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El trauma de Aznar

Mario López
Mario López
miércoles, 8 de abril de 2009, 11:12 h (CET)
Hace algún tiempo descubrimos que José María Aznar padecía el síndrome del acento extranjero. Fue en su estadía en el rancho de Georges W. Bush, personaje por el que el político vallisoletano profesa una fascinación, rayana en el fetichismo, que le ha llevado, entre otras cosas, a fantasear sobre unas relaciones íntimas en términos pueriles: poner los pies encima de la mesa del salón, fanfarronear con sus marcas de velocidad, etc.

El síndrome del acento extranjero (SAE) es un cuadro poco conocido de afectación del lenguaje que se ha descrito en unos pocos casos tras ictus agudos o traumatismos craneoencefálicos, y del que hasta ahora no se había informado en relación con la esclerosis múltiple (EM). Ni espero ni deseo que José María Aznar sufra esclerosis múltiple, pero de lo que no tengo duda es de que sufrió algún fuerte traumatismo. Sus insensatos comentarios acerca del alcohol y la conducción temeraria acreditan una disfunción muy relacionada con este síndrome. Un hombre con evidentes síntomas de padecer una lesión cerebral de esta importancia no debería estar expuesto a situaciones de estrés agudo como las que le pueden sobrevenir al vivir de un modo traumático el éxito de un adversario político, su sucesor en el cargo de presidente del Gobierno. Las declaraciones intempestivas de José María Aznar se producen generalmente en el momento en el que José Luís Rodríguez Zapatero culmina una acción política exitosa, perfectamente objetiva, como es el caso de su último encuentro con Obama. Cosa que contrasta dramáticamente con el fantasioso éxito que se atribuye puerilmente Aznar en su relación con Georges W. Bush. La últimas manifestaciones del presidente de la FAES, realizadas ayer mismo y en las que exacerba un problema ya superado –“el repliegue de las tropas españolas de Kosovo han provocado desconfianza, irritación y pérdida de credibilidad”- no son otra cosa que una muestra más de una patología que seguramente guarda una estrecha relación con el síndrome de acento extranjero.

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