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Opinión
Etiquetas | Nepal | Terremoto

Katmandú: la vida es sueño

Calderón tenía razón
Mario López
martes, 5 de mayo de 2015, 23:52 h (CET)
El terremoto del Nepal es una tragedia que apenas nos conmueve a todos los que aún tenemos cierta capacidad para conmovernos por estas cosas a estas alturas de siglo, siglo en el que no hay día en el que nos desayunemos sin una desgracia brutal ampliamente cubierta por las televisiones de todo el mundo; entre anuncio y anuncio publicitario, entre gol y gol de Messi o Ronaldo. Un espectáculo más de la muerte en directo (o diferido) de miles de seres humanos invisibles, absolutamente prescindibles para el común de una ciudadanía occidental encanallada, capaz de dar cumplida cuenta de sus almuerzos, mientras observa con sincera indiferencia y fingida aflicción los tormentos de unos seres humanos que ya, a sus ojos, apenas son algo más que un videojuego.

En medio de este siniestro marasmo, hoy ha emergido de las ruinas sepulcrales de Katmandú un hombre de más de cien años de edad, quien ya puede ser considerado como un más que avezado superviviente de cataclismos. El hombre recuerda, ante las cámaras de televisión, su primera experiencia telúrica, nada menos que vivida en los años treinta del siglo pasado. Y, lo que ya pertenece al mundo de la mitología, resulta que este señor aún conserva la memoria de su primera y remotísima experiencia. Lacónicamente, afirma que este terremoto ha sido más desastroso que el anterior, pero lo dice con la naturalidad del que sabe que aún le quedan otros cuantos más por sobrevivir. Quizá es Buda, o su avatar. Calderón tenía razón: la vida es sueño.

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