Ha sucedido está misma mañana, en el parque donde estiro habitualmente. Un@s niñ@s, de alguna guarderia cercana, supongo, se acercaron a mirar lo que hacía. Habría unos 25-30 enredando por allí, cuidados por dos profesoras.
Los críos, ya sabéis, son curiosos y te suelen preguntar qué haces. Habría cruzado con ellos (cálculo que de 5-6 años) dos frases cuando una de las profesoras les prohibió taxativamente hablar con el señor (es decir, conmigo). Al terminar el estiramiento, me despedí con un hasta luego de los niños, que de la profesora no fue posible, pues no me miró a la cara.
Veo que un sector feminista preveiene a la sociedad de mujeres contra todos los hombres en general por ser, entienden, sospechosos de ejercer violencia. Lo peor de todo es que, por ese camino puede que, algun día, acaben por tener razón; que más sabe el "patriarcado" por viejo que por zorro.
