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Los intelectuales de izquierdas dedicamos toda la vida a tratar de explicar en miles de artículos y libros cómo funciona el capitalismo y, de pronto, quienes lo gobiernan y se aprovechan de él lo muestran con toda claridad en una línea. Eso es lo que han hecho, con unos días de diferencia, el hombre más rico del mundo, el político más poderoso del planeta y el representante de las grandes empresas españolas.
La Unión Europea es vasalla de EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial. Y quiere seguir siéndolo. La OTAN nació como instrumento militar de Washington contra la URSS y para erradicar cualquier conato izquierdista en los países occidentales y en las colonias periféricas sumisas a la hegemonía del sistema-mundo capitalista.
El núcleo principal de la sociedades capitalistas, ya adopten la forma de democracias parlamentarias, dictaduras severas o regímenes autoritarios, es la sacrosanta propiedad privada, lo mío o privativo por encima de lo nuestro o público.
El impuesto a los beneficios extraordinarios e ingentes de la banca es una cuestión de justicia social en España y en cualquier país del mundo. La justificación económica de lo que se recauda, por parte de Hacienda o del sistema de impuestos responde a la necesidad de gravar los excesos de rentabilidad bancaria.
Obviedad inadvertida entre la hojarasca que se oculta en el fragor político de la rabiosa actualidad: aquellas personas que claman por el rearme jamás irán al frente de batalla. Los cuerpos que caerán en el lodo serán los de siempre, la clase que trabaja, la clase que cuida, los y las que nada tienen que perder salvo la vida misma.
Con el triunfo del capitalismo burgués, el estado nobiliario donde se refugiaban los selectos de otras épocas, cedió su lugar al ciudadano común, pero la democracia instrumental, en virtud de la representación, pasó a ser la nueva fábrica de elites políticas alimentada por los partidos.
Parece que algunos personajes políticos de actualidad están por la labor de imponer cierto control de los gastos estatales, con lo que la política 'woke', es decir, la del despilfarro, ya no es única, como hasta hace poco tiempo. Tratando de poner límites al gasto público, de lo que se trata es de aliviar al imperio americano de las cargas económicas que le han echado encima.
Dijo en cierta ocasión Lord Acton, allá por mitad del siglo XIX, que «el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. Los grandes hombres son casi siempre hombres malos...». Parece que hoy día a esos «grandes hombres» se les ha investido con una especie de capa de visionario del futuro, de emprendedor de la gloria y, cómo no, de salvador de la humanidad.
La cosificación es una triste realidad del mundo actual, aunque también es una constante a lo largo de la historia de la humanidad. La dignidad es un valor irrenunciable que, con la esclavitud antigua y la pobreza, la violencia causada por las guerras y conflictos y la desigualdad e injusticia ha provocado el sufrimiento, a una considerable parte de seres humanos.
Los tres sistemas capitalistas más influyentes del mundo, EEUU, Japón y Europa, formaron la trilateral en 1973 con el objetivo de buscar el entendimiento y la cooperación entre las tres potencias y una defensa de la liberalización comercial y financiera, eliminando cualquier obstáculo a la internacionalización del capital.
Chagall en sus cuadros previó (sin tener intención de ello, intuimos) el primer cuarto del siglo XXI: una época que luce pintada con trazos imprecisos y en la que la cotidianidad aparece suavemente desdibujada; como envuelta en una atmósfera deletéreamente ensoñadora.
Quien hace hoy negocio con todos es el capitalismo. Aquellos valores de la intelectualidad de la Ilustración, que iluminaron al capitalismo moderno, entre los que merecen ser citados humanidad, progreso, bienestar, derechos, libertades y justicia. Todos pasaron a ser proyectos que más tarde se han ido adecuando a sus intereses mercantiles, a la vez que se iba modelado la mentalidad general.
Se dice que el pueblo vota periódicamente, para pasar el rato, porque todo viene hecho, y de vez en cuando habla, aunque sea para perder el tiempo. Ahora resulta que, en contra de lo previsto por algunos, ha hablado con cierta efectividad, llamando a la prudencia, para tratar de volver a ser pueblo, y no un combinado de grupos diversos que lo fracturan continuamente, aunque procuren dosis de espectáculo para entretenerle.
Estudié Historia Contemporánea en BUP y COU (con aquellos comentarios de texto tan valiosos), y me quedó claro que con el estalinismo se desarrolló la idea de que la guerra es inevitable: no fueron pocos los revolucionarios que no siendo estalinistas compartieron y comparten esa idea. En ese camino ha habido deformaciones del pensamiento revolucionario. Por ejemplo: "dictadura del proletariado".
El capitalismo se puso en marcha impulsado por un lema bien conocido: «Dejar hacer, dejar pasar». Unos reconocen su autoría a Vincent de Gournay (1712-1759) y otros a Pierre Samuel du Pont de Nemours (1739-1817), pero, sea cual fuese su original creador, lo cierto es que ninguna frase refleja mejor lo que necesitaba la sociedad de la época para que se consolidara una economía como la capitalista.
Verdad es que ideología suena a palabra maldita y fea y que verdad, exenta de carga ideológica, pasa por sentido común y certeza absoluta. En el Evangelio de san Juan se hace decir a Jesús de Nazaret que “yo soy el camino, y la verdad, y la vida.” La frase, literal o recortada, luce en numerosos frontispicios de iglesias cristianas.
Lo que fascina rompe la monotonía de la rutina cotidiana y atrae de manera irresistible. Lo monstruoso se transforma en algo extraordinario o fantástico. Los liderazgos fascistas se nutren, más allá de razones sociológicas y de la singularidad de cada contexto histórico, de la fascinación de las masas. Lo fascinante, con unas gotas de horror pánico y miedo escénico, engancha de modo casi invencible.
Las guerras y la propaganda son las dos grandes armas de destrucción masiva del imperialismo capitalista. Dicho de otra manera: vivimos en sociedades jerarquizadas de ordeno y mando donde el consenso social, político, ideológico y cultural, la denominada normalidad, se consigue preferentemente a través de la publicidad y el control mental de las masas mediante sugerencias sibilinas o abiertas repetidas machaconamente hasta la saciedad.
Dice la doctrina capitalista que solo hay un dios, y este es el dinero. A unos les toca engrandecer el material de culto y a otros, en su calidad de fieles, cumplir con aquello de consumir, consumir y consumir. Del cumplimiento de este mandato ha sido encargada la política, en cuanto que dispone de las claves para el ejercicio del poder en el terreno real.
Karl Jaspers fue un gran filósofo alemán y un psiquiatra. Nació en 1883 y falleció en 1969 a los 86 años. Fue profesor de filosofía en Heidelberg hasta 1937. Entre sus obras destacan Psicopatología general publicada en 1913 y Psicología de las concepciones del mundo de 1919. Su obra principal es Filosofía en tres volúmenes. También un libro sobre Nietzsche y más obras. Poseyó una gran sensibilidad ética.
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