Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Carta al director

Sin defender tendencias neoluditas

Domingo Martínez Madrid, Burgos
Lectores
martes, 19 de octubre de 2021, 12:57 h (CET)


Quizá estemos pagando el pato de la célebre transición digital los que pensábamos con candor angelical que los problemas que nos traería la modernidad tecnológica se ocuparía ella misma de arreglarlos, personalmente soy uno de los sufridores. Pues va a ser que no, al menos en este asunto en apariencia tan trivial. Infinidad de material que en otro tiempo estaría organizado en sencillos cuadernos colocados en una estantería de la salita de estar ya no existe por obra y gracia de ese espejismo informático que continúa cautivando hasta cuando genera incordios como el que describo.


Algo que era de coser y cantar se ha convertido por esa ridícula fascinación electrónica en una gaita. Aunque hagamos muchas más fotos que ayer, tantas de ellas superfluas, su conservación provoca inconvenientes que no existían en los simples álbumes, al tener que guardarlas en nubes que no son gratuitas, cuando no en lápices de memoria que nunca sabes lo que te pueden durar o dónde demonios los has metido, o vagando de ordenador en ordenador con un coste cada vez mayor de almacenamiento, y sin contar el precio añadido de la electricidad, cercano al del caviar iraní.


Estas cosas, insisto, no se daban en aquel malhadado mundo analógico. Y vivíamos tan ricamente. Ahora, en cambio, nos hemos empeñado en crear dificultades donde no las había, justo por ese extendido papanatismo 5.0 del que cuesta escapar, sobre manera a los incapaces de advertir que no todo el monte es orégano y que una prudencia elemental aconseja siempre abrazar novedades solo cuando superan lo que tenemos o conocemos.


Sin defender tendencias neoluditas o tecnofóbicas, bien haremos en desenmascarar el acentuado cretinismo que acompaña a determinados avances, en particular a aquellos que aceptamos a diario como verdad revelada cuando no son sino retrocesos o camelos como la copa de un pino.

Noticias relacionadas

En el imaginario colectivo, la violencia es algo que sucede “fuera”, en las calles, en las noticias, en las guerras, en los crímenes. Nos han enseñado a identificarla en lo visible, en el golpe, en el grito, en la amenaza. Pero hay otras formas de violencia que no se oyen ni se ven, y que por eso mismo son más difíciles de reconocer y mucho más dañinas.

Entre las múltiples experiencias que he vivido a lo largo de mi vida destacan las tres semanas que permanecí embarcado, allá por los ochenta, en el Ramiro Pérez, un barco mercante en el que realicé el viaje Sevilla-Barcelona-Tenerife-Sevilla enrolado como un tripulante más.

Una rotonda es el espejo de una sociedad. Cuando quieras saber cómo es un país, fíjate en cómo se aborda una rotonda, cómo se incorpora la gente y cómo se permite –o no– hacerlo a los demás. Ahí aparece la noción de ceda el paso, esa concesión al dinamismo de la existencia en comunidad, la necesidad de que todo esté en movimiento, de que fluya la comunicación y que todo el mundo quede incorporado a la rueda de la vida.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto