Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Guerra | UCRANIA | Putin | Rusia | Tropas

​Kiev 2022 - Madrid 1936, una comparación posible

Es necesario que toda España, toda Europa, todo el mundo sea un clamor: ¡fuera tropas rusas de Ucrania!
Eduardo Madroñal Pedraza
lunes, 7 de marzo de 2022, 10:30 h (CET)

Aunque el levantamiento fascista en España -imposible sin el apoyo decisivo de la Alemania nazi y la Italia fascista, y, por supuesto, el dejar hacer de las otras potencias imperialistas europeas y estadounidense- fuera la antesala de la segunda guerra mundial, la clave de la coincidencia entre Kyiv (Kiev en ucraniano) en 2022 y Madrid en 1936 está en el sufrimiento y la resistencia de los pueblos español y ucraniano en su lucha por la libertad y la independencia.


Kiev 2022   Madrid 1936. Cartel de Unificación Comunista de España

Porque lo que pasa ahora en Ucrania es una invasión. Es una invasión imperialista. Es una invasión criminal ejecutada por una potencia imperialista con capacidad nuclear. El responsable es Putin y los oligarcas que le sostienen, apoyados en los aparatos más negros herederos de la antigua KGB.  


Hace 80 años los nazis de Hitler asesinaron a 100.000 personas en el barranco de Babi Yar, hoy la Plaza de la Independencia en el centro de Kyiv, la capital de Ucrania. Hoy los misiles del ejército ruso de Putin han destruido la torre de televisión en la misma plaza de Kyiv. Otra gigantesca explosión arrasaba la Plaza de la libertad en el centro de Járkov, la segunda ciudad en importancia de Ucrania.


Sus tropas están lanzando ataques cada vez más agresivos contra infraestructuras civiles, casas y barrios residenciales. Han colocado en la diana a toda la población, incluidos mujeres y niños que no han podido huir. Putin está convirtiendo Ucrania en una inmensa Babi Yar. Los muertos civiles ya se empiezan a contar por miles. Los refugiados que huyen de la guerra sobrepasan ya el millón.


Ciudades como Járkov, Mariupol, Jersón y Kyiv están siendo bombardeadas sin piedad, y sobre la capital ucraniana Putin anuncia un diluvio de fuego y destrucción. Son los nuevos Gernika. Por eso, entonces y ahora, cualquiera que justifique esta invasión imperialista es un colaboracionista de los invasores. Por eso, entonces y ahora, cualquiera que busque argumentos para rebajar la naturaleza de los crímenes de Putin está apretando el botón de los misiles, el disparador de los cañones de sus tanques.


Por eso, hoy decir ¡No a la guerra! es denunciar la invasión imperialista rusa de Ucrania. Es denunciar que el Kremlin ocupe militarmente un país soberano, pretenda derrocar a sangre y fuego, con tanques y misiles, a su gobierno e imponer por la fuerza la amputación de una parte de su territorio.

Por eso, es necesario que toda España, toda Europa, todo el mundo sea un clamor: ¡fuera tropas rusas de Ucrania! y ¡solidaridad con el pueblo ucraniano!

Noticias relacionadas

La autoestima es necesaria, claro está, pero, aparte de lo anterior, cuando el ego está puntillosamente exacerbado surgen los conflictos, esos conflictos que nacen del inconsciente personal o colectivo, donde el ego hierve profundamente. Por todo ello, es importante comprender que, en la medida en que los seres humanos seamos algo más tolerantes y dialogantes, y nuestro talante cambie, la convivencia en la sociedad puede y debe mejorar.

El matrimonio, pilar natural de la familia y garantía de estabilidad social, en estos últimos tiempos se ve sustituido por relaciones inestables, rupturas y un creciente individualismo. Estos hechos están produciendo la caída de la natalidad, sin duda ligada a la falta de matrimonios estables, cosa que se está convirtiendo en un drama silencioso que amenaza el futuro de España y de gran parte del mundo occidental.


Una vez más, nos sorprenden alguna persona, tanto en los telediarios de cualquier signo, inclusive en los periódicos, donde personajes, también de cualquier signo, resoplando exabruptos que me dejan paralizado sin saber lo que hacer. O, echarlo a los tiburones y que se pelee con ellos o que, de cualquier manera, tirarlo a la cuneta del tren, eso sí, cuando esté parado en medio del campo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto