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Etiquetas | Guaidó | Perú | Venezuela | Política
Comparando el “Pensamiento Guía” de SL con el “Pensamiento Guiado” de VP

El "presidente" Guaidó de Venezuela y el "presidente" Guzmán de Perú

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El apagón que tuvo Venezuela ha sido el mayor que se haya visto en un conflicto interno en la historia sudamericana. Los peores que antes hubo fueron los realizados por el senderismo peruano. Juan Guaidó es, después de Abimael Guzmán, el primer andino que se proclama como presidente paralelo al oficial. Mientras Guzmán siempre fue el jefe de un partido (Sendero Luminoso, SL) y se hacía llamar el rojo “Pensamiento Guía”, el cual realmente llegó a tener poder militar y físico en varias partes del Perú en 1980-92, Guaidó es un subalterno del partido Voluntad Popular (VP) y su pensamiento es uno guiado directamente por la Casa Blanca.

Los dos iniciaron su marcha hacia autoproclamarse como presidentes de sus respectivos países bolivarianos organizando el boicot a sus elecciones presidenciales de Mayo (de 1980 en Perú y del 2018 en Venezuela), pero mientras uno lo ha hizo levantándose en armas contra EEUU, el otro lo hace pidiendo que EEUU invada militarmente a su república. Ambos buscan generar el caos y la debacle económica de sus respectivas sociedades, lo cual, si bien inicialmente les puede dar ciertos réditos en términos de activistas, puede condenarlos a perder popularidad y acabar muy mal. Los sabotajes que promovía Guzmán conllevaron a que la mayoría de sus compatriotas se unieran contra él, algo que también puede ocurrir contra Guaidó, quien pide cada vez más fuertes sanciones contra la economía de todos los venezolanos.

El presidente Guzmán de la "República Popular del Perú"
En Perú en mayo 1980 cuando se daban las primeras elecciones presidenciales que culminaron 12 años de dictaduras militares se inició la insurgencia armada del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso, el cual alegaba estar liderado por el “Pensamiento Guía”, el cual luego devino en el “Pensamiento Gonzalo”.


Ambos tenían en común iniciarse con la letra G, que era el apellido real del jefe senderista (Abimael Guzmán), quien luego iría creando “zonas liberadas” desde la frontera norte a la del sur de la columna vertebral andina del país inca y, debido a esto, ellos declararon haber fundado la “República Popular del Perú” dirigida por el “Presidente Gonzalo”.

Dicho Estado no buscaba reconocimiento diplomático algunos y, más bien, atacaba todo tipo de embajadas en Lima, incluyendo la de China, pues promovía ser el germen de la guerra popular mundial.

Uno de los métodos favoritos que tenía el “Pensamiento Guía” para llegar al poder era el sabotaje, y constantemente producían apagones, varios de los cuales dejaron a Lima y otras ciudades importantes a oscuras.

El Presidente Gonzalo llegó a erigirse como mandatario paralelo a tres presidentes electos en Perú, pero acabó sus días cuando en 1992 cayó en la prisión, en la cual permanece.

Durante más de cuarto de siglo Sudamérica nunca pasó por la experiencia de tener dos presidentes que reclamasen ser del mismo país. Sin embargo, en el 2019 Venezuela se ha convertido en la primera república de dicho continente en tener dos personas que se llaman a sí presidentes.

El "presidente encargado de Venezuela" Guaidó
En Venezuela las fuerzas armadas y policiales, las cortes, los misterios, las aduanas y todas las instituciones estatales reconocen a Nicolás Maduro como presidente constitucional, el cual reivindica haber ganado las presidenciales de Mayo 2018 con el 68% de los votos y el 31% del padrón electoral, cifras que, según él, son superiores a la de la mayor parte de las democracias occidentales.


Sin embargo, desde el primer día en que Maduro se posesionó en su segundo mandato (el 10 de enero del 2019) el líder de la Asamblea Nacional Juan Guaidó reclama ser el “Presidente Encargado” de Venezuela. A pesar de sus intentos de llegar a palacio de gobierno con una movilización popular, con un golpe militar o una intervención extranjera, no ha logrado su objetivo.

Al parecer no hay nada que tuviesen en común Guaidó y Guzmán, aparte de compartir las primeras dos letras de sus apellidos. Guaidó descansa su poder en una cincuentena de países que le han reconocido, y en especial de Trump, uno de los más ultraderechistas mandatarios que haya tenido EEUU, la superpotencia que Guzmán consideraba su enemigo central, aunque también petardeaba a todas las embajadas que hoy secundan al “Presidente Encargado de Venezuela”.

Guaidó es miembro de la Internacional Socialista, la cual se reunió en Lima cuando el Presidente Alan García, el primero en ser un miembro de ésta y llegar a gobernar al Perú, comandaba la ejecución de cientos de presos senderistas amotinados, gran parte de ellos rendidos. Guaidó se reclama democrático, propone una economía privatizadora y neoliberal, y su base social son los más ricos y las grandes empresas internacionales y nacionales, mientras que Guzmán estaba en guerra contra todas las instituciones de la democracia parlamentaria y las grandes empresas y su base social eran los más pobres del campo y las barriadas.

Guzmán y Guaidó
Sin embargo, Guaidó y Guzmán tienen otras coincidencias. Guzmán fundó su propio partido (el PCP-SL) justo a la misma edad de 35 años que hoy tiene Guaidó al autoproclamarse como presidente venezolano. Los jóvenes Guaidó y Guzmán se formaron políticamente reclutando sus militantes en las universidades y organizando luchas estudiantiles. Ambos, igualmente, se enfrentaron al “socialismo militar antiimperialista”. Guzmán caracterizó al gobierno de Velasco (1968-75), el cual inspiró luego al comandante Chávez, como “fascista”, mientras que Guaidó tilda al chavismo de “tiranía”. Igualmente, los dos se auto-titulan “socialistas” aunque Guzmán emulaba el totalitario de Stalin y Mao y Guaidó es parte de la misma corriente internacional de Tony Blair y Alan García.


Mientras Guzmán fue siempre el jefe de su partido, era una persona capaz de generar sus propias ideas y doctrinas, y llegó a tener su propio ejército y controlar zonas del Perú, Guaidó es un subalterno de López en el partido Voluntad Popular y de Trump en todas sus orientaciones, no tiene ideas propias y no tiene aún sus propios destacamentos armados ni controla ninguna parte de Venezuela, aunque presida una Asamblea Nacional sin mayores poderes.

En varios reportes de “Voice of America” y otros medios de habla inglesa no es inusual encontrar que se le llame de Juan Guiado, lo cual puede parecer un lapsus o error tipográfico, pero, sin quererlo intencionalmente, ese descuido nos ayuda a ver que realmente el “Presidente Encargado de Venezuela” es alguien “guiado”. Su “gobierno” y su pensamiento es guiado directamente por otros, en particular por la Casa Blanca.

El Guiado solo se atrevió a proclamarse como presidente después que Washington y el Grupo de Lima le pidieron que lo hiciera, y al instante que él lo hizo en una plaza pública, todos ellos le reconocieron. El Guiado amenaza a sus propias fuerzas armadas siguiendo las mismas palabras que en contra pronuncian Trump o sus funcionarios. El Guiado quiso que su estrategia central fuese forzar el ingreso de “ayuda humanitaria” traída en aviones militares de EEUU, y cuando ésta no pudo entrar repitió con más insistencia lo que Trump pedía “usar todos los métodos posibles” para derrocar a Maduro. El Guiado fue al concierto de Cúcuta hecho por el único multimillonario dueño absoluto de 4 islas, junto a varios presidentes latinoamericanos y centrados en pasar la ayuda traída por uniformados estadounidenses. El Guiado hizo su única gira como “Jefe de Estado” en el avión militar de otra república y teniendo como a su principal dama a la subsecretario de Estado de Trump para el Hemisferio, la cual le acompañaba a todas sus entrevistas con otros presidentes y le guiaba en todo lo que debería hacer.

Apagones



Horas antes del día mundial de la mujer la mayor parte de Venezuela sufrió un apagón total. Esto nos permitió recordar los que el senderismo hacía en Perú. Sin embargo, ninguno de ellos alcanzó a tener la escala nacional y la duración de más de 24 horas, que ha tenido el de Venezuela. Los atentados del maoísmo peruano eran hechos por pocos militantes que volaban algunas torres de electricidad, por lo cual estos tendían a ser localizados y no durar tanto. El que ha ocurrido en toda Venezuela solo puede haber sido hecho por una superpotencia y su gran servicio de inteligencia.

Lo que llama la atención es que a pocos minutos que éste se produce el senador republicano de La Florida Marco Rubio lo festeje y que Mike Pompeo acuse a Maduro de hasta ser incapaz de dar luz a su país. Cuando el “Presidente Gonzalo” generaba apagones, EEUU se solidarizaba con Lima y ofrecía sus servicios para combatir a quienes cometen tales actos “terroristas”, pero en este caso la administración norteamericana celebra ello y sigue repitiendo que están dispuestos a echar a Maduro “por todos los medios”, mientras que Rubio se ufana que se ha destruido la industria de aluminio de Venezuela.


El apagón también se ha dado dos días antes de la marcha convocada por Guaidó sobre Caracas, la cual ahora tiene como lema “contra el apagón y la usurpación”. Es claro que el apagón ha sido hecho como parte de la misma guerra económica que Trump libra y mediante la cual ha tomado los activos de la petrolera estatal venezolana en EEUU y sanciona a cualquier empresa o país que comercie con Venezuela.

Es más, el apagón ha sido diseñado para alentar a una oposición que siente que fracasó el 23 de febrero en hacer su día D que iba a dar inicio al desplome de Maduro, y a darle un nuevo justificativo contra el gobierno central al caracterizarlo de sumir al país en la oscuridad.

Nuevamente el “presidente encargado de Venezuela” aparece como uno Guiado por EEUU.

Constitucionalidad



Ciertamente que se puede decir que Guzmán nunca fue ni quiso ser un “presidente constitucional” pues siempre rechazó todas las cartas magnas que haya tenido el Perú, mientras que Guaidó es un presidente conforme a la constitución de Venezuela.

El artículo invocado para justificar que el presidente del parlamento pueda sustituir a Maduro es altamente forzado, sin embargo, este inequívocamente estipula que el “presidente encargado” debe convocar a elecciones en un plazo de 30 días, cosa que ya ha pasado. Guaidó ni siquiera se ha atrevido a llamar unos comicios como los que hizo el parlamento catalán contra Madrid.

Él se ha convertido por esa misma naturaleza en uno totalmente inconstitucional. Además, Guaidó quiere ser el único representante del poder ejecutivo (ni siquiera tiene ministros o gabinete) y no suelta la presidencia del poder legislativo a su segundo, y tampoco acata la decisión del poder legislativo que le prohibía salir del país, con lo cual concentra todos los 3 poderes, que en toda democracia deberían ser independientes uno del otro.

Mientras Guaidó ataca a Maduro de “dictador” y el chavismo le deja circular libremente por toda Venezuela, Guaidó en los hechos quiere erigirse como un dictador que pretende acaparar todos los 3 poderes, no tener un gabinete y usurpar un puesto sin haber competido o ganado una elección nacional.

En los hechos tanto Guzmán como Guaidó han acabado como autoproclamados presidentes al margen de sus respectivas constituciones y ordenamientos jurídicos.

Trágico fin
Tanto Guaidó como Guzmán hicieron su carrera hacia la presidencia paralela organizando el boicot a las presidenciales que se dieron en Mayo (de 1980 en Perú y del 2018 en Venezuela). Inicialmente ambos pudieron haber tenido cierto apoyo popular. Por ejemplo, el entierro a la senderista Lagos en Ayacucho fue atendido por multitudes, las cuales incluso pudieron representar un porcentaje mucho más alto que el de los caraqueños que han ido a la mayor manifestación que haya convocado Guaidó.

Sin embargo, la estrategia de querer imponer un presidente paralelo al oficial mediante sabotajes, apagones y demás acciones que perjudican a la propia población, si bien pudo ayudar a congregar militantes, a la postre acabó aislando a Guzmán y podrá hacer lo mismo con Guaidó, John Bolton amenazó a Maduro de que si no dejaba el poder a Guaidó él podría acabar en Guantánamo, pero con esta clase de guerra no declarada a Venezuela es el propio Guaidó quien puede acabar siendo desacreditado y confinado, tal como ha terminado pasando con Guzmán. 

El "presidente" Guaidó de Venezuela y el "presidente" Guzmán de Perú

Comparando el “Pensamiento Guía” de SL con el “Pensamiento Guiado” de VP
Isaac Bigio
jueves, 14 de marzo de 2019, 16:06 h (CET)

El apagón que tuvo Venezuela ha sido el mayor que se haya visto en un conflicto interno en la historia sudamericana. Los peores que antes hubo fueron los realizados por el senderismo peruano. Juan Guaidó es, después de Abimael Guzmán, el primer andino que se proclama como presidente paralelo al oficial. Mientras Guzmán siempre fue el jefe de un partido (Sendero Luminoso, SL) y se hacía llamar el rojo “Pensamiento Guía”, el cual realmente llegó a tener poder militar y físico en varias partes del Perú en 1980-92, Guaidó es un subalterno del partido Voluntad Popular (VP) y su pensamiento es uno guiado directamente por la Casa Blanca.

Los dos iniciaron su marcha hacia autoproclamarse como presidentes de sus respectivos países bolivarianos organizando el boicot a sus elecciones presidenciales de Mayo (de 1980 en Perú y del 2018 en Venezuela), pero mientras uno lo ha hizo levantándose en armas contra EEUU, el otro lo hace pidiendo que EEUU invada militarmente a su república. Ambos buscan generar el caos y la debacle económica de sus respectivas sociedades, lo cual, si bien inicialmente les puede dar ciertos réditos en términos de activistas, puede condenarlos a perder popularidad y acabar muy mal. Los sabotajes que promovía Guzmán conllevaron a que la mayoría de sus compatriotas se unieran contra él, algo que también puede ocurrir contra Guaidó, quien pide cada vez más fuertes sanciones contra la economía de todos los venezolanos.

El presidente Guzmán de la "República Popular del Perú"
En Perú en mayo 1980 cuando se daban las primeras elecciones presidenciales que culminaron 12 años de dictaduras militares se inició la insurgencia armada del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso, el cual alegaba estar liderado por el “Pensamiento Guía”, el cual luego devino en el “Pensamiento Gonzalo”.


Ambos tenían en común iniciarse con la letra G, que era el apellido real del jefe senderista (Abimael Guzmán), quien luego iría creando “zonas liberadas” desde la frontera norte a la del sur de la columna vertebral andina del país inca y, debido a esto, ellos declararon haber fundado la “República Popular del Perú” dirigida por el “Presidente Gonzalo”.

Dicho Estado no buscaba reconocimiento diplomático algunos y, más bien, atacaba todo tipo de embajadas en Lima, incluyendo la de China, pues promovía ser el germen de la guerra popular mundial.

Uno de los métodos favoritos que tenía el “Pensamiento Guía” para llegar al poder era el sabotaje, y constantemente producían apagones, varios de los cuales dejaron a Lima y otras ciudades importantes a oscuras.

El Presidente Gonzalo llegó a erigirse como mandatario paralelo a tres presidentes electos en Perú, pero acabó sus días cuando en 1992 cayó en la prisión, en la cual permanece.

Durante más de cuarto de siglo Sudamérica nunca pasó por la experiencia de tener dos presidentes que reclamasen ser del mismo país. Sin embargo, en el 2019 Venezuela se ha convertido en la primera república de dicho continente en tener dos personas que se llaman a sí presidentes.

El "presidente encargado de Venezuela" Guaidó
En Venezuela las fuerzas armadas y policiales, las cortes, los misterios, las aduanas y todas las instituciones estatales reconocen a Nicolás Maduro como presidente constitucional, el cual reivindica haber ganado las presidenciales de Mayo 2018 con el 68% de los votos y el 31% del padrón electoral, cifras que, según él, son superiores a la de la mayor parte de las democracias occidentales.


Sin embargo, desde el primer día en que Maduro se posesionó en su segundo mandato (el 10 de enero del 2019) el líder de la Asamblea Nacional Juan Guaidó reclama ser el “Presidente Encargado” de Venezuela. A pesar de sus intentos de llegar a palacio de gobierno con una movilización popular, con un golpe militar o una intervención extranjera, no ha logrado su objetivo.

Al parecer no hay nada que tuviesen en común Guaidó y Guzmán, aparte de compartir las primeras dos letras de sus apellidos. Guaidó descansa su poder en una cincuentena de países que le han reconocido, y en especial de Trump, uno de los más ultraderechistas mandatarios que haya tenido EEUU, la superpotencia que Guzmán consideraba su enemigo central, aunque también petardeaba a todas las embajadas que hoy secundan al “Presidente Encargado de Venezuela”.

Guaidó es miembro de la Internacional Socialista, la cual se reunió en Lima cuando el Presidente Alan García, el primero en ser un miembro de ésta y llegar a gobernar al Perú, comandaba la ejecución de cientos de presos senderistas amotinados, gran parte de ellos rendidos. Guaidó se reclama democrático, propone una economía privatizadora y neoliberal, y su base social son los más ricos y las grandes empresas internacionales y nacionales, mientras que Guzmán estaba en guerra contra todas las instituciones de la democracia parlamentaria y las grandes empresas y su base social eran los más pobres del campo y las barriadas.

Guzmán y Guaidó
Sin embargo, Guaidó y Guzmán tienen otras coincidencias. Guzmán fundó su propio partido (el PCP-SL) justo a la misma edad de 35 años que hoy tiene Guaidó al autoproclamarse como presidente venezolano. Los jóvenes Guaidó y Guzmán se formaron políticamente reclutando sus militantes en las universidades y organizando luchas estudiantiles. Ambos, igualmente, se enfrentaron al “socialismo militar antiimperialista”. Guzmán caracterizó al gobierno de Velasco (1968-75), el cual inspiró luego al comandante Chávez, como “fascista”, mientras que Guaidó tilda al chavismo de “tiranía”. Igualmente, los dos se auto-titulan “socialistas” aunque Guzmán emulaba el totalitario de Stalin y Mao y Guaidó es parte de la misma corriente internacional de Tony Blair y Alan García.


Mientras Guzmán fue siempre el jefe de su partido, era una persona capaz de generar sus propias ideas y doctrinas, y llegó a tener su propio ejército y controlar zonas del Perú, Guaidó es un subalterno de López en el partido Voluntad Popular y de Trump en todas sus orientaciones, no tiene ideas propias y no tiene aún sus propios destacamentos armados ni controla ninguna parte de Venezuela, aunque presida una Asamblea Nacional sin mayores poderes.

En varios reportes de “Voice of America” y otros medios de habla inglesa no es inusual encontrar que se le llame de Juan Guiado, lo cual puede parecer un lapsus o error tipográfico, pero, sin quererlo intencionalmente, ese descuido nos ayuda a ver que realmente el “Presidente Encargado de Venezuela” es alguien “guiado”. Su “gobierno” y su pensamiento es guiado directamente por otros, en particular por la Casa Blanca.

El Guiado solo se atrevió a proclamarse como presidente después que Washington y el Grupo de Lima le pidieron que lo hiciera, y al instante que él lo hizo en una plaza pública, todos ellos le reconocieron. El Guiado amenaza a sus propias fuerzas armadas siguiendo las mismas palabras que en contra pronuncian Trump o sus funcionarios. El Guiado quiso que su estrategia central fuese forzar el ingreso de “ayuda humanitaria” traída en aviones militares de EEUU, y cuando ésta no pudo entrar repitió con más insistencia lo que Trump pedía “usar todos los métodos posibles” para derrocar a Maduro. El Guiado fue al concierto de Cúcuta hecho por el único multimillonario dueño absoluto de 4 islas, junto a varios presidentes latinoamericanos y centrados en pasar la ayuda traída por uniformados estadounidenses. El Guiado hizo su única gira como “Jefe de Estado” en el avión militar de otra república y teniendo como a su principal dama a la subsecretario de Estado de Trump para el Hemisferio, la cual le acompañaba a todas sus entrevistas con otros presidentes y le guiaba en todo lo que debería hacer.

Apagones



Horas antes del día mundial de la mujer la mayor parte de Venezuela sufrió un apagón total. Esto nos permitió recordar los que el senderismo hacía en Perú. Sin embargo, ninguno de ellos alcanzó a tener la escala nacional y la duración de más de 24 horas, que ha tenido el de Venezuela. Los atentados del maoísmo peruano eran hechos por pocos militantes que volaban algunas torres de electricidad, por lo cual estos tendían a ser localizados y no durar tanto. El que ha ocurrido en toda Venezuela solo puede haber sido hecho por una superpotencia y su gran servicio de inteligencia.

Lo que llama la atención es que a pocos minutos que éste se produce el senador republicano de La Florida Marco Rubio lo festeje y que Mike Pompeo acuse a Maduro de hasta ser incapaz de dar luz a su país. Cuando el “Presidente Gonzalo” generaba apagones, EEUU se solidarizaba con Lima y ofrecía sus servicios para combatir a quienes cometen tales actos “terroristas”, pero en este caso la administración norteamericana celebra ello y sigue repitiendo que están dispuestos a echar a Maduro “por todos los medios”, mientras que Rubio se ufana que se ha destruido la industria de aluminio de Venezuela.


El apagón también se ha dado dos días antes de la marcha convocada por Guaidó sobre Caracas, la cual ahora tiene como lema “contra el apagón y la usurpación”. Es claro que el apagón ha sido hecho como parte de la misma guerra económica que Trump libra y mediante la cual ha tomado los activos de la petrolera estatal venezolana en EEUU y sanciona a cualquier empresa o país que comercie con Venezuela.

Es más, el apagón ha sido diseñado para alentar a una oposición que siente que fracasó el 23 de febrero en hacer su día D que iba a dar inicio al desplome de Maduro, y a darle un nuevo justificativo contra el gobierno central al caracterizarlo de sumir al país en la oscuridad.

Nuevamente el “presidente encargado de Venezuela” aparece como uno Guiado por EEUU.

Constitucionalidad



Ciertamente que se puede decir que Guzmán nunca fue ni quiso ser un “presidente constitucional” pues siempre rechazó todas las cartas magnas que haya tenido el Perú, mientras que Guaidó es un presidente conforme a la constitución de Venezuela.

El artículo invocado para justificar que el presidente del parlamento pueda sustituir a Maduro es altamente forzado, sin embargo, este inequívocamente estipula que el “presidente encargado” debe convocar a elecciones en un plazo de 30 días, cosa que ya ha pasado. Guaidó ni siquiera se ha atrevido a llamar unos comicios como los que hizo el parlamento catalán contra Madrid.

Él se ha convertido por esa misma naturaleza en uno totalmente inconstitucional. Además, Guaidó quiere ser el único representante del poder ejecutivo (ni siquiera tiene ministros o gabinete) y no suelta la presidencia del poder legislativo a su segundo, y tampoco acata la decisión del poder legislativo que le prohibía salir del país, con lo cual concentra todos los 3 poderes, que en toda democracia deberían ser independientes uno del otro.

Mientras Guaidó ataca a Maduro de “dictador” y el chavismo le deja circular libremente por toda Venezuela, Guaidó en los hechos quiere erigirse como un dictador que pretende acaparar todos los 3 poderes, no tener un gabinete y usurpar un puesto sin haber competido o ganado una elección nacional.

En los hechos tanto Guzmán como Guaidó han acabado como autoproclamados presidentes al margen de sus respectivas constituciones y ordenamientos jurídicos.

Trágico fin
Tanto Guaidó como Guzmán hicieron su carrera hacia la presidencia paralela organizando el boicot a las presidenciales que se dieron en Mayo (de 1980 en Perú y del 2018 en Venezuela). Inicialmente ambos pudieron haber tenido cierto apoyo popular. Por ejemplo, el entierro a la senderista Lagos en Ayacucho fue atendido por multitudes, las cuales incluso pudieron representar un porcentaje mucho más alto que el de los caraqueños que han ido a la mayor manifestación que haya convocado Guaidó.

Sin embargo, la estrategia de querer imponer un presidente paralelo al oficial mediante sabotajes, apagones y demás acciones que perjudican a la propia población, si bien pudo ayudar a congregar militantes, a la postre acabó aislando a Guzmán y podrá hacer lo mismo con Guaidó, John Bolton amenazó a Maduro de que si no dejaba el poder a Guaidó él podría acabar en Guantánamo, pero con esta clase de guerra no declarada a Venezuela es el propio Guaidó quien puede acabar siendo desacreditado y confinado, tal como ha terminado pasando con Guzmán. 

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