¿Te imaginas guardar todo tu establecimiento en un sitio al que tienes acceso restringido y sólo puedes entrar con la ayuda de un informático? Pues ese es uno de los mayores problemas que sufren muchos usuarios cuando eligen el lugar donde van a alojar su página web porque no saben muy bien en qué fijarse y la mayoría de las ocasiones tan sólo lo escogen por ser el primero que han visto.

El hosting o el alojamiento web es el servicio que tienes que contratar para subir tu página web y donde guardar por ejemplo toda la información como fotos, también es el servicio en el que tienes todos los archivos que dan forma a tu web, etc. La empresa lo que hace es que te cede un espacio para que hagas todo eso.

Por eso mismo no te vale cualquier tipo de lugar para subir toda esa información tan importante. Al final tienes que saber bien lo que tu necesitas, todo lo que va a requerir tu negocio en Internet para después buscar el servicio de hosting que más se ajusta a sus necesidades.

Un problema en el que caen muchos usuarios es que eligen el primero que ven y se rigen tan solo por el precio bajo. Luego vienen los inconvenientes al paso de los días cuando ya tienen que hacer cosas que a lo mejor el servicio que ellos han contratado no lo da o incluso ya empiezan a ver que se les queda corto todo lo que ofrece.

Así que el primer consejo que debes tener bastante presente es que estudies bien tus necesidades y luego lánzate en la búsqueda de un servicio adecuado. Un paso que a lo mejor tan solo te puede llevar un rato de tu tiempo, pero que te puede salvar de muchos dolores de cabeza en el futuro.

Otro punto esencial a la hora de elegir tu hosting son tus propios conocimientos que tengas de informática. En muchas ocasiones usuarios más novatos contratan servicios de alojamiento web y se encuentran que deben hacer cambios o gestionar un determinado lenguaje que a lo mejor no tienen ni idea de usarlo.

Todo ello al final te lleva a perder mucho tiempo y si decides mantener el hosting llegará el momento que deberás contratar a un experto que te eche una mano para intentar por lo menos gestionar de una forma sencilla tu página web. Lo que hace que el presupuesto que tenías para página web vaya engordando y se vuelva más que en una solución de negocio, en un lastre para todo lo que haces en Internet.

Por eso otro punto clave también es las facilidades que te de a la hora de poner en el aire tu web, ya que hay muchos servicios de hosting que por ejemplo con una par de clics puedes instalar Wordpress que es un gestor de contenido muy útil y que no requiere de grandes conocimientos informáticos.

También debes tener en cuenta el tipo de negocio que vas a tener cuando uses dicho hosting ya que según tus objetivos te puede encajar mejor un tipo de alojamiento. Si en tu caso va a ser una página estática hecha en lenguaje Html no necesitarías mucho espacio, aunque depende del número de imágenes y del peso que tengan.

Además si tu web no vas a tocarla mucho ni actualizarla, tampoco necesitarás un fácil acceso a tu hosting, sólo el que te ofrece a lo mejor el plan más básico. Aunque cuando vayas a usarlo seguramente necesitarás saber bien donde meterte, etc, por lo que también es ideal que el servicio de hosting tenga un manual que te sirva de ayuda.

Luego si tu caso es todo lo contrario y tu web va a tener a lo mejor un blog al que vas a tener que acceder casi todos los días entonces debes tener prestaciones más sencillas de acceso. Sin olvidar de que también tenga la capacidad suficiente para sorportar todos tus archivos, fotos y que la capacidad más adelante sea un problema porque relantiza la web considerablemente.

Tampoco podemos dejar de lado en el artículo las posibilidades que existen en el mercado de hosting gratuitos. Pero ten claro que esta opción es de muy baja calidad y es inviable por lo general si piensas darle un toque profesional a tu web, por las limitaciones tanto de espacio como de usos que tiene.

En el mercado también te encontrarás muchas modalidades de hosting que no sólo dependa de tus necesidades, sino también de las funcionalidades que ofrecen. Así por el ejemplo tienes planes de hosting sencillos en los que tu eres el que tiene acceso al creador de sitios web y el espacio suficiente para ir almacenando todo.

Si por ejemplo tienes varias páginas y quieres tenerlas en diferentes hosting entonces tendrás que elegir la opción de multicuenta donde lo que haces es abrir o cerrar según tus intereses y gestionar todo de forma diferenciada. Aunque lo más recomendable si empiezas es tener un dominio principal alojado en un hosting y luego si quieres varios subdominios en el caso de que quieras ir añadiendo más páginas webs.

Y luego en el supuesto de que quieras ir más allá porque necesitas más capacidad o un servicio más detallado, entonces deberás optar por un plan de empresa. Mucho más caro que los anteriores, pero que te da unas contraprestaciones bastante potentes si piensas que vas a tener bastante trabajo y mucha actividad para ir cambiando la web.

Con todos estos consejos en la mente ten siempre claro que la base de tu elección debe ser las necesidades que tengas, los conocimientos y el tipo de proyecto web que vas a desarrollar. A partir de esa información entonces es cuando debes elegir el hosting, pero no solo guiarte por el precio o a lo mejor por la relevancia de la marca.

Un hosting es una elección importante y no puedes alojar tu dominio en cualquier 'casa' que a las primeras de cambio sufras un problema que te haga perder dinero.