Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cartas a un ex guerrillero
Sor Clara Tricio

Día sin noche

|

Querido Efraín: La resurrección de Cristo destruye el poder del abismo, los recién bautizados renuevan la tierra, y el Espíritu Santo abre las puertas del cielo. Porque el abismo, al ver sus puertas destruidas, retorna los muertos; la tierra, renovada, germina resucitados, y el cielo, abierto, acoge a los que ascienden.

El ladrón contrito es admitido en el paraíso, los cuerpos de los santos entran en la ciudad santa y los muertos vuelven a tener su morada entre los vivos. Así, como si la resurrección de Cristo fuera germinando en el mundo, todos los elementos de la creación se ven arrebatados hacia lo alto.

El abismo devuelve sus cautivos, la tierra envía al cielo a los que estaban sepultados en su seno, y el cielo presenta al Señor a los que han subido desde la tierra: así, con un solo y único acto, la pasión del Salvador nos extrae del abismo, nos eleva por encima de lo terrenal y nos coloca en lo más alto de los cielos.

La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, y gloria para los santos. Por esto el salmista invita a toda la creación a celebrar la resurrección de Cristo, al decir que hay que alegrarse y llenarse de gozo en este día en que “actuó el Señor”.

La luz de Cristo es día sin noche, día sin ocaso. Escucha al Apóstol que nos dice: “La noche está avanzando, el día se echa encima”. La noche está avanzando, dice, porque ya no volverá. Entiéndelo bien: una vez que ha amanecido la luz de Cristo, huyen las tinieblas del diablo y desaparece la negrura del pecado porque el resplandor de Cristo destruye la tenebrosidad de las culpas pasadas.

Porque Cristo es aquel Día a quien su Padre, comunica el íntimo ser de la divinidad. Él es aquel Día, que dice por boca de Salomón: “Yo hice nacer en el cielo una luz inextinguible”.

Así como no hay noche que sobreviva ante el día celeste, del mismo modo las tinieblas del pecado no pueden seguir la santidad de Cristo. El día celeste resplandece, brilla, fulgura sin cesar y no hay oscuridad que pueda con él. La luz de Cristo luce, ilumina, destella continuamente y las tinieblas del pecado no pueden recibirla, y por ello dice el evangelista Juan: “La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió”.

Por ello, hemos de alegrarnos en este día santo. Que nadie se sustraiga del gozo común a causa de la conciencia de sus pecados, que nadie deje de participar en la oración del pueblo de Dios, a causa del peso de sus faltas. Que nadie, por pecador que se sienta, deje de esperar el perdón en un día tan santo. Porque, si el ladrón con el corazón contrito y humillado, obtuvo el paraíso, ¿cómo no va a obtener el perdón el cristiano?
Os envío los mejores deseos, y con la esperanza de que sigáis todos bien, recibir un cariñoso saludo, CTA.

Día sin noche

Sor Clara Tricio
Sor Clara Tricio
lunes, 21 de abril de 2008, 01:53 h (CET)
Querido Efraín: La resurrección de Cristo destruye el poder del abismo, los recién bautizados renuevan la tierra, y el Espíritu Santo abre las puertas del cielo. Porque el abismo, al ver sus puertas destruidas, retorna los muertos; la tierra, renovada, germina resucitados, y el cielo, abierto, acoge a los que ascienden.

El ladrón contrito es admitido en el paraíso, los cuerpos de los santos entran en la ciudad santa y los muertos vuelven a tener su morada entre los vivos. Así, como si la resurrección de Cristo fuera germinando en el mundo, todos los elementos de la creación se ven arrebatados hacia lo alto.

El abismo devuelve sus cautivos, la tierra envía al cielo a los que estaban sepultados en su seno, y el cielo presenta al Señor a los que han subido desde la tierra: así, con un solo y único acto, la pasión del Salvador nos extrae del abismo, nos eleva por encima de lo terrenal y nos coloca en lo más alto de los cielos.

La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, y gloria para los santos. Por esto el salmista invita a toda la creación a celebrar la resurrección de Cristo, al decir que hay que alegrarse y llenarse de gozo en este día en que “actuó el Señor”.

La luz de Cristo es día sin noche, día sin ocaso. Escucha al Apóstol que nos dice: “La noche está avanzando, el día se echa encima”. La noche está avanzando, dice, porque ya no volverá. Entiéndelo bien: una vez que ha amanecido la luz de Cristo, huyen las tinieblas del diablo y desaparece la negrura del pecado porque el resplandor de Cristo destruye la tenebrosidad de las culpas pasadas.

Porque Cristo es aquel Día a quien su Padre, comunica el íntimo ser de la divinidad. Él es aquel Día, que dice por boca de Salomón: “Yo hice nacer en el cielo una luz inextinguible”.

Así como no hay noche que sobreviva ante el día celeste, del mismo modo las tinieblas del pecado no pueden seguir la santidad de Cristo. El día celeste resplandece, brilla, fulgura sin cesar y no hay oscuridad que pueda con él. La luz de Cristo luce, ilumina, destella continuamente y las tinieblas del pecado no pueden recibirla, y por ello dice el evangelista Juan: “La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió”.

Por ello, hemos de alegrarnos en este día santo. Que nadie se sustraiga del gozo común a causa de la conciencia de sus pecados, que nadie deje de participar en la oración del pueblo de Dios, a causa del peso de sus faltas. Que nadie, por pecador que se sienta, deje de esperar el perdón en un día tan santo. Porque, si el ladrón con el corazón contrito y humillado, obtuvo el paraíso, ¿cómo no va a obtener el perdón el cristiano?
Os envío los mejores deseos, y con la esperanza de que sigáis todos bien, recibir un cariñoso saludo, CTA.

Noticias relacionadas

Llegó el lunes 29 de abril de 2024. Y, como “todo pasa y todo queda”, pasaron los cinco días de la ignominia sanchista y nos quedó Sánchez al desnudo, el Puto Amo (Puente dixit), pero más cateto y dictador que nunca. Me baso, naturalmente, en sus propias manifestaciones de corte tan populista, como las de Maduro, López Obrador y compañía.

En este día dedicado a san José obrero, podemos ver que es modelo para nosotros… ¿como reacciona ante la “duda” de que su esposa María esperaba un hijo? Nos dice escuetamente el Evangelio: “María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto".

El presidente Sánchez ha fundamentado su decisión de continuar al frente del gobierno afirmando que “no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo”. Desde luego, deseamos profundamente que -al expresar la necesidad de un “punto y aparte”- acepta que es necesario, de manera urgente, un cambio que no se limite a reformas cosméticas. ¿Pero qué es punto y aparte para nosotros -para la inmensa mayoría- ante el galopante empobrecimiento que sufrimos?

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto