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Más de 4,3 millones de refugiados han huido de Ucrania en solo seis semanas de guerra, mientras que otros 7,1 millones de personas viven como desplazadas internas dentro del país, según ha informado Acnur. De este modo, casi 11,5 millones de ucranianos se han visto forzados a abandonar sus hogares por culpa de la invasión rusa, lo que ha hecho que Acnur redoble la ayuda que presta a estas personas.
Mientras sigue la huida, Acnur trabaja en estrecha colaboración con las autoridades locales en Ucrania para aumentar la capacidad de acogida. Así, se ocupa de distribuir más artículos de primera necesidad a los centros de acogida y a los centros colectivos establecidos por las autoridades para ampliar su capacidad, a fin de recibir a más desplazados internos.
El equipo de Acnur también está trabajando con las autoridades en diferentes lugares para identificar los edificios que necesitan ser reformados, de cara a que puedan funcionar como centros de recepción o centros colectivos.
ACCESO A MARIÚPOL Y JERSÓN
El suministro de ayuda humanitaria sigue siendo un reto en las regiones del país donde se registran combates activos. De hecho, Acnur sigue tratando de llegar a las zonas más afectadas, como Mariúpol y Jersón, y entrega asistencia humanitaria vital en el marco de los convoyes humanitarios gestionados de forma conjunta entre varias agencias. Acnur ha participado en cuatro de estos convoyes en el marco del sistema de notificación humanitaria: dos a Sumy, uno a Járkov y otro a Sieverodonetsk.
Asimismo, Acnur ha enviado varios convoyes adicionales con la ayuda de sus socios, lo que ha permitido distribuir material humanitario a 15.600 personas. El último de estos convoyes partió el 6 de abril.
Las agencias de las Naciones Unidas acaban de lanzar un llamamiento urgente para reunir 2.800 millones de dólares, con los cuales auxiliar a millones de personas en la devastada Franja de Gaza y también en Cisjordania, territorios palestinos ocupados por Israel.
Las economías en desarrollo de Asia y el Pacífico crecen de manera sostenida, previsiblemente 4,9 por ciento en 2023 y en un porcentaje similar lo harán el año próximo, según las previsiones del Banco Asiático de Desarrollo (BAD). En cuanto a la inflación, se espera que se modere en 2024 y 2025, después de haber sido impulsada por el aumento de los precios de los alimentos en muchas economías durante los últimos dos años.
Hace un año estalló la guerra en Sudán y los llamamientos para detenerla crecen cuando se avecina el primer año de ese conflicto, que se ha cobrado unas 15.000 vidas de civiles y desplazado de sus hogares a más de seis millones de personas.
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