El 18 de junio aboné, a través de la tienda virtual de “Cartelera Turia”, una suscripción anual online a este reconocido semanario de ocio y cultura valenciano. Pensé que los números se enviarían en formato pdf a mi cuenta de correo electrónico (como se dejaba traslucir en la oferta de suscripción), pero al no recibirlo entendí que el procedimiento que la revista empleaba era otro, por lo que acudí a su web. De la misma solo me ha sido posible descargar desde entonces un número, el correspondiente al 23 de junio. De todos los demás publicados desde la fecha, nanay de la China, porque al pinchar en el enlace “Número online” y facilitar mi e-mail, no me reconocía la contraseña, y al pulsar la pestaña correspondiente a “Restablecer la contraseña” mediante un mensaje al e-mail, en este no recibía absolutamente nada, es decir: no funcionaba.
A la vista de tal fastidiosa situación he intentado por todos los medios ponerme en contacto con la “Turia”, dando todos ellos resultado infructuoso. Ni mis numerosos e-mail a las cuentas anunciadas en la web (que no son pocas) y en la versión en papel de la publicación, ni la infinidad de mensajes depositados en la cuenta de Messenger del Facebook de la revista me han sido respondidos (ignoro si leídos). No me acompañó la suerte con una carta certificada enviada en julio a las señas tradicionales de la revista en la calle Milagro que figuran en Internet y que me fue devuelta, ni con otra más ordinaria (esta no devuelta, pero tampoco respondida) enviada a unas señas extraídas de la web infonif.economia3.com.
Igualmente, intenté ponerme en contacto telefónico con “Cartelera Turia” a través de los números que figuran en la red, pero de todos ellos recibí el mismo mensaje pregrabado: “El número marcado no existe”. A la vista de semejante peregrinaje: ¿Debo dar por irremediablemente perdida mi suscripción anual y agachar la cerviz y reconocer que me la han colado? ¿Cómo es posible que una revista con 55 años de funcionamiento funcione tan deficitariamente?
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