Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Los trabajos y los días
Podemos ha metido el miedo en el cuerpo a todos

El miedo a Podemos

|

Los resultados electorales recientes han mostrado el lado oculto de la realidad. Que no es otra que el miedo al presente y al futuro, el cansancio de un statu quo que castiga al ciudadano, el agotamiento de unos partidos políticos que solo aspiran a mantener sus cuotas de poder y la respuesta del cabreo ante el capitalismo atroz que nos gobierna.

La irrupción de Podemos en la política europea no es sin embargo solo el voto de la indignación, la representación del 15-M como dicen algunos. Podemos es el agitador de la atonía sociopolítica. Su valor es más simbólico que real aunque algunos tienen un desasosiego subyugador a ese probable poder real. En realidad es un ente de ficción que conmueve la realidad poderosa de todos ellos: su capacidad de engendrar ideas y de crear sentimientos.

Podemos es un sentimiento que ha tomado cuerpo en la representación social. Y ya se sabe que con los sentimientos se pueden hacer buenas utopías pero se construyen pocas realidades. En política no hay sentimientos.

Sin embargo, el PP ha sentido el aldabonazo del miedo con Podemos. Todos sus dirigentes, televisiones y periodistas afines han salido en tromba para zaherir, insultar y criticar despiadadamente al nuevo mesías con coleta de nombre tan infausto como Pablo Iglesias: nuevamente resucita un nombre y un símbolo que acojona. Pablo Iglesias acojona a la derecha, y acojonaría todavía más si los asesores de imagen le dijeran que cambie la postura corporal a la hora de hablar en tertulias televisivas.

También la izquierda ha sentido un frío glacial en sus entretelas. El PSOE ha puesto rápidamente la picadora Moulinex en funcionamiento para triturarse internamente a la espera de que la albóndiga resultante (a esto se le llama catarsis o proceso interno) sea comestible y vuelva a la senda de la izquierda que no debía haber perdido pegándose a las teorías liberales económicas.

A Izquierda Unida no le ha faltado tiempo para preguntar al nuevo compañero de viaje si se junta con él. El oportunismo coyuntural que crea imágenes tan variopintas como apoyar al PP en Extremadura, al PSOE en Andalucía y a CiU o Esquerra en Cataluña. Una locura.

A Podemos lo va a hacer grande el miedo: miedo de los votantes al capitalismo salvaje que nos hará retroceder a finales del XIX con paro y salarios de miseria (los que trabajen), miedo de los partidos políticos instalados por esta nueva Benina de la novela Misericordia de Galdós que viene a ayudar a los pobres de la tierra ofreciendo su bondad misérrima. ¡Qué tiempos más interesantes se avecinan!

El miedo a Podemos

Podemos ha metido el miedo en el cuerpo a todos
Francisco Morales Lomas
viernes, 30 de mayo de 2014, 08:33 h (CET)
Los resultados electorales recientes han mostrado el lado oculto de la realidad. Que no es otra que el miedo al presente y al futuro, el cansancio de un statu quo que castiga al ciudadano, el agotamiento de unos partidos políticos que solo aspiran a mantener sus cuotas de poder y la respuesta del cabreo ante el capitalismo atroz que nos gobierna.

La irrupción de Podemos en la política europea no es sin embargo solo el voto de la indignación, la representación del 15-M como dicen algunos. Podemos es el agitador de la atonía sociopolítica. Su valor es más simbólico que real aunque algunos tienen un desasosiego subyugador a ese probable poder real. En realidad es un ente de ficción que conmueve la realidad poderosa de todos ellos: su capacidad de engendrar ideas y de crear sentimientos.

Podemos es un sentimiento que ha tomado cuerpo en la representación social. Y ya se sabe que con los sentimientos se pueden hacer buenas utopías pero se construyen pocas realidades. En política no hay sentimientos.

Sin embargo, el PP ha sentido el aldabonazo del miedo con Podemos. Todos sus dirigentes, televisiones y periodistas afines han salido en tromba para zaherir, insultar y criticar despiadadamente al nuevo mesías con coleta de nombre tan infausto como Pablo Iglesias: nuevamente resucita un nombre y un símbolo que acojona. Pablo Iglesias acojona a la derecha, y acojonaría todavía más si los asesores de imagen le dijeran que cambie la postura corporal a la hora de hablar en tertulias televisivas.

También la izquierda ha sentido un frío glacial en sus entretelas. El PSOE ha puesto rápidamente la picadora Moulinex en funcionamiento para triturarse internamente a la espera de que la albóndiga resultante (a esto se le llama catarsis o proceso interno) sea comestible y vuelva a la senda de la izquierda que no debía haber perdido pegándose a las teorías liberales económicas.

A Izquierda Unida no le ha faltado tiempo para preguntar al nuevo compañero de viaje si se junta con él. El oportunismo coyuntural que crea imágenes tan variopintas como apoyar al PP en Extremadura, al PSOE en Andalucía y a CiU o Esquerra en Cataluña. Una locura.

A Podemos lo va a hacer grande el miedo: miedo de los votantes al capitalismo salvaje que nos hará retroceder a finales del XIX con paro y salarios de miseria (los que trabajen), miedo de los partidos políticos instalados por esta nueva Benina de la novela Misericordia de Galdós que viene a ayudar a los pobres de la tierra ofreciendo su bondad misérrima. ¡Qué tiempos más interesantes se avecinan!

Noticias relacionadas

En una cultura ética repleta de principios atávicos no superados pareciera que la reprobación moral de la familia no venciese la idea de otredad al entender la primera como un espacio colonizado y externo a cualquier realidad por escatológica que resultase. El tacticismo político usa de forma sombría este tipo de herencias sociales para definir las fronteras entre lo posible y no posible.

El sistema dominante o establishment estadounidense utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y conformar una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas.

Nosotros, hombres sencillos, de difícil discurso, sólo tenemos claro varios términos muy simples: TIMO, ENGAÑO, MENTIRA, REALIDAD y VERDAD. Académicamente hay conceptos que se definen de tal forma que parecen lo que no son o son lo que no parecen... SÓLO UNA BUENA EDUCACIÓN ACLARA CADA SIGNIFICADO.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto