No se conoce un solo acuerdo, ni la menor medida conjunta, que haya salido de las múltiples visitas a La Moncloa que ha recibido Sánchez. Son visitas organizadas a mayor gloria del anfitrión y a una gloria algo menor del visitante.
Por mucho que desde algunos medios y en boca de algunos sesudos comentaristas se crearon expectativas, esperanzas y posibilidades en torno a la reunión entre Feijóo y Sánchez, la realidad es que no han aportado nada nuevo ni tan siquiera esperanzas de que lo haya.
Recibimiento medido, apretón de manos (ellos sabrán la intensidad), entrada en el recinto, fotos en el tresillo y posteriores declaraciones más o menos veraces, reproches velados y…”fuese y no hubo nada” que dijo Cervantes (con permiso del bachillerato de Alegría, Celaá sector renovado).
|