Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Cine
Etiquetas | Crítica de cine
Pelayo López

"La noche es nuestra": luces brillantes ensombrecidas por cuestiones de rango

|

A estas alturas, posiblemente todos sepáis que el título de esta película, “we own the night” en su versión original, hace referencia al lema de la policía neoyorkina en los duros años ´80. Algo similar al “para proteger y servir”, o quizás menos oficial y más gremial entre los “micky mouses” de azul. ¡Qué recuerdos a Canción triste de Hill Street!. Nuestro desembarco semanal de cintas norteamericanas nos ha permitido, recientemente, tener la oportunidad de ver bastantes títulos de características similares a la presente, de modo que, como suele decirse, “quien golpea primero, golpea dos veces”. Eso parece haber ocurrido con Infiltrados, American gangster… y ahora La noche es nuestra, cintas de gran parecido que han ido perdiendo el interés pese a que se haya dado una relación inversa entre la fecha de llegada y la calidad que nos ofrecen.

James Gray es el nombre del director de esta historia sobre dos hermanos distantes, uno policía y otro vividor –gestiona un club de éxito-, en la complicada trama delictiva y policial del Nueva York de los ´80, donde las drogas campaban a sus anchas en las discotecas de moda tipo la ya famosa Studio 54. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos acabará haciendo que ambos recapaciten sobre su estilo de vida. Y los hermanos en cuestión, y aquí también productores, son Mark Wahlberg, que curiosamente también estaba en el thriller de Scorsese, y Joaquin Phoenix. Ambos repiten a las órdenes del director después de hacer lo propio en La otra cara del crimen. La trama no es nueva en la filmografía de Gray, puesto que es su baza habitual, aunque hay que reconocerle el talento de ir ganando en firmeza y pulso en cada entrega.

Junto a ellos, uno de esos actores veteranos inconmensurables olvidado ante la fama de otros de su generación –pero actor de mayor capacidad que muchos de ellos-, Robert Duvall, y la hispana Eva Mendes. Aunque su papel se asemeja bastante al de novia de Denzel Washington en Training day, aquí tiene mayor presencia y tiempo para demostrar que no sólo es una cara y un cuerpo bonito. No es definitivo, pero sí un buen acicate para continuar en esta vertiente dramática. En esta especie de mezcla entre Promesas del este y El verano de Sam, todos los personajes tienen la gran baza de sufrir en el desarrollo del metraje una evolución y una transformación de criterios y comportamientos. No obstante, en esa tesitura entre el problema policial y el drama familiar del argumento, unos lo aprovechan más que otros. Wahlberg está justito, y Phoenix, reconozco que hasta ahora no me había parecido para tanto, desborda en un papel difícil rayando momentos de nominaciones merecidas.

Es cierto que la cinta empieza muy arriba, y que pierde ritmo, pero es una necesidad comprensible ya que las drogas son sólo un pretexto para presentar los conflictos personales de carácter familiar y en pareja. Y, no obstante, en esa segunda parte más tranquila, es donde encontramos la mejor escena de la película, una persecución automovilística bajo la lluvia, ¡esto no tiene nada que ver con Corrupción en Miami!, digna de mentes lúcidas como De Palma, Lumet o Friedkin. Y la secuencia en la que comienzan a voltearse las tornas, cuando el protagonista cruza la línea de la violencia ante la duda de vivir o morir, tampoco desmerece en absoluto. A más de uno, como curiosidad, les vendrá a la cabeza, o al menos a mi sí, la tomadura de pelo que hubo hace unas semanas con un doble de Nicolas Cage en el palco del Real Madrid. ¿el colega bromista del protagonista de esta película no tiene cierto aire a la estrella?. ¿Sería él quien se paseó por las tribunas VIP del Bernabéu?. Bromas aparte: Martin Scorsese, Ridley Scott… unos ponen el nombre y otros el talento, así que, como ocurre en casi todas las disciplinas, en el cine también hay luces brillantes ensombrecidas por cuestiones de rango.

"La noche es nuestra": luces brillantes ensombrecidas por cuestiones de rango

Pelayo López
Pelayo López
viernes, 4 de julio de 2008, 23:16 h (CET)
A estas alturas, posiblemente todos sepáis que el título de esta película, “we own the night” en su versión original, hace referencia al lema de la policía neoyorkina en los duros años ´80. Algo similar al “para proteger y servir”, o quizás menos oficial y más gremial entre los “micky mouses” de azul. ¡Qué recuerdos a Canción triste de Hill Street!. Nuestro desembarco semanal de cintas norteamericanas nos ha permitido, recientemente, tener la oportunidad de ver bastantes títulos de características similares a la presente, de modo que, como suele decirse, “quien golpea primero, golpea dos veces”. Eso parece haber ocurrido con Infiltrados, American gangster… y ahora La noche es nuestra, cintas de gran parecido que han ido perdiendo el interés pese a que se haya dado una relación inversa entre la fecha de llegada y la calidad que nos ofrecen.

James Gray es el nombre del director de esta historia sobre dos hermanos distantes, uno policía y otro vividor –gestiona un club de éxito-, en la complicada trama delictiva y policial del Nueva York de los ´80, donde las drogas campaban a sus anchas en las discotecas de moda tipo la ya famosa Studio 54. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos acabará haciendo que ambos recapaciten sobre su estilo de vida. Y los hermanos en cuestión, y aquí también productores, son Mark Wahlberg, que curiosamente también estaba en el thriller de Scorsese, y Joaquin Phoenix. Ambos repiten a las órdenes del director después de hacer lo propio en La otra cara del crimen. La trama no es nueva en la filmografía de Gray, puesto que es su baza habitual, aunque hay que reconocerle el talento de ir ganando en firmeza y pulso en cada entrega.

Junto a ellos, uno de esos actores veteranos inconmensurables olvidado ante la fama de otros de su generación –pero actor de mayor capacidad que muchos de ellos-, Robert Duvall, y la hispana Eva Mendes. Aunque su papel se asemeja bastante al de novia de Denzel Washington en Training day, aquí tiene mayor presencia y tiempo para demostrar que no sólo es una cara y un cuerpo bonito. No es definitivo, pero sí un buen acicate para continuar en esta vertiente dramática. En esta especie de mezcla entre Promesas del este y El verano de Sam, todos los personajes tienen la gran baza de sufrir en el desarrollo del metraje una evolución y una transformación de criterios y comportamientos. No obstante, en esa tesitura entre el problema policial y el drama familiar del argumento, unos lo aprovechan más que otros. Wahlberg está justito, y Phoenix, reconozco que hasta ahora no me había parecido para tanto, desborda en un papel difícil rayando momentos de nominaciones merecidas.

Es cierto que la cinta empieza muy arriba, y que pierde ritmo, pero es una necesidad comprensible ya que las drogas son sólo un pretexto para presentar los conflictos personales de carácter familiar y en pareja. Y, no obstante, en esa segunda parte más tranquila, es donde encontramos la mejor escena de la película, una persecución automovilística bajo la lluvia, ¡esto no tiene nada que ver con Corrupción en Miami!, digna de mentes lúcidas como De Palma, Lumet o Friedkin. Y la secuencia en la que comienzan a voltearse las tornas, cuando el protagonista cruza la línea de la violencia ante la duda de vivir o morir, tampoco desmerece en absoluto. A más de uno, como curiosidad, les vendrá a la cabeza, o al menos a mi sí, la tomadura de pelo que hubo hace unas semanas con un doble de Nicolas Cage en el palco del Real Madrid. ¿el colega bromista del protagonista de esta película no tiene cierto aire a la estrella?. ¿Sería él quien se paseó por las tribunas VIP del Bernabéu?. Bromas aparte: Martin Scorsese, Ridley Scott… unos ponen el nombre y otros el talento, así que, como ocurre en casi todas las disciplinas, en el cine también hay luces brillantes ensombrecidas por cuestiones de rango.

Noticias relacionadas

Filmin estrena el próximo viernes 10 de mayo "La zona de interés", la adaptación de la novela homónima de Martin Amis escrita y dirigida por Jonathan Glazer ("Under the Skin"). Ha sido sin duda una de las películas más relevantes de los últimos meses, algo que corroboran sus dós Óscar (Mejor Película Internacional y Mejor Sonido) o el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 2023, donde la película tuvo su estreno mundial.

Daniel Burman vuelve al cine y lo hace por la puerta grande del Festival de Cine de Cannes, que ha seleccionado su nueva película como director, “Transmitzvah”, para formar parte de la selección oficial de la 77ª edición del certamen, que tendrá lugar entre el 14 y 25 de mayo próximos. “Transmitzvah”, escrita también por el propio Burman, se proyectará en la sección Cinema Á la Plage, un evento especial dentro del propio Festival.

He visto otra vez estos días la película "La Promesa" (2016), dirigida por Terry George, y he pensado que han pasado ya 100 años del genocidio turco contra los armenios (1914-1923). En el film domina el relato de denuncia, como ha hecho el director en otras obras como el genocidio de Rwanda (película “Hotel Rwanda”). Pero también me ha emocionado el poderoso retrato de la amistad, el sacrificio y la lucha por un ideal en medio de la tragedia y el conflicto.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto