Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Carta al director
Jaime Fomperosa Aparicio, Santander

Lo peor no es el comunismo, es la democracia

|

La vida del cristiano tiene que ser activa, no se limita a asistir a Misa los domingos, hay que dar ejemplo y cumplir el mandato del Señor, “ID Y PREDICAD”. Que se publiquen mis escritos o no se publiquen, eso es indiferente, no depende mi, lo importante es cumplir el mandato. 


Nací en 1936, por tanto estoy por los 87 años, y dice una frase popular “La experiencia es la madre de la ciencia.” El comunismo hace mártires como en la guerra civil española, y la democracia hace apóstatas. Cuando se estableció este estado democrático, laico, sin Dios, ya dije que era un sistema para “Gente de malvivir”, es decir, inmoral. España era católica, cuando no se actúa como se piensa, se acaba pensando como se actúa. Entiendo que esto políticamente no tiene solución. Para demoler un edificio una pala lo lleva a cabo en dos paletadas, pero para construirla lleva mucho tiempo. Y ¿Quién conmueve la conciencia de esta sociedad laica que se edifico sin Dios? 


El mal es muy grave y muy extenso, y pienso que solamente una actuación proveniente del cielo, puede conmover la conciencia de esta sociedad que ha perdido por completo la conciencia del mal, y como ya estamos acostumbrados, nadie quiere dar la voz de alarma, solamente algún inadaptado fascista y retrogrado, que el pobre ha perdido la razón. Claro que los profetas eran anunciadores de tragedias, pero no era él, el autor, era la Voz de Dios que anunciaba a su pueblo su extravío.  

Lo peor no es el comunismo, es la democracia

Jaime Fomperosa Aparicio, Santander
Lectores
martes, 21 de marzo de 2023, 08:37 h (CET)

La vida del cristiano tiene que ser activa, no se limita a asistir a Misa los domingos, hay que dar ejemplo y cumplir el mandato del Señor, “ID Y PREDICAD”. Que se publiquen mis escritos o no se publiquen, eso es indiferente, no depende mi, lo importante es cumplir el mandato. 


Nací en 1936, por tanto estoy por los 87 años, y dice una frase popular “La experiencia es la madre de la ciencia.” El comunismo hace mártires como en la guerra civil española, y la democracia hace apóstatas. Cuando se estableció este estado democrático, laico, sin Dios, ya dije que era un sistema para “Gente de malvivir”, es decir, inmoral. España era católica, cuando no se actúa como se piensa, se acaba pensando como se actúa. Entiendo que esto políticamente no tiene solución. Para demoler un edificio una pala lo lleva a cabo en dos paletadas, pero para construirla lleva mucho tiempo. Y ¿Quién conmueve la conciencia de esta sociedad laica que se edifico sin Dios? 


El mal es muy grave y muy extenso, y pienso que solamente una actuación proveniente del cielo, puede conmover la conciencia de esta sociedad que ha perdido por completo la conciencia del mal, y como ya estamos acostumbrados, nadie quiere dar la voz de alarma, solamente algún inadaptado fascista y retrogrado, que el pobre ha perdido la razón. Claro que los profetas eran anunciadores de tragedias, pero no era él, el autor, era la Voz de Dios que anunciaba a su pueblo su extravío.  

Noticias relacionadas

A quienes estamos convencidos de la iniquidad intrínseca de Sánchez, no nos va a confundir la supuesta “carta de amor” de este cateto personaje a su Begoña amada, redactada de su “puño y letra” (con sus tradicionales errores y faltas gramaticales) y exceso de egolatría.

Recuerdo con nostalgia la época en la que uno terminaba sus estudios universitarios y metía de lleno la cabeza en el mundo laboral. Ya no había marchas atrás. Se terminaron para siempre esos años de universitario, nunca más ya repetibles. Las conversaciones sobre cultura, sobre política, sobre música. Los exámenes, los espacios de relajamiento en la pradera de césped recién cortado que rodeaba la Facultad, los vinos en Argüelles, las copas en Malasaña...

Tras su inicial construcción provisional, el Muro de Berlín acabó por convertirse en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, reforzado en su interior por cables de acero para así acrecentar su firmeza. Se organizó, asimismo, la denominada "franja de la muerte", formada por un foso, una alambrada, una carretera, sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia y patrullas acompañadas por perros las 24 horas del día.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto