Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Sociedad | 15M

En el mugrerío

No es necesario recurrir a los hornos crematorios para cometer crímenes de Lesa Humanidad
Carlos Ortiz de Zárate
domingo, 20 de marzo de 2016, 04:34 h (CET)
La indignación de los ciudadanos no se agotó en el grito del 15 M. Ahora estamos estragados de indignidad y callamos por impotencia ante lo que nos toca vivir y ante lo que nos cuentan. Callamos porque estamos estragados. Yo mismo he caído en ese “silencio de los coderos”, pero me empuja el asco.

No es necesario recurrir a los hornos crematorios para cometer crímenes de Lesa Humanidad y el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU considera que las políticas de la UE violan Derechos Humanos Fundamentales. Nada ha impedido la firma del acuerdo con Turquía; nos hemos acostumbrado a ver escenas del trágico impacto de estas políticas. No creo que alguien pueda sentirse indiferente, pero estamos inmersos en el mugrerío.

Es ya fuerte que el gobierno en funciones afirme que la Constitución española no prevé controles para sus tomas de decisiones y defienda la misma. Es una doble enormidad. Precisamente en el marco de este debate se publican los mensajes intercambiados entre el jefe del Estado y consorte con un presunto corrupto, López Madrid. Resulta patético, sobre todo cuando las noticias de la gravedad de la corrupción implican a los dos partidos del poder, a la Casa Real… y que pese a su magnitud y a los recortes, la justicia lleva años sin resolver.

Nuestras instituciones no ofrecen otra salida que el “silencio de los corderos”, sin embargo, los españoles hemos votado el pasado diciembre y podemos exigir a nuestros representantes en el Congreso que ejerzan nuestra representación ya.

Noticias relacionadas

Fuera esperaba el amanecer… Últimamente sus días acababan al mediodía; el tiempo de colgarse de un cigarrillo y fumarse toda la niebla de unas pocas horas en que podría deslizar su fantasma por entre las cosas. No recordaba de seguro su edad; el espejo le traicionaba y sólo le reflejaba la mitad que nunca sospechó ser. 

Es normal que aparezcan palabras nuevas porque la lengua está viva, y es estupendo cuando ayudan a reconocer que el lenguaje es pensamiento. Ocurrió con el neologismo ‘aporofobia’, acuñado por la catedrática Adela Cortina a partir de los términos griegos áporos (sin recursos) y fobos (temor, pánico), que la RAE incorporó en 2017 para dar nombre al miedo, el rechazo o la aversión a los pobres.

Llevamos años y todos cuantos se imaginen ustedes, seguirán siendo pacto con el silencio de siempre. Una mudez que no cesa. Uno que lleva bastantes años jubilado y se ha tenido que enganchar en AVE, ha visto en ese tiempo las sacudidas, las esperas en plena vía del tren y en mitad del campo. Los plantones y sacudidas, con las esperas a que nos tienen acostumbrados la Renfe, a veces con periodos de cuatro y cinco horas en mitad de la nada en la ruta de Algeciras-Antequera.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto