decía que era falso.

No tenía que haber mentido
a su primorosa esposa,
pues con eso la ha obligado
a desear estar sola.

Como iba a dormir
con un hombre tan borracho,
que importa que fuera jefe
y tuviera un gran despacho.

Después de comerla a besos,
su marido se volteó,
ella sacó la pistola,
y sin dudarlo disparó.

Para ella, los que la engañan,
no tendrán perdón de Dios,
y esta noche duerme sola,
fruto de su incomprensión.

Así se dibuja el amor,
que no haya más preguntas,
mejor cortar por la sano
que vivir con nuevas dudas.

Dijo adiós a su angelito,
no fuera tan mal marido,
pero le había mentido
y ella no se lo ha creído.

-No te preocupes mi hombre,
no dejará cicatriz.

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