La visita del Barcelona a la Fonteta para abrir las semifinales de la Liga Endesa cargaba con un peso enorme la mochila del conjunto catalán. La fiabilidad del Valencia Basket en su pista, sólo una derrota en la fase regular, unida a las dudas del conjunto catalán tras la debacle de la Final Four hacía de esta serie toda una prueba de fuego para los de Xavi Pascual.
Todo eso saltó por los aires después que el Barça a la primeras de cambio arrebatara el factor pista y dejara claro que el equipo taronja ha llegado muy justo a una cita con un nivel de exigencia física altísimo. Hay dos datos que ayudan a entender el 58-77 final. El primero fue el claro dominio de los blaugrana de los aros (27 rebotes frente a 44) y el segundo el bajo porcentaje de tiros de dos del conjunto de Velimir Perasovic, que firmaron un pírrico 12/36 frente al 20 de 38 de su rival.
El fondo del Barça, que aguantó mejor el alto ritmo físico del choque, se basó esta vez en el poderío ofensivo de Ante Tomic, secundado por un Lampe al alza, y el acierto exterior de Juan Carlos Navarro, poniendo siempre la puntilla al Valencia desde la distancia. Además, la defensa e intensidad blaugranas en los 40 minutos puso las cosas imposibles para un Valencia que debe buscar pronto cómo reaccionar a este tropiezo.
La victoria culé se cimentó en el tercer cuarto, cuando con un parcial de 0-12 se puso en su máxima diferencia parcial (35-47) amparados en una gran defensa, con Papanikolaou repartiendo tapones, Lampe y Tomic dominando la pintura junto a Dorsey en defensa y en ataque, y haciendo excelentes registros en el rebote ofensivo ayudados por un Sada que fue una pesadilla para los 'taronja'.
Sada, con 8 puntos al descanso, sobresalió al meterse en medio de la botella y cogiendo balones perdidos, colaborando con dos rebotes en ataque consecutivos a que el Barça dominara esta faceta. Pero fue más allá el conjunto de Pascual en defensa, estando activos, juntos y colaboradores los unos con los otros para crear una telaraña donde se enganchó el cuadro local.
En la recta final del choque sólo el pundonor de Pau Ribas dio motivos para la esperanza a la parroquia valenciana. Fue un mero espejismo. El Barça, sabedor de la importancia de ganar para girar el factor pista, no dio ninguna opción a cualquier amago de remontada. Con Navarro asistiendo a Tomic y Nachbar anotando desde fuera, Valencia Basket dio por imposible seguir luchando un partido ya sentenciado.
El Barça certificaba el 0-1 en la serie y dejaba al conjunto de Perasovic con la sensación de que mucho tendrá que mejorar el próximo sábado para viajar a Barcelona con opciones de devolver la serie a territorio valenciano.
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