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Opinión
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La encuesta del CIS

Un toque de realismo y sensatez

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Alguien debiera de poner orden. Sería conveniente que, lo mismo que sucede con cualquier deporte en el que compitan varios adversarios, hubiera un árbitro que hiciera que se cumplieran las reglas, vigilara por que se mantuviera el fair play, sancionara las irregularidades y pusiera orden cuando una o ambas partes se desviasen de lo reglamentario, con facultad de aplicar penalizaciones o incluso de descalificar a los reincidentes o a los que no supiera mantener las formas, dentro de lo que es la pugna electoral para cubrir los puestos en las instituciones públicas de un país.

Por desgracia los españoles estamos acostumbrados a que, aquellos que solicitan nuestro voto lo hagan desde el subjetivismo, la descalificación del adversario político y la supervaloración de los méritos propios; ofreciendo lo que, en muchas ocasiones, es imposible de cumplir y mintiendo, una y otra vez, para pintar una situación del país que pueda favorecerles, a la vez que les sirva para intentar hundir a sus oponentes políticos. En estos días en los que se van sucediendo noticias positivas para la economía española, en los que parece que la lucha contra el desempleo está consiguiendo importantes avances y los datos económicos empiezan a confirmar que la recuperación no es algo imaginario o transitorio, sino que está empezando a enraizar de una manera sólida y continuada en nuestro tejido financiero y económico; nos vemos obligados a escuchar a los eternos agoreros de las izquierdas, insistir con terquedad digna de mejor causa, en que España va mal, que los contratos que se firman son basura, que si la estacionalidad, que si no son indefinidos, que si no se favorece a los necesitados etc.

Y esto viene ocurriendo, señores, antes de que ninguno de los que entonan las canciones mortuorias por nuestra nación, ni siquiera hayan tenido tiempo para leerse, enteramente, las excelentes noticias que nos llegan respeto al aumento de las ventas en la construcción, que han experimentado en el pasado 2014 un 17% de incremento o los excelentes resultados en la venta y exportación de los coches fabricados en nuestras fábricas de vehículos o que, de cada cuatro contratos, tres son para personal fijo, o que de julio del 2014 a julio del 2015, en cómputo interanual, los contratos suscritos han doblado la cifra del año pasado. Pero si escuchan al señor Nadal de IU (en pleno desguace de su partido) o al propio señor Pedro Sánchez que, no contento con crear problemas dentro de su propia formación, el último, la destitución como portavoz de la alcaldía de Madrid del señor J.M.Carmona, uno de los activos más sólidos y menos fanatizados del PSOE, sólo porque no le interesa que pueda haber figuras que le puedan hacer sombra en lo que piensa que es su destino: la Moncloa. Algo que ya le ocurrió en el caso de la presidenta de la comunidad Andaluza señora Susana Díaz; pensarían que España se encuentra a las puertas de la banca rota, lo mismo que, por cierto, la dejaron ellos cuando el PP el 20N del 2.011 abandonaron el gobierno para que el PP se hiciera cargo de un país a punto de tener que solicitar el rescate de la CE.

Pero, de tanto en tanto, aparecen datos objetivos, conocemos informes y nos enteramos de cuestiones que, afortunadamente, no dependen de los políticos, no están condicionados a censura y no pueden ser discutidos porque están elaborados de una forma científica, por funcionarios especializados en la materia y comprobados por grupos de expertos que son quienes elaboran los informes definitivos. Hablamos del CIS y de sus encuestas, en este caso, sobre las perspectivas electorales de cada formación política existente en España de cara a las Generales que, con toda seguridad, van a celebrarse a finales del corriente ejercicio. Una encuesta que aclara muchas cosas y despeja muchas incógnitas que se nos presentan a los ciudadanos, en ocasiones, confundidos, sorprendidos o condicionados por toda esta marabunta de acusaciones, descalificaciones, auto bombo, presuntas mayorías favorables, encuestas inventadas, denuncias de corruptelas contra el adversario etc. mediante las cuales se nos bombardea constantemente a los electores, con el único fin de crear una atmósfera enrarecida que induzca, en unos casos a la abstención y en otros a votar por partidos distintos; con lo que se produce, como ocurrió en las pasadas elecciones del 24M, municipales y autonómicas, en las que muchos votantes, confundidos y enfadados con los políticos, cambiaron el sentido de su voto, favoreciendo a las izquierdas en perjuicio del PP.

Evidentemente, se confirma un dato que todos ya teníamos asumido: no va a haber mayorías absolutas. Pero, no obstante, no se produce el tan proclamado rebrote del PSOE, en el que se basa el señor P.Sánchez para declarase el futuro ocupante de la Moncloa. Lo que se confirma y, créanme, tiene mucho mérito dado el desgaste que el Gobierno ha venido acumulando desde que tuvo que adoptar medidas draconianas para sacar al país del abismo en el que lo dejaron los compadres del PSOE del señor Sánchez (algo que, para quien le escucha, parece que ya se le olvidó), es que, contra viento y marea, el PP consigue mantener el liderato y se perfila como ganador de las elecciones con un 28´2% de los votos. A alguien puede parecerle poco y, si se contempla a la vista a los resultados que obtuvo en noviembre del 2011, evidentemente resulta descorazonador; pero si se ve después de la irrupción avasalladora de Podemos, de los casos de corrupción que se han destapado dentro del partido y de los ataques sincronizados que viene recibiendo de todos los partidos de la oposición, se puede considerar como un verdadero milagro.

Lo cierto es que las curas de humildad son muy saludables. Y esto es lo que vienen encajando el grupo Podemos, con su líder, señor Pablo Iglesias, cada vez más parecido a su mentor el señor Maduro de Venezuela y con un señor Monedero que no sabemos por qué motivo parece más dispuesto a hacer el payaso que ha concentrarse en su trabajo. Su perspectivas electorales parecen ancladas en un 15´7% de los votos lo que, sin estar mal, es evidente que no tiene nada que ver con sus aspiraciones a gobernar la nación. En todo caso, aquellas expectativas que se otorgaron ellos mismos después de su apoteósica irrupción en la política nacional, pasado un tiempo, cuando se les ha comenzado a ver lo que se esconde detrás de su apariencia de Robin Hood, y han hecho su aparición las envidas, la lucha por el poder, los tics autoritarios, las disensiones internas y, el hecho innegable de que el país está avanzando; parece que están en franca recesión y ahí los tenemos muy lejos de poder superar a los dos partidos tradicionales que, curiosamente, da la sensación que van a mantener el bipartidismo, a pesar de los que están intentando fraccionar la política dentro del territorio español.

En el caso de Ciudadanos ha ocurrido algo que, seguramente ha sido debido a su espectacular avance y su extensión al resto de España. No han tenido suficientes candidatos para presentarse en tantas poblaciones y esto ha motivado que la calidad y la procedencia de muchos de los cargos electos que han conseguido, carezcan de la solvencia necesaria, tengan poco que ver con los verdaderos miembros del partido en Catalunya, ya que muchos provienen de otras formaciones políticas, y es muy posible que sus actuaciones, en sus respectivos ayuntamientos o autonomías, no estén a la altura que el señor Ribera hubiera deseado para que representasen a su formación. En todo caso se mantienen. Sus expectativas, teniendo en cuenta que era un partido afincado únicamente en Catalunya, que ha dado el salto a buscar representación en toda España, no son malas y el CIS les concede un 11’1% lo que, sin duda, los puede situar en una postura inmejorable para permitir la gobernabilidad de España. La duda la seguimos manteniendo respecto a lo que pueden hacer, una vez celebradas las elecciones, ya que, a pesar de que el señor Albert Ribera insiste en que no va a celebrar pactos con Podemos; falta por ver si ello se confirma o cae en la trampa de formar parte de la oposición de izquierdas, para neutralizar al PP. Los partidos IU y UPyD camino del desguace.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, dado que ahora el tiempo, la economía y la recuperación de los puestos de trabajo favorecen al PP, parece que, si las cosas no se tuercen y el tema separatista quedara en agua de borrajas, las posibilidades de mantener un gobierno de centro derecha o centro izquierda puede que vayan aumentando. O así quisiéramos que ocurriera.

Un toque de realismo y sensatez

La encuesta del CIS
Miguel Massanet
jueves, 6 de agosto de 2015, 08:20 h (CET)
Alguien debiera de poner orden. Sería conveniente que, lo mismo que sucede con cualquier deporte en el que compitan varios adversarios, hubiera un árbitro que hiciera que se cumplieran las reglas, vigilara por que se mantuviera el fair play, sancionara las irregularidades y pusiera orden cuando una o ambas partes se desviasen de lo reglamentario, con facultad de aplicar penalizaciones o incluso de descalificar a los reincidentes o a los que no supiera mantener las formas, dentro de lo que es la pugna electoral para cubrir los puestos en las instituciones públicas de un país.

Por desgracia los españoles estamos acostumbrados a que, aquellos que solicitan nuestro voto lo hagan desde el subjetivismo, la descalificación del adversario político y la supervaloración de los méritos propios; ofreciendo lo que, en muchas ocasiones, es imposible de cumplir y mintiendo, una y otra vez, para pintar una situación del país que pueda favorecerles, a la vez que les sirva para intentar hundir a sus oponentes políticos. En estos días en los que se van sucediendo noticias positivas para la economía española, en los que parece que la lucha contra el desempleo está consiguiendo importantes avances y los datos económicos empiezan a confirmar que la recuperación no es algo imaginario o transitorio, sino que está empezando a enraizar de una manera sólida y continuada en nuestro tejido financiero y económico; nos vemos obligados a escuchar a los eternos agoreros de las izquierdas, insistir con terquedad digna de mejor causa, en que España va mal, que los contratos que se firman son basura, que si la estacionalidad, que si no son indefinidos, que si no se favorece a los necesitados etc.

Y esto viene ocurriendo, señores, antes de que ninguno de los que entonan las canciones mortuorias por nuestra nación, ni siquiera hayan tenido tiempo para leerse, enteramente, las excelentes noticias que nos llegan respeto al aumento de las ventas en la construcción, que han experimentado en el pasado 2014 un 17% de incremento o los excelentes resultados en la venta y exportación de los coches fabricados en nuestras fábricas de vehículos o que, de cada cuatro contratos, tres son para personal fijo, o que de julio del 2014 a julio del 2015, en cómputo interanual, los contratos suscritos han doblado la cifra del año pasado. Pero si escuchan al señor Nadal de IU (en pleno desguace de su partido) o al propio señor Pedro Sánchez que, no contento con crear problemas dentro de su propia formación, el último, la destitución como portavoz de la alcaldía de Madrid del señor J.M.Carmona, uno de los activos más sólidos y menos fanatizados del PSOE, sólo porque no le interesa que pueda haber figuras que le puedan hacer sombra en lo que piensa que es su destino: la Moncloa. Algo que ya le ocurrió en el caso de la presidenta de la comunidad Andaluza señora Susana Díaz; pensarían que España se encuentra a las puertas de la banca rota, lo mismo que, por cierto, la dejaron ellos cuando el PP el 20N del 2.011 abandonaron el gobierno para que el PP se hiciera cargo de un país a punto de tener que solicitar el rescate de la CE.

Pero, de tanto en tanto, aparecen datos objetivos, conocemos informes y nos enteramos de cuestiones que, afortunadamente, no dependen de los políticos, no están condicionados a censura y no pueden ser discutidos porque están elaborados de una forma científica, por funcionarios especializados en la materia y comprobados por grupos de expertos que son quienes elaboran los informes definitivos. Hablamos del CIS y de sus encuestas, en este caso, sobre las perspectivas electorales de cada formación política existente en España de cara a las Generales que, con toda seguridad, van a celebrarse a finales del corriente ejercicio. Una encuesta que aclara muchas cosas y despeja muchas incógnitas que se nos presentan a los ciudadanos, en ocasiones, confundidos, sorprendidos o condicionados por toda esta marabunta de acusaciones, descalificaciones, auto bombo, presuntas mayorías favorables, encuestas inventadas, denuncias de corruptelas contra el adversario etc. mediante las cuales se nos bombardea constantemente a los electores, con el único fin de crear una atmósfera enrarecida que induzca, en unos casos a la abstención y en otros a votar por partidos distintos; con lo que se produce, como ocurrió en las pasadas elecciones del 24M, municipales y autonómicas, en las que muchos votantes, confundidos y enfadados con los políticos, cambiaron el sentido de su voto, favoreciendo a las izquierdas en perjuicio del PP.

Evidentemente, se confirma un dato que todos ya teníamos asumido: no va a haber mayorías absolutas. Pero, no obstante, no se produce el tan proclamado rebrote del PSOE, en el que se basa el señor P.Sánchez para declarase el futuro ocupante de la Moncloa. Lo que se confirma y, créanme, tiene mucho mérito dado el desgaste que el Gobierno ha venido acumulando desde que tuvo que adoptar medidas draconianas para sacar al país del abismo en el que lo dejaron los compadres del PSOE del señor Sánchez (algo que, para quien le escucha, parece que ya se le olvidó), es que, contra viento y marea, el PP consigue mantener el liderato y se perfila como ganador de las elecciones con un 28´2% de los votos. A alguien puede parecerle poco y, si se contempla a la vista a los resultados que obtuvo en noviembre del 2011, evidentemente resulta descorazonador; pero si se ve después de la irrupción avasalladora de Podemos, de los casos de corrupción que se han destapado dentro del partido y de los ataques sincronizados que viene recibiendo de todos los partidos de la oposición, se puede considerar como un verdadero milagro.

Lo cierto es que las curas de humildad son muy saludables. Y esto es lo que vienen encajando el grupo Podemos, con su líder, señor Pablo Iglesias, cada vez más parecido a su mentor el señor Maduro de Venezuela y con un señor Monedero que no sabemos por qué motivo parece más dispuesto a hacer el payaso que ha concentrarse en su trabajo. Su perspectivas electorales parecen ancladas en un 15´7% de los votos lo que, sin estar mal, es evidente que no tiene nada que ver con sus aspiraciones a gobernar la nación. En todo caso, aquellas expectativas que se otorgaron ellos mismos después de su apoteósica irrupción en la política nacional, pasado un tiempo, cuando se les ha comenzado a ver lo que se esconde detrás de su apariencia de Robin Hood, y han hecho su aparición las envidas, la lucha por el poder, los tics autoritarios, las disensiones internas y, el hecho innegable de que el país está avanzando; parece que están en franca recesión y ahí los tenemos muy lejos de poder superar a los dos partidos tradicionales que, curiosamente, da la sensación que van a mantener el bipartidismo, a pesar de los que están intentando fraccionar la política dentro del territorio español.

En el caso de Ciudadanos ha ocurrido algo que, seguramente ha sido debido a su espectacular avance y su extensión al resto de España. No han tenido suficientes candidatos para presentarse en tantas poblaciones y esto ha motivado que la calidad y la procedencia de muchos de los cargos electos que han conseguido, carezcan de la solvencia necesaria, tengan poco que ver con los verdaderos miembros del partido en Catalunya, ya que muchos provienen de otras formaciones políticas, y es muy posible que sus actuaciones, en sus respectivos ayuntamientos o autonomías, no estén a la altura que el señor Ribera hubiera deseado para que representasen a su formación. En todo caso se mantienen. Sus expectativas, teniendo en cuenta que era un partido afincado únicamente en Catalunya, que ha dado el salto a buscar representación en toda España, no son malas y el CIS les concede un 11’1% lo que, sin duda, los puede situar en una postura inmejorable para permitir la gobernabilidad de España. La duda la seguimos manteniendo respecto a lo que pueden hacer, una vez celebradas las elecciones, ya que, a pesar de que el señor Albert Ribera insiste en que no va a celebrar pactos con Podemos; falta por ver si ello se confirma o cae en la trampa de formar parte de la oposición de izquierdas, para neutralizar al PP. Los partidos IU y UPyD camino del desguace.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, dado que ahora el tiempo, la economía y la recuperación de los puestos de trabajo favorecen al PP, parece que, si las cosas no se tuercen y el tema separatista quedara en agua de borrajas, las posibilidades de mantener un gobierno de centro derecha o centro izquierda puede que vayan aumentando. O así quisiéramos que ocurriera.

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