Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | FACEBOOK | Emoticonos | emociones | Zuckerberg

Desemocionarse

Los renglones de Zuck salen siempre torcidos, incluso en un Cuaderno Rubio, incluso cuando el tipo no lo pretenda
Ángel Pontones Moreno
jueves, 22 de septiembre de 2022, 10:42 h (CET)

Hace unos días, me gustaría pensar que por una sanción del hombre más maquiavélico del planeta (Mark Zuckerberg), dejé de poder expresar emociones en la Red social llamada Caralibro. Es decir, desaparecieron todos los emojis quitando el azul original del like. Las fotos dejaron de encantarme, las opiniones de asombrarme o importarme, y las malas noticias de enfadarme. Me convertí en un ser plano, incapaz de nada más que de sobrevolar las situaciones sin expresar más que un "me gusta" cortés. 


La sensación era castrante pero a la vez tranquilizadora, como si alguien me hubiera alquilado unos días su habitación en el Nirvana. Había comentarios o reflexiones que me apasionaban, pero la ausencia de muñequitos para juzgarlos o evaluarlos, me llevaba a tomarme mi tiempo antes de expresarlo, y con ello deducir que tampoco eran para tanto, o si lo eran, pero mi opinión no era tan importante. Marqué distancias con gente con la que solía ser exuberante, y acerqué posturas con otra más alejada y más proclive a la palmadita suave en el hombro. En unos pocos días reconozco que aprendí a llevar mejor eso de pensar antes de expresar. No deja de ser una buena cosa.

Esta mañana Zuck ha debido vestirse de cita-reflexión de Buda y entender que he aprendido una valiosa lección, así que me ha devuelto la voz animada. Ahora que dispongo de nuevo de todas estas caritas, descubro que no sé muy bien donde ubicarlas.


Los renglones de Zuck salen siempre torcidos, incluso en un Cuaderno Rubio, incluso cuando el tipo no lo pretenda.

Noticias relacionadas

La autoestima es necesaria, claro está, pero, aparte de lo anterior, cuando el ego está puntillosamente exacerbado surgen los conflictos, esos conflictos que nacen del inconsciente personal o colectivo, donde el ego hierve profundamente. Por todo ello, es importante comprender que, en la medida en que los seres humanos seamos algo más tolerantes y dialogantes, y nuestro talante cambie, la convivencia en la sociedad puede y debe mejorar.

El matrimonio, pilar natural de la familia y garantía de estabilidad social, en estos últimos tiempos se ve sustituido por relaciones inestables, rupturas y un creciente individualismo. Estos hechos están produciendo la caída de la natalidad, sin duda ligada a la falta de matrimonios estables, cosa que se está convirtiendo en un drama silencioso que amenaza el futuro de España y de gran parte del mundo occidental.


Una vez más, nos sorprenden alguna persona, tanto en los telediarios de cualquier signo, inclusive en los periódicos, donde personajes, también de cualquier signo, resoplando exabruptos que me dejan paralizado sin saber lo que hacer. O, echarlo a los tiburones y que se pelee con ellos o que, de cualquier manera, tirarlo a la cuneta del tren, eso sí, cuando esté parado en medio del campo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto