| ||||||||||||||||||||||
Cuando todo parece moverse en la perspectiva de la muerte, con todo tipo de tropelías y desapariciones forzadas, reivindico otros itinerarios de renovación personal que nos devuelvan a otros espacios menos tóxicos, para propiciar vínculos que nos fraternicen, y así rebajar las tensiones sociales, fortaleciendo un espíritu conjunto.
He pasado un tiempo fuera del país viviendo atónita las informaciones políticas que llegaban desde España. No puede ser, me repetía una y otra vez, debe ser exageración o como ahora lo llaman 'fake news', que tanto abundan en redes sociales y algunos medios periodísticos. Pero, cuál fue mi sorpresa que a mi regreso me he dado cuenta de que se quedaban cortos.
Si la ley Trans se ha centrado en poner fin a la discriminación basada en el género, permitiendo que las personas trans se identifiquen con el género que les corresponde sin necesidad de someterse a procedimientos quirúrgicos para cambiar su género legalmente, eso tiene unas consecuencias que parece ignorar o que, a pesar de conocerlas, simplemente se ha buscado con un rédito electoral sin el perjuicio que pudiera acarrear.
Es impresionante a lo que puede llegar el ser humano. Nacimos para ser felices; para amar, cuidar, relacionarnos, vivir… y a esto hemos llegado: a tener envidia de la felicidad ajena. Esta es la sociedad de hoy en día, desde los más jóvenes hasta los más mayores. La educación se ha perdido y creernos más que los demás se ha acrecentado. El egoísmo nos carcome, nos convierte en seres superiores.
Hola, buenos días, calentador. Ahí fuera, ya sabes, hace un frío que pela. He puesto la radio, pero la he quitado porque estoy hasta el gorro de estadísticas, somos una sociedad apresada por las estadísticas que el poder de las mil formas y trucos, nos da la tabarra todas las mañanas y parte del mediodía y cierra con buenas noches.
La pregunta que nos hacemos: ¿por qué los depredadores sexuales se comportan de la manera como lo hacen? La verdad es que no se le sabe dar respuesta a la pregunta. El asunto Dani Alves ha hecho gastar ríos de tinta y ha sido tema de debates en tertulias radiofónicas y televisivas, sin saber dar respuesta a la pregunta.
En una época enfermiza, recargada por una crisis sobre otra crisis, necesitamos marcar prioridades para detener los tormentos. Quizás la primera protección deba ser la de preservarnos del aislamiento social. Esto nos exige, de manera innata, el volvernos próximos con el prójimo.
No considero irrelevante reflexionar acerca de la dicotomía en la función que oficialmente se dan a los CIEs en nuestras fronteras estatales, y la realidad en la práctica del día a día, que conocemos a partir del análisis de diferentes perfiles de las personas detenidas, así como la variedad de situaciones personales sancionadas a través de las órdenes de expulsión e internamiento.
El riesgo de vivir es a la vez entrañable, azaroso y acuciante. Es intransferible, lo que vive cada uno discurre con matizaciones imperceptibles para el resto, por supuesto en cuanto a la intimidad, pero también en las actuaciones públicas. Ni qué decir en lo referente al carácter incierto de las vicisitudes, se extiende a las actuaciones propias cuyo alcance real no controlamos.
Los 'influencers' en los últimos años han creado un gran nicho para las marcas en las redes sociales, lo que también ha trasformado la forma de ser y sentir, los hábitos y la historia de los usuarios. Gracias a Internet, lo que somos puede marcar una pauta importante para otros, todo depende de cómo se comunica y desde dónde, para lograr que un público determinado se conecte emocionalmente con lo que se comparte.
Hoy más que nunca necesitamos desbloquear barreras, restableciendo la confianza en los gobiernos, fortaleciendo el espíritu solidario para debilitar los obstáculos, sobre todo los generados por nosotros mismos, fruto de ese encierro egoísta que suele impedir el diálogo entre los interlocutores sociales, que es lo que en realidad nos activa el avance y el desarrollo.
Durante muchas décadas la inmensa mayoría de los dirigentes políticos de las grandes potencias han repetido una misma cantinela inspirada por los economistas convencionales: el proteccionismo es malo y lo mejor es que los países abran de par en par sus fronteras al comercio y a los capitales. Los economistas críticos (no necesariamente de izquierdas) han denunciado esa idea no sólo porque es falsa sino porque es lo contrario de lo que ellos mismos practicaban.
¿Alguna vez te has preguntado cuál será el futuro que nos traerán las pantallas? Pareciera casi un escenario sacado de la novela 1984, de George Orwell y esta idea ya está bastante representada en la publicidad, tras el mítico anuncio de Apple, cuando el joven Steve Jobs presentó la primera Mac.
Uno de los hechos más relevantes del siglo pasado, culturalmente hablando, pudo ser el asentamiento de las bases, de La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, denominada “UNESCO”, y particularmente ya en este siglo , en su 32ª reunión, celebrada en París en 2003, donde se consideró la importancia que reviste el patrimonio cultural inmaterial.
A todo lo que nos circunda, los humanos tenemos que darle un sentido profundo, si en verdad queremos restablecer la concordia en el planeta. Mirarse a sí mismo, para verse y poder oírse, puede ser un buen estímulo para comenzar a reconocerse con sentido de responsabilidad.
Si hay algo enigmático en el ser humano es que cada uno de los que tenemos el privilegio de haber sido “elegidos” para la vida nos diferenciamos del “otro” física y anímicamente: “la vida que estamos llamados a promover y defender no es un concepto abstracto, sino que se manifiesta siempre en una persona de carne y hueso: un niño recién concebido, un pobre marginado, un enfermo solo y desanimado…” (Papa Francisco).
La trama constitutiva de cada persona es inabarcable e insustituible. Se forja a través de los hilos interiores y con las influencias exteriores, pero con el carácter singular de una entrañable consistencia. Las etapas de sus trayectorias aportan infinidad de ricas matizaciones sujetas a explicaciones complejas.
La personalidad del autócrata encajaría plenamente en la descripción médica del trastorno conocido como psicosis paranoica. Su pensamiento suele ser rígido e incorregible: no tiene en cuenta las razones contrarias, sólo recoge datos o signos que le confirmen el prejuicio para convertirlo en convicción.
Nos movemos entre el asombro y la invención de los días. Necesitamos sentirnos acompañados y crecidos, cuando menos para rehacernos y renacernos, llenar nuestro vacío interior y superar el aislamiento mundano. Hay que volver al gozo, a esa alegría que nos sale del corazón y que se comunica, con el entusiasmo necesario, para injertarnos aliento y alentarnos.
Desde el mes de noviembre pasado no me había sentado ante el ordenador. Mi mala salud, unida a mis 85 años, me han tenido sin salir, sin poder andar y con mareos frecuentes. Creo que a las personas que me han leído a lo largo del tiempo les debía una explicación al desaparecer bruscamente de las páginas que aceptaban mis modestas colaboraciones.
|