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Opinión
Etiquetas | Animalismo | perros | Gatos | Animales | Derechos
Perros y Gatos también aman sus vidas

​Respetemos los derechos de los animales

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Por ser de diferente forma, no quiere decir que los animales sean inferiores, sino que Dios nos ha hecho distintos unos de los otros, pero todos somos creaciones de Dios y debemos respetarnos. Todos deseamos vivir con el cuerpo con que hemos nacido y anhelamos la felicidad. Dichas estas palabras, continuaré con consideraciones de gente de la calle y un par de conocidos.


Según palabras del doctor Eliseo JVS27 de Ordes: “La verdad y dando pasos al frente, no sé qué les pasa algunas personas con los animales, atreviéndose además con perros y con gatos. ¿Qué les pasa? ¿de qué materia están hechos?, ¿por qué tanto odio y prepotencia? ¿por qué invaden y atacan al más débil, al animal? ¿Por qué razón, para qué fin, qué saca de atormentarles?, si hay opciones mejores de alimentación.


Paremos está situación, pero ¿cómo?. Primero, pidiéndoselo. Yo humildemente se lo pido”.


Cuando estaba en el colegio un compañero chino que fuera muy buen amigo, de unos once años, atormentó, maltrató y asesinó a un pájaro delante de todos sus compañeros. Yo era tímida y sufrí en silencio, pero los profesores no hicieron nada y eso es lo que más me dolió. Creo que algunos lo llevan dentro para su desgracia. Y quiero decir también que las autoridades y gobiernos deben tomar parte en el asunto. Y no silenciarse.


Para mi madrina Maruja Rodríguez Toja de Negreira, pintora y enfermera: “Todas las especies tienen derecho a la vida digna. Debemos ayudar todos a que así sea, por eso pondremos todas las marchas del coche para ir a toda velocidad”.


Según Clara 900k, psicóloga de O Grove: “Cierto que por estos países occidentales duele más que se coma al perro y al gato, porque los vemos con más derecho a la vida, los cuidamos más, les amamos de otra manera”.


En palabras de Xarmint Oui 416, dependienta en Betanzos: “Reconozco que alguna vez voy a comercios chinos para comprar cosas para los gatos, para indicarles que nos gustan y los queremos tratar bien. Simplemente por ello”.


...Y es que los gatos y perros quieren sus vidas: sus camitas, juguetes, areneros, correr por el campo, ir a la playa, dormir con sus dueños, ser besados, comer bien y mucho más. Se aman como son.


Entonces piensen, un perrito enjaulado junto a otros, esperando la muerte. No hay derecho.


Como nos cuenta Mechita de Luz 77, médico en Santiago de Compostela: “Dios no podría perdonarles. Y no es por nada, añade, el perdón de Dios puede hacer que muchos sueños se realicen, que se desarrolle nuestra parte espiritual y ascendamos muy alto, llegando a ser muy felices. Somos espíritu y realmente este no es nuestro sitio”.


Y no quiero escribir mucho más, porque en este artículo se encierra una petición a algunos ciudadanos chinos de parte de todos los que aquí opinan, con respeto, pero “háganse vegetarianos”. Y voy a terminar estas breves consideraciones con la opinión del escritor animalista, el valenciano Ángel Padilla:


-En cuanto a que en China se coma perros y gatos, no me sorprende. Me sorprende más que gente que come otros animales que no se consideran “mascotas” aquí y lancen el grito en el cielo ante la noticia anual del festival de carne de perro de Yulin -que deviene desde los años 90 y se realiza para conmemorar el solsticio de verano-, cada junio, donde se asesinan unos 10.000 perros. La filosofía vegana no diferencia entre especies. Nos resulta igual de horrible que despellejen a un perro que a una gallina. Para explicar este fenómeno existe una palabra que creó el filósofo Peter Singer, especismo. El especismo consiste en pensar que toda aquella especie que no sea la humana es inferior. Pero también es especismo tolerar y amar y respetar a determinadas especies de animales y odiar, asesinar, torturar y comer a otras. Un ejemplo podría ser quien se autodenomina antitaurino y no vegano. Siente frustración e ira ante la tortura del toro en el ruedo y su muerte, sin embargo justifica la tortura de los animales que come, porque dice que son “comida”. El taurino dice que lo que hace es “tradición”. Al final todo es una gran farsa rellena de otras farsas más pequeñas, como las muñequitas que se venden que contienen dentro otras muchas en gradación descendente de tamaño. Marcos que amparan infiernos mediante una moral epocal y su legislación y que con progresos mentales son derrumbados, felizmente.


Muchos dicen que el pueblo chino es especialmente cruel con los animales y considero que esto es falso. Especialmente cruel con todos los animales es toda la humanidad por todo el orbe. Por todo el orbe hay miles de barracones con billones de pobres diablos a los que, ya van muchos siglos desde la industrialización, les ha tocado en mala suerte nacer de madre esclava. No importa que tengan cuernecitos arriba de las anchas frentes, alas en la espalda, gruesos pies como los elefantes, voz de ladrido como el perro. Época. Habitamos, vivimos, en una época ferozmente especista, que se lleva por delante todo muro, sea de ladrillo o de piel.


Un dato curioso sobre que los chinos comen perros regularmente es que, en verdad, sólo lo hacen, según los estudios, el 30 % de la población, el resto no ha comido carne de perro en su vida y está en contra de ello. En las grandes urbes son, como aquí, considerados “mascotas” y se asegura que son mejor tratados que aquí, cuando los integran en sus familias en las grandes ciudades que están en contra de matar y comer perros.


La explicación es que desde muy antiguo, para los chinos, los perros han sido considerados como comida y también como amigos. Los perros se podían enterrar junto a sus “dueños” fallecidos, para hacerles compañía en el más allá, pero también se sacrificaba a los perros para ofrendar a los dioses con su carne. Hace más de 4 mil años, el perro se consideraba uno de “los seis tipos de ganado”, que incluía caballos, vacas, ovejas, perros, cerdos y pollos. Incluso se puede encontrar escritos sobre la carne de perro en la obra de Mencio y otros libros históricos.


Alrededor del siglo X, con la popularización del Budismo en China, comer perro comenzó a considerarse algo negativo. El budismo no acepta comer ningún tipo de animal, pero particularmente condena matar al perro para comida, ya que considera que –al ser el perro fiel con su amo- matarlo produce un mal karma. Sin embargo, esto no terminó con la tradición, y a lo largo de los siglos que siguieron la carne canina continuó considerándose buena por su sabor y sus propiedades medicinales. Se cree que hace bien para el “yang” (el calor del cuerpo), por lo que ayudaría a la salud del hígado y a la masculinidad.


En el norte de Canadá, Alaska e incluso algunas etnias de México también es aceptable comer carne de perro.


Es necesario, pues, concienciar contra el antropocentrismo y el especismo y dotar de derechos, sobre todo el de la libertad, a TODOS los animales.


Gracias Ángel.


Y algo más, ellos no están en contra de los chinos, sino no a favor de esa parte de la conducta de algunos, que con voluntad podrían llegar a cambiar. Y que debemos transformar globalmente en relación a todos los animales. Cuando el Arca de Noe, Dios quiso salvar a todas las especies.


Termino con la recomendación de mi vecina francesa residente en Galicia, Anike: “Carnívoros de todo el Planeta, en general, por favor reflexionen. Si su trabajo es la carne, dedíquense a fabricar coches voladores que ese sí es el futuro. Cambien el rollo. Cambien el chip. Únanse a nosotros y serán más felices”.


Gracias por leernos y criticarnos porque podría ser el principio del cambio. Y si no, aquí os queda.

Gracias a todos los que han opinado en este pequeño artículo y a los muchos que por espacio no he podido meter.

​Respetemos los derechos de los animales

Perros y Gatos también aman sus vidas
Aurora Peregrina Varela Rodriguez
jueves, 17 de junio de 2021, 12:33 h (CET)

Por ser de diferente forma, no quiere decir que los animales sean inferiores, sino que Dios nos ha hecho distintos unos de los otros, pero todos somos creaciones de Dios y debemos respetarnos. Todos deseamos vivir con el cuerpo con que hemos nacido y anhelamos la felicidad. Dichas estas palabras, continuaré con consideraciones de gente de la calle y un par de conocidos.


Según palabras del doctor Eliseo JVS27 de Ordes: “La verdad y dando pasos al frente, no sé qué les pasa algunas personas con los animales, atreviéndose además con perros y con gatos. ¿Qué les pasa? ¿de qué materia están hechos?, ¿por qué tanto odio y prepotencia? ¿por qué invaden y atacan al más débil, al animal? ¿Por qué razón, para qué fin, qué saca de atormentarles?, si hay opciones mejores de alimentación.


Paremos está situación, pero ¿cómo?. Primero, pidiéndoselo. Yo humildemente se lo pido”.


Cuando estaba en el colegio un compañero chino que fuera muy buen amigo, de unos once años, atormentó, maltrató y asesinó a un pájaro delante de todos sus compañeros. Yo era tímida y sufrí en silencio, pero los profesores no hicieron nada y eso es lo que más me dolió. Creo que algunos lo llevan dentro para su desgracia. Y quiero decir también que las autoridades y gobiernos deben tomar parte en el asunto. Y no silenciarse.


Para mi madrina Maruja Rodríguez Toja de Negreira, pintora y enfermera: “Todas las especies tienen derecho a la vida digna. Debemos ayudar todos a que así sea, por eso pondremos todas las marchas del coche para ir a toda velocidad”.


Según Clara 900k, psicóloga de O Grove: “Cierto que por estos países occidentales duele más que se coma al perro y al gato, porque los vemos con más derecho a la vida, los cuidamos más, les amamos de otra manera”.


En palabras de Xarmint Oui 416, dependienta en Betanzos: “Reconozco que alguna vez voy a comercios chinos para comprar cosas para los gatos, para indicarles que nos gustan y los queremos tratar bien. Simplemente por ello”.


...Y es que los gatos y perros quieren sus vidas: sus camitas, juguetes, areneros, correr por el campo, ir a la playa, dormir con sus dueños, ser besados, comer bien y mucho más. Se aman como son.


Entonces piensen, un perrito enjaulado junto a otros, esperando la muerte. No hay derecho.


Como nos cuenta Mechita de Luz 77, médico en Santiago de Compostela: “Dios no podría perdonarles. Y no es por nada, añade, el perdón de Dios puede hacer que muchos sueños se realicen, que se desarrolle nuestra parte espiritual y ascendamos muy alto, llegando a ser muy felices. Somos espíritu y realmente este no es nuestro sitio”.


Y no quiero escribir mucho más, porque en este artículo se encierra una petición a algunos ciudadanos chinos de parte de todos los que aquí opinan, con respeto, pero “háganse vegetarianos”. Y voy a terminar estas breves consideraciones con la opinión del escritor animalista, el valenciano Ángel Padilla:


-En cuanto a que en China se coma perros y gatos, no me sorprende. Me sorprende más que gente que come otros animales que no se consideran “mascotas” aquí y lancen el grito en el cielo ante la noticia anual del festival de carne de perro de Yulin -que deviene desde los años 90 y se realiza para conmemorar el solsticio de verano-, cada junio, donde se asesinan unos 10.000 perros. La filosofía vegana no diferencia entre especies. Nos resulta igual de horrible que despellejen a un perro que a una gallina. Para explicar este fenómeno existe una palabra que creó el filósofo Peter Singer, especismo. El especismo consiste en pensar que toda aquella especie que no sea la humana es inferior. Pero también es especismo tolerar y amar y respetar a determinadas especies de animales y odiar, asesinar, torturar y comer a otras. Un ejemplo podría ser quien se autodenomina antitaurino y no vegano. Siente frustración e ira ante la tortura del toro en el ruedo y su muerte, sin embargo justifica la tortura de los animales que come, porque dice que son “comida”. El taurino dice que lo que hace es “tradición”. Al final todo es una gran farsa rellena de otras farsas más pequeñas, como las muñequitas que se venden que contienen dentro otras muchas en gradación descendente de tamaño. Marcos que amparan infiernos mediante una moral epocal y su legislación y que con progresos mentales son derrumbados, felizmente.


Muchos dicen que el pueblo chino es especialmente cruel con los animales y considero que esto es falso. Especialmente cruel con todos los animales es toda la humanidad por todo el orbe. Por todo el orbe hay miles de barracones con billones de pobres diablos a los que, ya van muchos siglos desde la industrialización, les ha tocado en mala suerte nacer de madre esclava. No importa que tengan cuernecitos arriba de las anchas frentes, alas en la espalda, gruesos pies como los elefantes, voz de ladrido como el perro. Época. Habitamos, vivimos, en una época ferozmente especista, que se lleva por delante todo muro, sea de ladrillo o de piel.


Un dato curioso sobre que los chinos comen perros regularmente es que, en verdad, sólo lo hacen, según los estudios, el 30 % de la población, el resto no ha comido carne de perro en su vida y está en contra de ello. En las grandes urbes son, como aquí, considerados “mascotas” y se asegura que son mejor tratados que aquí, cuando los integran en sus familias en las grandes ciudades que están en contra de matar y comer perros.


La explicación es que desde muy antiguo, para los chinos, los perros han sido considerados como comida y también como amigos. Los perros se podían enterrar junto a sus “dueños” fallecidos, para hacerles compañía en el más allá, pero también se sacrificaba a los perros para ofrendar a los dioses con su carne. Hace más de 4 mil años, el perro se consideraba uno de “los seis tipos de ganado”, que incluía caballos, vacas, ovejas, perros, cerdos y pollos. Incluso se puede encontrar escritos sobre la carne de perro en la obra de Mencio y otros libros históricos.


Alrededor del siglo X, con la popularización del Budismo en China, comer perro comenzó a considerarse algo negativo. El budismo no acepta comer ningún tipo de animal, pero particularmente condena matar al perro para comida, ya que considera que –al ser el perro fiel con su amo- matarlo produce un mal karma. Sin embargo, esto no terminó con la tradición, y a lo largo de los siglos que siguieron la carne canina continuó considerándose buena por su sabor y sus propiedades medicinales. Se cree que hace bien para el “yang” (el calor del cuerpo), por lo que ayudaría a la salud del hígado y a la masculinidad.


En el norte de Canadá, Alaska e incluso algunas etnias de México también es aceptable comer carne de perro.


Es necesario, pues, concienciar contra el antropocentrismo y el especismo y dotar de derechos, sobre todo el de la libertad, a TODOS los animales.


Gracias Ángel.


Y algo más, ellos no están en contra de los chinos, sino no a favor de esa parte de la conducta de algunos, que con voluntad podrían llegar a cambiar. Y que debemos transformar globalmente en relación a todos los animales. Cuando el Arca de Noe, Dios quiso salvar a todas las especies.


Termino con la recomendación de mi vecina francesa residente en Galicia, Anike: “Carnívoros de todo el Planeta, en general, por favor reflexionen. Si su trabajo es la carne, dedíquense a fabricar coches voladores que ese sí es el futuro. Cambien el rollo. Cambien el chip. Únanse a nosotros y serán más felices”.


Gracias por leernos y criticarnos porque podría ser el principio del cambio. Y si no, aquí os queda.

Gracias a todos los que han opinado en este pequeño artículo y a los muchos que por espacio no he podido meter.

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Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
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