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Votar a ‘Podemos’ es votar absurdo, manipulación y falta de compromiso

El populismo traería peligro para los ahorros

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En el exterior se llevan las manos a la cabeza solo de pensar que formaciones como ‘Podemos’, ‘Compromiso’, ‘Mareas’ o Izquierda ‘Hundida’ pueden tocar poder. Actualmente, el IBEX35 está tomando posiciones para que ninguna de esas formaciones -- dadas al escándalo y que llevan la corrupción incorporada desde nada más llegar—puedan formar un gobierno depredador. Tales posiciones pasan también por evitar que el Partido Socialista pueda llegar a gobernar, una vez demostrada la mala fe, la irresponsabilidad y la desmedida ambición del tal Pedro Sánchez.

Y no solo dan miedo todos esos movimientos populistas en un hipotético Ejecutivo. Éste que escribe hace más de quince años que no vota -- y mucho menos al Partido Popular-- pero en todos los foros serios parece que es el que ofrece más estabilidad, responsabilidad y garantías. Por si alguien lo duda, sí soy consciente de la corrupción que lleva azotándolo desde tiempo inmemorial. Se precisa una regeneración que Mariano Rajoy no es capaz de llevar a cabo. Pero, a pesar de todo eso, parece que es quien más garantías de estabilidad genera a la población. Ahí están las encuestas.

Votar a ‘Podemos’ es votar absurdo, manipulación y falta de compromiso. Sus líderes estarían muy bien si volvieran a la Facultad de CC. Políticas, para seguir haciendo populismo, postureo y jugando a hacer política. Lo de hacer política en serio no se puede consentir que lo haga esta gente. Ir a jugar al Congreso de los Diputados o a mostrar un niño (hoy desaparecido) ni es de recibo ni inspira confianza a nadie.

La ‘tropa’ podemita actúa cual Syriza en Grecia. Ese partido de extrema izquierda –fotocopia de ‘Podemos’ y hermanado con él-- ha destrozado el Estado heleno. Lleva en el gobierno griego desde principios del año pasado y no hay más que echar una ojeada a Grecia: el resultado es catastrófico; los recortes son abundantes; el “corralito bancario” se impone cada dos por tres; las jubilaciones ya han sido rebajadas en tres ocasiones (ayer se propuso la cuarta rebaja) y los inversores no quieren ni oír hablar de Grecia, Syriza o cuestiones parecidas. No hay duda de que es el espejo negativo y absurdo para España. Y es por eso por lo que hay que evitar a toda costa que esos muchachos y muchachas podemitas de la Complutense toquen poder y hagan política de juegos florales.

Otro día hablaremos de los usos oscuros de Ciudadanos y de la desconfianza que genera, pero hoy toca incidir en que el peligro para nuestros ahorros viene de esa izquierda radical, absurda, trasnochada y cavernícola, más propia de retroceso y descomposición que de otra cosa. Están muy lejos de ser fuerzas de progreso. La izquierda extrema nunca ha llevado progreso y prosperidad a los países donde ha tocado poder; más bien los ha arruinado y dividido a la población: miren a Grecia, Venezuela, Bolivia, Argentina, Brasil,…

Ante las elecciones del 26 de junio, ‘Podemos’ –en coalición con Izquierda ‘Hundida’- puede dar un buen repaso en votos al Partido Socialista. Eso demostrará la torpeza de la afiliación sociata al haberse puesto, una vez más, en manos de Pedro Sánchez. Éste ha demostrado una ineficacia total, una irresponsabilidad plena y un afán de figurar más propio de un gaznápiro que de un líder político responsable.

El IBEX35 no quiere ver a este personaje ni en pintura, sabedor de la facilidad del PSOE para arruinar las finanzas del Estado y destrozar cuanto toca: con Felipe González quedó temblando la Seguridad Social (no se podían pagar las nóminas de jubilados), con Rodríguez Zapatero se gobernó a ‘zapatillazos’ y con gran cantidad de irresponsables e ‘irresponsablas’ que dejaron al país al pie de los caballos. Mentiras, corrupción, pactos con ETA, traición al Gobierno, apoyo a gobiernos bananeros,…

Un panorama de izquierdas o de extrema izquierda pasaría factura a las bolsas, a la economía en general y a los mercados durante los próximos meses. ¡Y si a ello unimos que una nueva crisis ha iniciado el galope, lo cierto es que no estamos precisamente de enhorabuena!. Echen, echen una ojeada a los principales índices de la bolsa.

El previsible riesgo político sobre España, si la izquierda de algarada toca pelo, es para llevarse las manos a la cabeza. La caída de los índices es un hecho, como lo es el inmovilismo bursátil ante la preocupación por la presencia del populismo de ‘bocachanclas’. ¿Alguien se extraña de lo aparecido en Panamá? ¿Es cierto que se han extrañado? Lo sabía todo el mundo menos Hacienda. “¡Manda huevos!”, como dijo el otro.

Hace unos días, en un interesante artículo leía lo siguiente: “Las consecuencias para la economía y los mercados -- si los candidatos populistas se hacen con la victoria en las elecciones de los próximos meses-- serían devastadoras. Lo mejor: empezar a sacar dinero y empresas hasta ver. Doy fe.

El populismo traería peligro para los ahorros

Votar a ‘Podemos’ es votar absurdo, manipulación y falta de compromiso
Jesús  Salamanca
miércoles, 11 de mayo de 2016, 08:33 h (CET)
En el exterior se llevan las manos a la cabeza solo de pensar que formaciones como ‘Podemos’, ‘Compromiso’, ‘Mareas’ o Izquierda ‘Hundida’ pueden tocar poder. Actualmente, el IBEX35 está tomando posiciones para que ninguna de esas formaciones -- dadas al escándalo y que llevan la corrupción incorporada desde nada más llegar—puedan formar un gobierno depredador. Tales posiciones pasan también por evitar que el Partido Socialista pueda llegar a gobernar, una vez demostrada la mala fe, la irresponsabilidad y la desmedida ambición del tal Pedro Sánchez.

Y no solo dan miedo todos esos movimientos populistas en un hipotético Ejecutivo. Éste que escribe hace más de quince años que no vota -- y mucho menos al Partido Popular-- pero en todos los foros serios parece que es el que ofrece más estabilidad, responsabilidad y garantías. Por si alguien lo duda, sí soy consciente de la corrupción que lleva azotándolo desde tiempo inmemorial. Se precisa una regeneración que Mariano Rajoy no es capaz de llevar a cabo. Pero, a pesar de todo eso, parece que es quien más garantías de estabilidad genera a la población. Ahí están las encuestas.

Votar a ‘Podemos’ es votar absurdo, manipulación y falta de compromiso. Sus líderes estarían muy bien si volvieran a la Facultad de CC. Políticas, para seguir haciendo populismo, postureo y jugando a hacer política. Lo de hacer política en serio no se puede consentir que lo haga esta gente. Ir a jugar al Congreso de los Diputados o a mostrar un niño (hoy desaparecido) ni es de recibo ni inspira confianza a nadie.

La ‘tropa’ podemita actúa cual Syriza en Grecia. Ese partido de extrema izquierda –fotocopia de ‘Podemos’ y hermanado con él-- ha destrozado el Estado heleno. Lleva en el gobierno griego desde principios del año pasado y no hay más que echar una ojeada a Grecia: el resultado es catastrófico; los recortes son abundantes; el “corralito bancario” se impone cada dos por tres; las jubilaciones ya han sido rebajadas en tres ocasiones (ayer se propuso la cuarta rebaja) y los inversores no quieren ni oír hablar de Grecia, Syriza o cuestiones parecidas. No hay duda de que es el espejo negativo y absurdo para España. Y es por eso por lo que hay que evitar a toda costa que esos muchachos y muchachas podemitas de la Complutense toquen poder y hagan política de juegos florales.

Otro día hablaremos de los usos oscuros de Ciudadanos y de la desconfianza que genera, pero hoy toca incidir en que el peligro para nuestros ahorros viene de esa izquierda radical, absurda, trasnochada y cavernícola, más propia de retroceso y descomposición que de otra cosa. Están muy lejos de ser fuerzas de progreso. La izquierda extrema nunca ha llevado progreso y prosperidad a los países donde ha tocado poder; más bien los ha arruinado y dividido a la población: miren a Grecia, Venezuela, Bolivia, Argentina, Brasil,…

Ante las elecciones del 26 de junio, ‘Podemos’ –en coalición con Izquierda ‘Hundida’- puede dar un buen repaso en votos al Partido Socialista. Eso demostrará la torpeza de la afiliación sociata al haberse puesto, una vez más, en manos de Pedro Sánchez. Éste ha demostrado una ineficacia total, una irresponsabilidad plena y un afán de figurar más propio de un gaznápiro que de un líder político responsable.

El IBEX35 no quiere ver a este personaje ni en pintura, sabedor de la facilidad del PSOE para arruinar las finanzas del Estado y destrozar cuanto toca: con Felipe González quedó temblando la Seguridad Social (no se podían pagar las nóminas de jubilados), con Rodríguez Zapatero se gobernó a ‘zapatillazos’ y con gran cantidad de irresponsables e ‘irresponsablas’ que dejaron al país al pie de los caballos. Mentiras, corrupción, pactos con ETA, traición al Gobierno, apoyo a gobiernos bananeros,…

Un panorama de izquierdas o de extrema izquierda pasaría factura a las bolsas, a la economía en general y a los mercados durante los próximos meses. ¡Y si a ello unimos que una nueva crisis ha iniciado el galope, lo cierto es que no estamos precisamente de enhorabuena!. Echen, echen una ojeada a los principales índices de la bolsa.

El previsible riesgo político sobre España, si la izquierda de algarada toca pelo, es para llevarse las manos a la cabeza. La caída de los índices es un hecho, como lo es el inmovilismo bursátil ante la preocupación por la presencia del populismo de ‘bocachanclas’. ¿Alguien se extraña de lo aparecido en Panamá? ¿Es cierto que se han extrañado? Lo sabía todo el mundo menos Hacienda. “¡Manda huevos!”, como dijo el otro.

Hace unos días, en un interesante artículo leía lo siguiente: “Las consecuencias para la economía y los mercados -- si los candidatos populistas se hacen con la victoria en las elecciones de los próximos meses-- serían devastadoras. Lo mejor: empezar a sacar dinero y empresas hasta ver. Doy fe.

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Estamos fuertemente imbuidos, cada uno en lo suyo, de que somos algo consistente. Por eso alardeamos de un cuerpo, o al menos, lo notamos como propio. Al pensar, somos testigos de esa presencia particular e insustituible. Nos situamos como un estandarte expuesto a la vista de la comunidad y accesible a sus artefactos exploradores.

En medio de los afanes de la semana, me surge una breve reflexión sobre las sectas. Se advierte oscuro, aureolar que diría Gustavo Bueno, su concepto. Las define el DRAE como “comunidad cerrada, que promueve o aparenta promover fines de carácter espiritual, en la que los maestros ejercen un poder absoluto sobre los adeptos”. Se entienden también como desviación de una Iglesia, pero, en general, y por extensión, se aplica la noción a cualquier grupo con esos rasgos.

Acostumbrados a los adornos políticos, cuya finalidad no es otra que entregar a las gentes a las creencias, mientras grupos de intereses variados hacen sus particulares negocios, quizá no estaría de más desprender a la política de la apariencia que le sirve de compañía y colocarla ante esa realidad situada más allá de la verdad oficial. Lo que quiere decir lavar la cara al poder político para mostrarle sin maquillaje.

 
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