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Una historia muy personal del Jueves Santo

Fiestas nacionales
José García Pérez
viernes, 25 de marzo de 2016, 12:00 h (CET)
Por pasar un poquitín a la historia les ruego me permitan que les narre la secuencia (1-abril-1982) por el que estas líneas escribe consiguió que el Jueves Santo fuera declarado Fiesta Nacional; lógicamente no es por ponerme una medallita, sino por poner los hechos en su sitio.

Corría la fiesta datada, cuando presenté una “proposición no de ley” en el Congreso de los Diputados para que el Jueves Santo fuese declarado Fiesta Nacional en contra del calendario presentado por UCD en el que no aparecía dicho día como Fiesta Nacional, siendo trasladado tal excepcionalidad al Lunes de Pascuas para pelotillear a CiU, socio encubierto del Gobierno de España.

En resumen, lo que argumenté en la sacrosanta tribuna del Congreso a título de resumen fue lo que sigue: “… hay otro organismo andaluz, no político, pero enraizado dentro de la expresión popular andaluza que sigue contemplando que el Jueves Santo sea declarado fiesta nacional.

“…. El Jueves Santo tiene una tradición y religiosidad popular, nos atreveríamos a afirmar que en todos los pueblos de España, desde luego con gran incidencia en Andalucía, Murcia, Castilla, Extremadura, etcétera. Ese día, señorías, es un pueblo en su totalidad el que se lanza a la calle y desde distintas perspectivas de entender, tradición, arte y religiosidad popular expresa su visión unitaria del día, aunque con singularidades propias de cada pueblo y las Comunidades que lo conforman.”

“… por otra parte, la decisión de eliminar como festivo el Jueves Santo, demuestra una falta de sensibilidad cultural, al convertir este acto en una falta de delicadeza hacia lo más consustancial del alma popular de los pueblos de España, desde luego de Andalucía, y en un acto realizado desde despachos oficiales ajenos por lo visto al sentir del pueblo andaluz.”

“… por último pensamos en el millón de andaluces emigrados fuera de nuestra tierra y ubicados en otros pueblos y nacionalidades de España que ven mermada su posibilidad de encontrarse con su pueblo a través de uno de los actos más populares en religiosidad y cultura que se dan en Andalucía…”

“… sabemos de las dificultades que conlleva hoy la posibilidad de sacar adelante esta Proposición no de Ley, pero también sabemos que una gran mayoría de los Diputados de esta Cámara están de acuerdo con ella y, por tanto, me atrevería a decir que sería el momento de exteriorizarlo con un voto afirmativo…, por todo ello solicitamos que el Jueves santo sea declarado día festivo en toda la nación española. Muchas gracias”.

Y salió adelante, es por ello que los andaluces no comemos en el día de hoy “La mona de Pascua”, sino que seguimos con la dulzona torrija.

Ustedes perdonen, pero tuve que ver, y bastante, en conseguir que sigamos diciendo: “Tres jueves tiene el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Cristi y el día de la Ascensión”.

O sea; “A Dios lo que es de Dios y al César…”, pero este pequeño detalle se lo apunta un servidor en su agenda particular por más que algunos me tengan como un cero a la izquierda.

Vamos, amig@s, que en el tiempo que estuve en el Congreso ejercí como andaluz de pura cepa.

Corren en la actualidad nuevos aires, aunque prefiero los vendavales de la “impura casta”.

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