| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
|
|
En España, contra viento y marea, la Ley Trans se ha aprobado, definitivamente desde hoy. El Gobierno y los Grupos Parlamentarios que lo sostienen han hecho oídos sordos a las evidencias y, sobre todo, a las historias de vida de jóvenes y adultos que podían narrar en primera persona los daños que los fármacos, la cirugía y una falsa doctrina habían causado en sus vidas.
En estos últimos días, varios medios de comunicación han dado voz a historias de vida que deberían conmover al más indiferente. Algunos de los protagonistas de estas historias ya no podrán contar cómo ha sido el calvario. Algunos otros se han atrevido a levantar la voz con la ayuda de sus familias. Muchos de ellos creyeron encontrar en el mal llamado “cambio de sexo” una respuesta a los problemas que les aquejaban.
A partir de ya, la Ley seguirá su curso, los colegios vivirán un contagio acelerado y los jóvenes y sus familias seguirán indefensos si no se articula, cuanto antes, una respuesta transversal y socialmente sostenida, que con criterios profesionales sea capaz de proteger a las víctimas potenciales de este disparate.
Tal y como vaticiné en mi columna del domingo pasado, la noche del 28M fue tan infartante para el partido socialista que ni en sus peores crisis se había producido tan espectacular desolación en su sede de la calle Ferraz. A partir de esa noche, todo hacía presagiar que mientras más de ocho millones de ciudadanos festejábamos el brillante éxito electoral del centro y la derecha, Pedro Sánchez debería estar rumiando su reacción desde la madriguera de su fortaleza monclovita.
El pasado viernes 2 de junio acudí a FNAC San Agustín de Valencia en cuál acogía en su Fórum de cultura la presentación de la novela "Mundo al revés: HISTORY" (Ediciones Hades, 2023), del poeta y novelista valenciano Ángel Padilla, quien ha publicado muchos libros en distintas editoriales, tanto de novela como de poesía, y ha ganado varios premios literarios, como el Ignotus o el de lecturas poéticas en Abastos organizado por el Ayuntamiento de Valencia.
EH Bildu estaría integrada por militantes de Aralar, Alternativa, EA e Independientes, todos ellos fagocitados por la estrella-alfa Sortu, pero seguiría estigmatizada por su negativa a condenar el terrorismo de ETA, lo que le habría convertido a ojos del establishment navarrista UPN-PSN en un "paria político" al que hay que condenar al ostracismo y mediante pactos públicos o acuerdos tácitos impedir que acceda a ninguna instancia de poder en Navarra.
|