| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
|
|
Con motivo de la celebración de los Santos Inocentes, ayer día 28, como casi siempre ha habido políticos que lo han utilizado. Que se valgan del cristianismo para hacer política no es asunto del que quiero hablar hoy y aquí. Sí, en cambio, me uno a ese mensaje de acordarse de los que nadie se acuerda.
Rompo, por tanto, una lanza por los santos Inocentes de nuestros días, los niños no nacidos que, por no haber nacido aún, no se consideran vivos y son asesinados.
Son muchos lo abortos que se practican a diario en España. Aunque ha pasado un día desde la celebración de los Inocentes, los primeros mártires, quiero acordarme de esos nonatos.
Y quiero pensar y desear que este 2020 a punto de comenzar sea un año en que al menos una madre que se plantee abortar no lo haga. Demasiados Inocentes hay ya en el Cielo.
En una cultura ética repleta de principios atávicos no superados pareciera que la reprobación moral de la familia no venciese la idea de otredad al entender la primera como un espacio colonizado y externo a cualquier realidad por escatológica que resultase. El tacticismo político usa de forma sombría este tipo de herencias sociales para definir las fronteras entre lo posible y no posible.
El sistema dominante o establishment estadounidense utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y conformar una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas.
Nosotros, hombres sencillos, de difícil discurso, sólo tenemos claro varios términos muy simples: TIMO, ENGAÑO, MENTIRA, REALIDAD y VERDAD. Académicamente hay conceptos que se definen de tal forma que parecen lo que no son o son lo que no parecen... SÓLO UNA BUENA EDUCACIÓN ACLARA CADA SIGNIFICADO.
|