Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Guerra | Invasión | Palabra | Diálogo | Poder | Autoritarismo
Este artículo está dedicado especialmente a esos déspotas autoritarios vanidosos que creen y piensan que el poder en su vanidad está siempre de su lado

La palabra vs. el plomo en un mundo en guerra

|

La realidad es que, si existe la bondad también su opuesto que es la maldad, no lo ignoremos. Quiero en este artículo hablar de la fuerza de la palabra, siempre mucho más poderosa que el plomo y la guerra, producto de sociópatas, ególatras y asesinos sometidos por sus propios complejos de inferioridad e impotencia y de escasa altura moral y física.


Lo que menos importa son sus nombres son demasiados para mencionarlos en este artículo, ni se lo merecen, pues merecen caer en el olvido en la Historia, aunque no por ello hay que olvidar sus atrocidades, ni perdonarlos en su huella en la historia. Nuevamente en este mundo se ha presentado un nuevo candidato que ha formalizado con desalmada fuerza su propuesta de dolor, sufrimiento, exilio y muerte.


En los tiempos que no hay guerra, las palabras les escuecen y preparan sobres, mensajes con balas, plomo, tanques y destrucción bajo un pretexto inaceptable y que expresa la palabra GUERRA e INVASIÓN.


Este artículo quiere servir de denuncia a todos aquellos que juegan al interminable juego de tirar la piedra y esconder la mano, de redactar el mensaje de la manipulación y escribir los sobres con las balas. A aquellos que no son capaces de condenar la violencia, el dolor y la guerra con su abstención y escupir palabras en territorios y países que se visten de democracia sólo para la imagen y la foto y que se sirve de las elecciones para perpetuarse en el poder en su soberbia.


Palabras que se alejan de la honestidad de las ideas y que se emponzoñan en la virulencia de ideas populistas vestidas de ideologías. Palabras que hay que mostrar con claridad y señalarlas para suprimirlas del terreno de juego limpio y democrático y vacunarnos con la educación, el sentido crítico para terminar con el engaño y la triquiñuela, que se impone a la libertad de prensa, el noble arte de la prensa, la información y la palabra.


Es preciso dejarla sola, señalarla para que se sepa que, pese a las apariencias, no juegan en el mismo terreno de juego ni con las mismas reglas. Y que, por tanto, la educación y el sentido crítico deberían bastarnos como vacuna contra tanto engaño y falsedad. Otra cosa es que nos dejen. O que defendamos a diario la educación y el sentido crítico. Para que luego no nos pase lo que nos pasa.

No olvidemos que las palabras permanecen y educan. El plomo silencia al que expresa las palabras, pero no detienen su poder y su fuerza en el tiempo a pesar de los asesinos y sátrapas.


El amor nunca es débil, aunque la maldad pueda acallar bajo el temor su palabra, tarde o temprano vuelve a brillar con más fuerza si cabe. Lo mismo ocurre con la libertad que se intenta maniatar, cuando se libera resurge con más fuerza y con un mayor valor para esos que sufrieron la opresión y cayeron bajo su tiranía. Eso es algo que trasciende fronteras, ideologías, razas y pensamientos. Este artículo está dedicado especialmente a esos déspotas autoritarios vanidosos que creen y piensan que el poder en su vanidad está siempre de su lado y se olvida de la capacidad de la palabra y de la inquebrantable y todopoderosa aptitud del ciudadano y la sociedad civil que nunca ha sido doblegada por los tiranos.


Hay que plantar cara cuando no es fácil y estos requieren del poder de la Palabra, de la fuerza de la Justicia y la tenacidad de la Esperanza frente a la tiranía a pesar del golpe del martillo y el agudo filo de la hoz teñida por la sangre y defender la Libertad, la Democracia desde la Justicia y la Verdad.

La palabra vs. el plomo en un mundo en guerra

Este artículo está dedicado especialmente a esos déspotas autoritarios vanidosos que creen y piensan que el poder en su vanidad está siempre de su lado
José Luis Ortiz
martes, 15 de marzo de 2022, 11:51 h (CET)

La realidad es que, si existe la bondad también su opuesto que es la maldad, no lo ignoremos. Quiero en este artículo hablar de la fuerza de la palabra, siempre mucho más poderosa que el plomo y la guerra, producto de sociópatas, ególatras y asesinos sometidos por sus propios complejos de inferioridad e impotencia y de escasa altura moral y física.


Lo que menos importa son sus nombres son demasiados para mencionarlos en este artículo, ni se lo merecen, pues merecen caer en el olvido en la Historia, aunque no por ello hay que olvidar sus atrocidades, ni perdonarlos en su huella en la historia. Nuevamente en este mundo se ha presentado un nuevo candidato que ha formalizado con desalmada fuerza su propuesta de dolor, sufrimiento, exilio y muerte.


En los tiempos que no hay guerra, las palabras les escuecen y preparan sobres, mensajes con balas, plomo, tanques y destrucción bajo un pretexto inaceptable y que expresa la palabra GUERRA e INVASIÓN.


Este artículo quiere servir de denuncia a todos aquellos que juegan al interminable juego de tirar la piedra y esconder la mano, de redactar el mensaje de la manipulación y escribir los sobres con las balas. A aquellos que no son capaces de condenar la violencia, el dolor y la guerra con su abstención y escupir palabras en territorios y países que se visten de democracia sólo para la imagen y la foto y que se sirve de las elecciones para perpetuarse en el poder en su soberbia.


Palabras que se alejan de la honestidad de las ideas y que se emponzoñan en la virulencia de ideas populistas vestidas de ideologías. Palabras que hay que mostrar con claridad y señalarlas para suprimirlas del terreno de juego limpio y democrático y vacunarnos con la educación, el sentido crítico para terminar con el engaño y la triquiñuela, que se impone a la libertad de prensa, el noble arte de la prensa, la información y la palabra.


Es preciso dejarla sola, señalarla para que se sepa que, pese a las apariencias, no juegan en el mismo terreno de juego ni con las mismas reglas. Y que, por tanto, la educación y el sentido crítico deberían bastarnos como vacuna contra tanto engaño y falsedad. Otra cosa es que nos dejen. O que defendamos a diario la educación y el sentido crítico. Para que luego no nos pase lo que nos pasa.

No olvidemos que las palabras permanecen y educan. El plomo silencia al que expresa las palabras, pero no detienen su poder y su fuerza en el tiempo a pesar de los asesinos y sátrapas.


El amor nunca es débil, aunque la maldad pueda acallar bajo el temor su palabra, tarde o temprano vuelve a brillar con más fuerza si cabe. Lo mismo ocurre con la libertad que se intenta maniatar, cuando se libera resurge con más fuerza y con un mayor valor para esos que sufrieron la opresión y cayeron bajo su tiranía. Eso es algo que trasciende fronteras, ideologías, razas y pensamientos. Este artículo está dedicado especialmente a esos déspotas autoritarios vanidosos que creen y piensan que el poder en su vanidad está siempre de su lado y se olvida de la capacidad de la palabra y de la inquebrantable y todopoderosa aptitud del ciudadano y la sociedad civil que nunca ha sido doblegada por los tiranos.


Hay que plantar cara cuando no es fácil y estos requieren del poder de la Palabra, de la fuerza de la Justicia y la tenacidad de la Esperanza frente a la tiranía a pesar del golpe del martillo y el agudo filo de la hoz teñida por la sangre y defender la Libertad, la Democracia desde la Justicia y la Verdad.

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto