Al menos 3,5 millones de menores de cinco años necesitan anualmente tratamiento nutricional vital
La ONG Acción contra el Hambre ha reanudado este miércoles la entrega de ayuda a niñas y niños desnutridos en Afganistán tras el cierre de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) después del regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, por lo que ha reabierto sus centros médicos en Kabul y Badajshán. Esta reapertura se produce a pesar de la suspensión de la ayuda al desarrollo por parte de Washington y gracias a la financiación procedente de la Unión Europea, según explica la propia organización, que ha alertado de que los casos de desnutrición siguen aumentando en el país. Desde el pasado mes de marzo, el personal de Acción contra el Hambre ha tenido que rechazar a menores que necesitan cuidados de vital importancia debido al recorte de las ayudas, que llevó al cierre de estos centros. Así, la ONG ha lamentado en un comunicado que los menores que necesitan tratamiento corren un riesgo 12 veces mayor de morir a causa de la desnutrición que los niños sanos. El impacto de su cierre ha sido grave: solo el año pasado, estas dos clínicas proporcionaron tratamiento especializado a más de mil niños. "Aunque muy necesarios, estos cuidados no son fáciles de obtener en Afganistán, cuyo sistema sanitario está prácticamente colapsado", recoge el documento. Ahora, estas unidades han logrado reabrir gracias a la ayuda europea, que llega en un momento "crítico". Los análisis realizados recientemente apuntan a un posible aumento del 20 por ciento de la desnutrición infantil en Afganistán a lo largo de este año. "La Unión Europea ha estado apoyando a Acción contra el Hambre con cinco Unidades de Alimentación Terapéutica en todo el país", ha explicado Cobi Rietveld, director de Acción contra el Hambre en Afganistán. "Desde este mes, la UE también ha intervenido para apoyar las dos unidades que se cerraron debido a los recortes en la financiación estadounidense. Con este apoyo, podemos salvar las vidas de niños y niñas en estado crítico. Además, nuestro personal sanitario que, de otro modo, se enfrentaría al desempleo en la difícil situación económica actual, puede continuar su labor vital", ha afirmado. Estas pérdidas de puestos de trabajo habrían afectado "desproporcionadamente" a las mujeres, que constituyen el 68 por ciento de todo el personal de las instalaciones médicas de la organización, según ha recalcado la ONG. Aunque el apoyo crucial de la UE permitirá a estas dos unidades reanudar sus servicios durante varios meses, la situación en Afganistán sigue siendo crítica y es necesario "un apoyo continuado", por lo que la organización sigue buscando ayuda urgente y "sostenida en el tiempo". Desde la interrupción de la financiación estadounidense, se han cerrado más de 396 centros de nutrición en todo el país, así como más de 400 instalaciones sanitarias. Las agencias internacionales prevén una escasez de medicamentos esenciales en los próximos meses, ya que las reservas almacenadas antes de los repentinos recortes de financiación empiezan a agotarse. Afganistán se encuentra entre los 15 países con mayor carga de desnutrición aguda, con al menos 3 millones de menores de cinco años que requieren anualmente tratamiento nutricional vital, cifra que aumentó a 3,5 millones este año.
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