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El “orgullo" de ser “yo”. Libre

Deberán ser sus padres quienes tomen la decisión de regularizar en todos los estamentos sociales la “verdad natural de sus hijos”
Ángel Alonso Pachón
martes, 6 de julio de 2021, 08:26 h (CET)

Anteproyecto de ley trans y derechos LGTBIAutodeterminación de género

“Si se niega el sexo, se niega la desigualdad que se mide y construye en base al hecho biológico” (Calvo y J.L. Ábalos)

"España se situó a la vanguardia” gracias al matrimonio gay (PSOE)

"No entendemos por qué el PSOE ha venido reclamando, durante todo este tiempo garantías jurídicas, para plantear después un texto donde se las carga todas" (Ángeles Álvarez – activista femenina del PSOE.) Entender, lo que se dice entender, más bien poco.


Mezclar REALIDADES PERSONALES con SITUACIONES “generadas” por individualidades o colectividades es un tema muy serio, no sólo por las consecuencias personales sino por la “DERIVA SOCIAL” incontrolada que se generaría.


Los que ya pintamos canas siempre hemos conocido y, sobre todo ACEPTADO, la realidad “TRANS”. Realidad siempre muy respetada, querida, comprendida. La Administración, sin embargo, la encuadró, indebidamente, en el aspecto sanitario, como si fueran unos enfermos, (no ha sido la sociedad la que erró sino los gobiernos y los políticos).


Otras realidades son el mundo “GAY” y el organigrama “LGTB” (Lesbianas, Gais, Transgénero y Bisexuales)… Realidades multicolores, no siempre “naturales”, aunque quieran defender su “derecho” a encontrar un hueco en la sociedad “BIOLÓGICAMENTE NATURAL”. Lo que sí se constata, es la fuerza de un movimiento, fuertemente financiado monetariamente y con todo tipo de apoyos gubernamentales.


Lo que no podemos hacer es intentar equivocar la REALIDAD SOCIAL. Todos sabemos lo que ha significado y significa: “mariquita”, “maricón”, “lesbiana”, “lesbianismo”, etc. Nunca vimos, ni veremos colectividades de “mariquitas”, SIEMPRE RESPETADOS y QUERIDOS, en manifestaciones en defensa de unos derechos que siempre se les ha reconocido a pesar de no estar debidamente situados socialmente.


Otra cosa es que la SOCIEDAD CIVIL, confirmada su identidad natural, contemple la misma en todos los ámbitos sociales. Pero eso no se decide a los 14 o 15 años, sino cuando la “naturaleza y los especialistas” confirmen dicha realidad física.

Deberán ser sus padres quienes tomen la decisión de “REGULARIZAR” en todos los estamentos sociales la “verdad natural de sus hijos”.

MEZCLAR realidades naturales con OPCIONES ADULTAS permitidas no es ni justo, ni, socialmente, admisible.


El “ORGULLO”  es muy libre de defender lo que quiera, pero no tiene ningún derecho a “PLANIFICAR” socialmente sus opciones personales, porque sus “OPCIONES” no radican en su naturaleza física sino en su manera de “vivirla”.


Una última reflexión con la que quiero enriquecer mi testimonio. Es curioso observar cómo en el mundo del “lesbianismo”  y en el mundo “gay”, el paso del tiempo genera un “sentimiento” de falta de una afectividad que genera la relación “natural entre sexos distintos”: la afectividad “filial”.

Como consecuencia de esta realidad, muchas de dichas parejas deciden solicitar la adopción de niños o incluso la inseminación in vitro (seleccionada).


Estos temas, situaciones convivenciales, deberían tratarse con toda naturalidad, no con imposiciones derivadas de ideologías personales, grupales o partidistas.


Como diría mi amigo “Chanca” (religioso marianista, intelectual, humilde, humano, santo):

“Las personas deben mirarse todos los días al espejo para conocerse o reconocerse… luego, decidir cómo arreglarse… después aceptarse… finalmente buscar la convivencia en conversaciones de sofá, no en los párrafos de las pancartas”

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