Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Elecciones | Pedro Sánchez | PSOE | Elecciones generales | 23-J
Él, y solo él, decide lo que conviene y no conviene a España y a su partido

​¿Por qué se rechaza a Sánchez?

|

Tal y como vaticiné en mi columna del domingo pasado, la noche del 28M fue tan infartante para el partido socialista que ni en sus peores crisis se había producido tan espectacular desolación y vacío en su sede de la calle Ferraz. A partir de esa noche, todo hacía presagiar que mientras más de ocho millones de ciudadanos festejábamos el brillante éxito electoral del centro y la derecha, Pedro Sánchez debería estar rumiando su reacción desde la madriguera de su fortaleza monclovita.


Y así fué, de un plumazo (nunca mejor dicho), disolvió al día siguiente Las Cortes para someter, sin solución de continuidad, a los españoles a un nuevo plebiscito electoral el día 23J en plena canícula veraniega y vacacional. Mucho ya se ha debatido y especulado sobre sus razones y la oportunidad o inoportunidad de esa legítima decisión, por lo que difícilmente podría aportar a estas alturas, ninguna consideración que fuera de especial interés.


Pero lo que sí me parece relevante es hacer un breve análisis de algunas de las razones que han llevado a los españoles a pronunciarse sin paliativos a favor de un cambio mayoritario en los gobiernos de los municipios y comunidades autónomas. La primera es fácil deducirla a raíz de la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, ante su ferviente y enardecida parroquia de diputados y senadores, que ¡festejaban y aplaudían! la derrota de su admirado líder. Me sorprendió sobremanera que hiciera alusión a “su conciencia”, sin ninguna otra explicación, para justificar la decisión del adelanto electoral. El y solo él, decide lo que conviene y no conviene a España y a su partido. Es la exaltación de su narcisismo a la máxima potencia: L’Etat, c'est moi (El Estado soy yo), una reedición del discurso de Luis XIV, rey de Francia, ante los parlamentarios parisinos.


La segunda razón es que Sánchez ha impregnado a todo su gobierno y a su partido de esa exaltación de su persona, lo que desde mi modesta opinión, ha sido la principal consecuencia de la debacle electoral que ha sufrido el 28 M. Las contradicciones en las que ha incurrido y su caótica gestión del gobierno en estos sesenta meses se ha manifestado en el rechazo y la desconfianza que la mayoría de los españoles sentimos hacia su persona y la de sus aliados. En la memoria de los votantes, aunque ahora quiera confundirla con el adelanto electoral, está, entre otras muchas, la gestión de la pandemia; su alejamiento personal de las familias que más duramente la sufrieron en hospitales y morgues; los escándalos de las maletas venezolanas de Barajas y las alianzas con la izquierda comunista más radical de Europa junto a los que permanentemente amenazan con separarse y fracturar España. La tercera y la más perjudicial para nuestra democracia y el sistema constitucional, ha sido romper el equilibrio de las instituciones y el principio de la división de poderes. Ninguna institución del Estado se ha visto libre de ser asediada en su afán depredador. 


Solo por estas mismas razones, estoy convencido de que la mayoría del pueblo español volverá a rechazarlo el 23J.

​¿Por qué se rechaza a Sánchez?

Él, y solo él, decide lo que conviene y no conviene a España y a su partido
Jorge Hernández Mollar
sábado, 3 de junio de 2023, 11:42 h (CET)

Tal y como vaticiné en mi columna del domingo pasado, la noche del 28M fue tan infartante para el partido socialista que ni en sus peores crisis se había producido tan espectacular desolación y vacío en su sede de la calle Ferraz. A partir de esa noche, todo hacía presagiar que mientras más de ocho millones de ciudadanos festejábamos el brillante éxito electoral del centro y la derecha, Pedro Sánchez debería estar rumiando su reacción desde la madriguera de su fortaleza monclovita.


Y así fué, de un plumazo (nunca mejor dicho), disolvió al día siguiente Las Cortes para someter, sin solución de continuidad, a los españoles a un nuevo plebiscito electoral el día 23J en plena canícula veraniega y vacacional. Mucho ya se ha debatido y especulado sobre sus razones y la oportunidad o inoportunidad de esa legítima decisión, por lo que difícilmente podría aportar a estas alturas, ninguna consideración que fuera de especial interés.


Pero lo que sí me parece relevante es hacer un breve análisis de algunas de las razones que han llevado a los españoles a pronunciarse sin paliativos a favor de un cambio mayoritario en los gobiernos de los municipios y comunidades autónomas. La primera es fácil deducirla a raíz de la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, ante su ferviente y enardecida parroquia de diputados y senadores, que ¡festejaban y aplaudían! la derrota de su admirado líder. Me sorprendió sobremanera que hiciera alusión a “su conciencia”, sin ninguna otra explicación, para justificar la decisión del adelanto electoral. El y solo él, decide lo que conviene y no conviene a España y a su partido. Es la exaltación de su narcisismo a la máxima potencia: L’Etat, c'est moi (El Estado soy yo), una reedición del discurso de Luis XIV, rey de Francia, ante los parlamentarios parisinos.


La segunda razón es que Sánchez ha impregnado a todo su gobierno y a su partido de esa exaltación de su persona, lo que desde mi modesta opinión, ha sido la principal consecuencia de la debacle electoral que ha sufrido el 28 M. Las contradicciones en las que ha incurrido y su caótica gestión del gobierno en estos sesenta meses se ha manifestado en el rechazo y la desconfianza que la mayoría de los españoles sentimos hacia su persona y la de sus aliados. En la memoria de los votantes, aunque ahora quiera confundirla con el adelanto electoral, está, entre otras muchas, la gestión de la pandemia; su alejamiento personal de las familias que más duramente la sufrieron en hospitales y morgues; los escándalos de las maletas venezolanas de Barajas y las alianzas con la izquierda comunista más radical de Europa junto a los que permanentemente amenazan con separarse y fracturar España. La tercera y la más perjudicial para nuestra democracia y el sistema constitucional, ha sido romper el equilibrio de las instituciones y el principio de la división de poderes. Ninguna institución del Estado se ha visto libre de ser asediada en su afán depredador. 


Solo por estas mismas razones, estoy convencido de que la mayoría del pueblo español volverá a rechazarlo el 23J.

Noticias relacionadas

La política española ha sido moldeada por una Constitución que, si bien ha traído estabilidad y democracia, también ha generado críticas y desafíos. Una de las principales preocupaciones es el sistema de representación, que favorece a los partidos sobre los ciudadanos y dificulta la rendición de cuentas.

Las listas de espera en la Sanidad española se han convertido en un tema candente y urgente, son verdaderamente un desafío inaplazable. Tanto para una operación, como para obtener una cita con un especialista, los pacientes enfrentan demoras que parecen insuperables.

Un pequeño jardín interior donde brotan diversas flores y plantas, e incluso algún que otro árbol tropical, es el patio que da acceso a la sala donde se organiza el acto. Es la noche de los libros y la Asociación Colegial de Escritores, de la mano de la Fundación de Ferrocarriles Españoles, ha organizado un pequeño evento, que no es otra cosa que un tributo a nuestro poeta Vicente Aleixandre.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto