Ayer, escuchando las noticias me entristeció que de nuevo estemos ante casos de incendios en Parques Naturales o espacios protegidos, a veces causados por las personas. En muchas ocasiones, el fuego se origina por la combustión de la vegetación acumulada durante el invierno y la primavera.
El trabajo de limpieza y mantenimiento del bosque es una labor que debe ocupar todo el año, no sólo en los meses de mayor riesgo de incendio. Y aquí las autoridades cuentan con un gran aliado del que no se están aprovechando: el ganado. Esto es lo que me parece realmente incomprensible ya que teniendo rebaños a los cuales los ganaderos tienen que alimentar por culpa de la sequía, no se potencia más poder pastar de forma controlada en estas zonas de riesgo para así ir reduciendo la maleza al mismo tiempo que se les alimenta de forma natural. Además, a la vez que se reduce el gasto del combustible de la maquinaria y de herbicidas, se garantiza la diseminación de semillas y se mejora la biodiversidad y la calidad del monte.
El riesgo de incendios se reduciría considerablemente y aumentaremos la calidad y la cantidad de productos que nos daría el ganado. Esta cadena de factores favorables quizás no convenga a ciertas personas con intereses económicos que no interesa comentar.
Si tan a favor estamos de la economía circular, hagámosla posible a través de acciones que favorezcan el crecimiento de nuestros recursos más cercanos.
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